Calculan que hay 600 mil obesos mórbidos en el país después de la pandemia
La Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica, que analizó el fenómeno de manera integral, dice que 44% de las personas subió en promedio cuatro kilos.
Redacción
La Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica (SCCBM) realizó, junto a la ONG 300 Mil Mórbidos, un encuentro llamado "¿Por qué la obesidad debe ser considerada una enfermedad?". En él, se presentó el caso de Tahina, una joven de Puente Alto que pesa 225 kilos, y a raíz de ese testimonio (ver recuadro) se abordó la realidad de la obesidad en Chile cuando ya han transcurrido ocho meses de pandemia de covid-19.
Claudio Canales, cirujano bariátrico y presidente de la SCCBM, dice que "desde octubre del año pasado probablemente somos el país más obeso del mundo. El 44% de las personas subió en promedio cuatro kilos durante la pandemia. Hay 600 mil obesos mórbidos en Chile después de la pandemia. Claramente eso es muy importante y lo que nuestra sociedad busca es lograr tener cobertura para que todos los pacientes tengan atención de un equipo multidisciplinario y la oportunidad de acceder a tratamiento quirúrgico".
Yudith Preiss, nutrióloga y coordinadora de Equipos Multidisciplinarios de la SCCBM, explica que "la obesidad se asocia a hipertensión, diabetes mellitus 2, colesterol alto. Como nutriólogos estamos capacitados para tratar a los pacientes en las etapas iniciales y tenemos el criterio para derivar a otros especialistas. Existen fármacos para el tratamiento de la obesidad avalados por la ciencia".
En cuanto a las causas de la obesidad, y más allá de la cifra impresionante que estaría exhibiendo el Chile poscovid, Enzo Arias, sicólogo, comenta que "la ansiedad, la angustia y la depresión tienen una salida oral hacia conductas inadecuadas como comer, fumar, tomar y por eso es importante hablar de las emociones. Trabajamos con los pacientes, pero también con la red de apoyo, ya que muchas veces la familia boicotea los pasos a seguir. Cualquier tratamiento para la obesidad, desde la cirugía hasta algún medicamento puntual, tiene que ver no solamente con bajar de peso, sino con cómo no volver a subir".
La evaluación
Las dificultados para tratar a una persona con exceso de peso comienzan en su evaluación. La kinesióloga Érika Troncoso dice que el diagnóstico debe ser "integral, desde una mirada biopsicosocial", porque "un porcentaje importante puede presentar algún dolor articular, muscular u otras patologías asociadas al exceso de peso".
Aparte de los problemas físicos, Troncoso indica que "la mayoría presenta conducta sedentaria e inactividad física, por lo que, no se puede indicar simplemente que camine o haga 30 minutos de bicicleta, sin una evaluación previa".
Cuando el verano está a pocos días y los gimnasios vuelven a activarse, la kinesióloga advierte que no se puede cambiar de "modo pandemia" a "modo verano" como si nada ocurriera. "La práctica del ejercicio y actividad física debe ser guiada por un especialista", aconseja y agrega que "si no cuentan con suficiente tiempo para ello, uno recomienda fraccionar los minutos durante el día, así, se puede realizar 10 minutos por tres veces al día, y al término del día, ya se logran los 30 minutos diarios".
Una recomendación que entrega Troncoso es "incluir a la familia en este proceso, hacia una vida más activa, así favorecemos que los cambios perduren en el tiempo".
La nutricionista Ornella Allegro comenta que su función, más allá de determinar una dieta, es "apoyar, entender y ser empáticos, pero lo más importante es la educación del paciente. Se pueden realizar pequeños cambios como, por ejemplo, no hacer el huevo frito y usar el aceite para aliñar la ensalada, o no hacer la hamburguesa con aceite, sino a la plancha o al agua. Muchas personas se encasillan en el atún, la lechuga, pero se puede hacer una redistribución financiera alimentaria para lograr cambiar hábitos y, con ello, la baja de peso. De repente no hay opciones, quizá hay solo arroz, pero podemos buscar una porción adecuada".
Tiene 28 años y pesa 225 kilos
Tahina Silva, 28 años, mide un metro y 59 centímetros y pesa 225 kilos. Clínicamente es un caso de Obesidad Clase 3, llamada obesidad severa o mórbida. Su Índice de Masa Corporal (IMC) es de 89. Una persona con un peso adecuado a su estatura debería registrar 18.5 a 24.9 como máximo. Tahina vive en Puente Alto y casi no sale de su casa, está casada y tiene un hijo autista de seis años. Hace más de diez años sufre obesidad mórbida y hace uno pesa más de 220 kilos. Su caso se hizo público en el live "¿Por qué la obesidad debe ser considerada una enfermedad?", de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica (SCCBM) y la ONG 300 Mil Mórbidos. Tahina contó que "no puedo caminar, porque además tengo lordosis, llego a transpirar del dolor. Con la pandemia apenas voy al baño y vuelvo, eso es todo".