Luego del fracaso que significó el proyecto de empleos de emergencia que aprobó el Consejo Regional (Core) para este año, que con cargo al Fondo Nacional de Desarrollo Regional iban a ejecutar los municipios de Los Lagos, asoma en el horizonte una nueva oportunidad para que mediante el estímulo fiscal, se active parte de la economía local mediante la inyección de $45 mil millones del Ministerio de Obras Públicas para una serie de iniciativas en el territorio. De acuerdo al informe de la secretaría de Estado, tal monto corresponde al plan gubernamental "Paso a paso Chile se Recupera", que pretende absorber mano de obra a través del adelantamiento de 34 proyectos que estaban contemplados para los años siguientes y que, por lo demás, irán en directo beneficio de los habitantes de diferentes comunas.

A nivel nacional, este plan se contempla genere 52.523 empleos, mientras que en la Región de Los Lagos tal cifra asciende a 3.290. Se trata de una inyección netamente estatal para minimizar en parte el fuerte impacto que ha representado la pandemia en la economía regional, donde los sectores del comercio y el turismo han sufrido particularmente con las restricciones de circulación de la población y de operación del negocio mismo. Las 34 iniciativas de Los Lagos fueron seleccionadas en virtud de su impacto a nivel local y a la generación de cupos de empleo en medio de esta pandemia, dos variables fundamentales para la decisión de inversión pública en estos tiempos.

Ahora, es fundamental que este programa no se encuentre con las mismas piedras de tope del plan de inversión que estableció el Core para igual fin y que terminaron imposibilitando la generación de mil puestos de trabajo, principalmente en Puerto Montt y Osorno. En ese caso, de reciente data, la demora de la toma de razón por parte de Contraloría y las exigencias "excluyentes" para la contratación de trabajadores conspiraron para la consecución exitosa de un programa que habría beneficiado a mil familias, cada una de ellas afectadas por la crisis que ha provocado la pandemia. Eso es lo que no puede ocurrir nuevamente. No hay mucho tiempo disponible.

Diciembre nos comienza a poner fecha de término a este año 2020, agitado y muy complejo para la salud, la economía y el desarrollo personal de millones de personas a lo largo del mundo.

Tal como hemos expresado en ocasiones anteriores, la ganadería, tanto leche como carne, es un actividad basal en la estructura alimentaria. Si tuviéramos que hacer un recuento a esta fecha, podríamos sin duda agradecer la dedicación y la entrega de los empresarios, trabajadores y familias. Todos han contribuido con responsabilidad a mantener un flujo de actividad que, si bien ha contado con complicaciones logísticas, producto de las restricciones al desplazamiento, no ha presentado al mundo rural como un epicentro de contagio. Muy por el contrario, ha existido respeto a las normas de higiene y seguridad, lo que se ha traducido en bajo números de casos positivos por coronavirus en predios, ferias ganaderas e industria.

En 2020 comenzaron diversas iniciativas de entidades ligadas a la ganadería, de carácter privado, generando un mayor bienestar animal y posibilidades de inserción en la cadena cárnica, de los machos lecheros.

Debemos considerar que de acuerdo a la última encuesta ganadera del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), 2019, casi el 50% de las vacas del país son lecheras. Y ello va de la mano con el trabajo aplicado de universidades y centros de investigación asociados a Corpcarne, que ha implicado un proceso de cambio gradual, con resultados que no siempre se aprecian en el corto plazo.

Confiamos que en 2021 la Región podrá también fortalecer proyectos para la Agricultura Familiar Campesina, mejorando su actual rentabilidad y producción de terneros.

Otro ámbito conjunto de los rubros leche y carne está dado por el inicio de un trabajo liderado por INIA, en materia de valorar el impacto positivo de captura de carbono de nuestros sistemas productivos.

Por último, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha realizado esfuerzos notables en materia de control de Brucelosis. Con sólo una decena de animales positivos en Chile, la posibilidad de erradicar la enfermedad se observa con anhelo y gratitud, dando muestras que el año 2021 podría comenzar con una ganadería unida, innovadora y competitiva.