Comerciantes del centro y Lynch salen a la calle a vender productos
EN NAVIDAD. Mientras en Ramírez comenzó a funcionar el bulevar, en el clásico sector los locatarios fueron autorizados por el municipio para ofrecer y vender sus productos en stands instalados en las veredas.
Quedan nueve días para la celebración de la Navidad y los comerciantes tanto del sector céntrico como del Barrio Lynch -después de dos meses sin abrir sus puertas debido a la segunda cuarentena-, sólo esperan tener buenas ventas para poder paliar la crisis en la que se encuentran.
El pasado lunes comenzó a funcionar el denominado Bulevar en calle Ramírez, donde se cierra la calle entre Matta y Freire a modo de que los transeúntes tengan un mayor espacio para desplazarse para vitrinear y buscar el regalo ideal en esta fecha, pero también para que los comerciantes puedan vender o bien instalar mesas en las veredas para envolver los regalos.
Y los comerciantes se encuentran contentos, porque pueden ofrecer sus productos en el bulevar, como es el caso del artesano Alberto Jeldres, quien comentó "que en este momento estoy vendiendo piedras semi preciosas, que son ágatas, cuarzo, lapislázuli, entre otros. Estar en el bulevar es una gran oportunidad para poder trabajar este año que ha sido muy difícil por la pandemia y ahora, que estamos en fase 2, es una buena opción para comprar los regalos de Navidad".
Agregó que la recepción de la gente ha sido positiva en los dos primeros días, por lo que espera que a medida que se vaya acercando la Navidad, las ventas aumenten de manera considerable.
En tanto el comerciante ecuatoriano John Jairo, quien tiene su local en calle Ramírez entre Freire y Prat, dijo que ofrece una serie de productos para la venta que van desde mochilas a parlantes y audífonos.
Sobre la apertura del bulevar, comentó que "esta es una buena oportunidad para que podamos trabajar y es un gran apoyo para poder entregar el sustento a nuestras familias. Hasta ahora no hemos tenido quejas de nadie y con respecto al flujo de la gente, van comprando de a poco".
Mientras que una clienta, Paola Mardones, quien se encontraba vitrineando por calle Ramírez, dijo que es más cómodo para todos el que se haya cerrado la calle porque los comerciantes tienen más espacio para vender y los clientes para desplazarse.
"Estoy tomando un poco de aire y comprando regalitos, cosas pequeñas porque hay que ser más austeros este año, así que ahora estoy buscando algunos detalles para decorar y algún engañito para amigos y familia. Este bulevar me gusta porque es súper cómodo, sobre todo en este tiempo ya que hay espacio y se puede tomar distancia. Prefiero comprar al comercio local ya que los precios son mejores y es una manera de ayudar a las personas que más necesitan, es recíproco", comentó la clienta.
En veredas
En el caso del Barrio Lynch, la semana pasada el alcalde de la ciudad, Jaime Bertín, anunció que habría una autorización especial para los comerciantes