Proyectan aumento en los costos de producción de los arándanos
DEBIDO A LA PANDEMIA. Ad portas del comienzo de la cosecha de este berrie, desde el rubro afirman que los protocolos que las empresas frutícolas deben adoptar encarecerán las faenas de esta temporada, así como también se incrementarán los tiempos que se requieren para estas labores. La demanda por trabajar en los huertos se mantiene, pero la permanencia de las personas en ellos es incierta.
Según estiman los expertos y productores, la cosecha de las variedades tempranas de arándanos en la provincia comenzaría a partir de la próxima semana, ante lo cual ya están preparados para trabajar bajo los estrictos protocolos con los temporeros que se adhieran este año a las faenas, lo cual traerá un aumento considerable en el costo de la producción, que no podrá dimensionarse hasta el término de este proceso.
Es así como hay una serie de exigencias que redoblarán los tiempos y, además, en el caso de producirse un contagio repercutirá en los procesos para establecer contactos y reponer las áreas involucradas.
El encargado regional de Salud Ocupacional de la Seremi de Salud, Marcelo Orrego, explicó que ahora estas empresas frutícolas deberán completar un formulario único de fiscalización, a través del cual se revisará las medidas de prevención, pesquisa de casos, como derivar a un trabajador que sea sospechoso, la investigación interna y las medidas para espacios como comedores y áreas comunes, incluyendo el transporte.
Los trabajadores gastarán al menos el doble de tiempo, así como otras funciones y procesos.
Además, se deberá evitar las aglomeraciones que comúnmente se producen al momento en que los trabajadores entregan los arándanos y la desinfección en cada viaje de los buses de traslado, los cuales irán con su capacidad de asientos llenos, nadie de pie y todos sus ocupantes con mascarillas.
Protocolos rigurosos
El asesor técnico comercial de la Unidad de Frutales de Cooprinsem, Miguel Cordero, señaló que la temporada de cosechas del arándano este año debería partir en una semana más, por lo que existe una gran preocupación de los productores frente al actual escenario de la pandemia, donde lo primero que tienen en cuenta es que los costos van a subir producto de los nuevos protocolos sanitarios con que se deberá trabajar en el rubro.
La normativa, que está plasmada en un manual de la Asociación de Exportadores, está centrada en los campos, packings prediales, plantas de embalaje y cosechas manuales, donde hay medidas, por ejemplo, para la contratación, donde se deberá llenar un formulario como todos los años, pero que ahora se consulta por síntomas.
"Se establecen protocolos desde que la persona ingresa al huerto y eso implicará un poco más de tiempo. También se harán charlas diarias para recordar que se cumplan las medidas", dijo.
Además de ello, tiene que existir un coordinador que lleve a cabo todos estos requerimientos, porque en algún momento los huertos serán fiscalizados por organismos de Salud o de Trabajo, por lo que ese encargado deberá estar pendiente del estado de salud de todos los trabajadores de la faena y de los datos de las personas.
"No será un tema fácil. Hay diversos requisitos, desde el transporte que viene a buscar la fruta en adelante, todos tendrán que llenar una serie de documentos por un tema de trazabilidad", señaló.
Agregó que "tiene que haber un protocolo de trazabilidad, porque si llega alguien en un bus en la mañana y se dan cuenta al final del día de que esa persona tiene síntomas, será un tremendo problema, porque tendrá que estar en cuarentena todos los que iban en el bus".
Cordero comentó que, en general, los productores de la zona están bien preparados para enfrentar una cosecha bajo estas complejas condiciones, con todas las sanitizaciones y desinfecciones en las distintas áreas de los huertos, además de otras medidas básicas como la mascarilla, lentes y gorro legionario.
En el área de los packing se deberá contratar a más supervisores, para que la fruta que sea embalada, tanto natural como congelada, cumpla con todas las actuales exigencias sanitarias del mercado internacional.