Jorge Valdivia y Colo Colo estaban peleados a muerte. Tras su último paso por el club el jugador atacó con todo a los dirigentes y hasta interpuso una demanda aún no resuelta contra Blanco y Negro. Por eso causó extrañeza que se hablara de un posible retorno del volante al Monumental, pero ocurrió: ayer firmó, fue presentado y Aníbal Mosa le dio la bienvenida.

Los albos se aferran al talentoso mediocampista para salir del pozo profundo de mal rendimiento que viven y que los tiene en el último lugar del Torneo Nacional, con el peligro de caer a Primera B, algo que nunca han vivido.

"Vengo para jugar", fue lo primero que dijo el ex seleccionado nacional tras incorporarse al plantel de Gustavo Quinteros por los próximos tres meses, en los que ocupará el número 38 porque no había muchos disponibles a esta altura del campeonato.

"Lo primero es ponerme rápidamente a disposición del cuerpo técnico. Eso para mí es lo más importante, vengo de una para larga en México, entonces tenemos que recuperar los días que vengo de vacaciones y vengo feliz, con mucha ilusión de esta gran oportunidad, muy linda", afirmó el jugador.

"Cuando surge la posibilidad de venir a Colo Colo, era el único equipo que me podía sacar de la comodidad. Lo más importante es lo que pueda pasar en la cancha. Lo único que me sacaba de esa comodidad era el desafío al cual me sumo hoy. Era una oportunidad tremenda, estoy contento, muy feliz. De hecho hasta más feliz de cuando regresé después de 11 años jugando en el extranjero", añadió Valdivia.

Respecto del papel que debe cumplir en su retorno al Cacique, manifestó que "vengo con ganas de ayudar a Colo Colo, no vengo como un salvador, sino como un jugador que quiere aportar lo máximo y viene en una situación muy difícil, pero no es excusa para mañana decir que llegué y estaba todo cocinado".

El Mago descartó referirse a sus antiguos conflictos con Colo Colo: "Tenemos muchas cosas importantes por delante". Además, reconoció que debe ponerse en forma tras haber jugado apenas menos de 90 minutos durante su paso por el Mazatlán de México.

38 será el número que llevará en su camiseta Valdivia en Colo Colo tras retornar al club en el que se inició

17 como futbolista.

Hoy comienza la fecha 21 del Torneo Nacional de Primera División, que tendrá como duelo estelar el clásico entre Universidad Católica que es líder y vive días de éxito y Universidad de Chile que ha mantenido un rendimiento irregular, ocupa el sexto lugar y vive una crisis interna luego de que Walter Montillo, su mejor jugador durante el campeonato, anunciara que no renovaría con el cuadro azul porque el club no había respetado los plazos acordados para iniciar las conversaciones de un nuevo contrato.

"Tengo una decisión tomada, no voy a renovar el año que viene", dijo el futbolista en Radio ADN y desató un terremoto tan grande que el principal accionista de Azul Azul, Carlos Heller, llamó al presidente de la concesionaria, Cristian Aubert con una orden clara: renovar al volante, según informó Radio Cooperativa.

El directorio reaccionó de inmediato y se espera que a más tardar el viernes, Aubert y los directores deportivos, Rodrigo Goldberg y Sergio Vargas, se reúnan con el jugador y con su agente para hacerle una propuesta formal, añadió la emisora.

La idea es que todo esté resuelto antes del duelo con la UC, fijado para el domingo a las 18:00 horas en el Estadio Nacional, en el que de todos modos no jugará Montillo a causa de una lesión.

Programación

La fecha se inicia hoy con el partido entre Antofagasta y Palestino (10:30).

Mañana Curicó Unido recibirá a Audax Italiano (10:30) y Unión Española enfrenta a Universidad de Concepción (20:00).

El viernes Cobresal será local en El Salvador ante O'Higgins (10:30) y La Serena recibirá a Iquique (17:00).

El sábado habrá solo un partido: Huachipato se enfrenta en Talcahuano con Colo Colo, que debe ganar para salir del fondo de la tabla.

Y el domingo, además del clásico universitario, Santiago Wanderers chocará con Coquimbo Unido (10:30) y Unión La Calera se medirá con Everton (21:00).

Inter de Milán consiguió un sufrido triunfo por 3-2 como visitante ante el Borussia Mönchengladbach que le permite seguir con vida en la Liga de Campeones de Europa de cara a la última fecha del Grupo B.

El equipo de Arturo Vidal, quien no jugó por estar suspendido tras su expulsión frente a Real Madrid, y Alexis Sánchez, quien se sentó en la banca de suplentes, estaba obligado a ganar para no quedar eliminado de las competencias europeas. Y su opción se complicó aún más con el triunfo del Shakhtar Donetsk 2-0 sobre el Real Madrid.

Un empate o una derrota eliminaba a los italianos. Y gracias a una gran actuación del goleador belga Romelu Lukaku quedaron con respirador artificial pero aún con un soplo de aire.

Matteo Darmian abrió el marcador para los lombardos y Alassane Plea igualó el marcador antes de que terminara el primer tiempo. Y en el segundo apareció Lukaku, quien con dos tantos en nueve minutos dejó la cuenta 3-1.

Para el tercero ya había ingresado Sánchez a la cancha y con el resto del equipo sufrió con un nuevo gol de Plea y 20 minutos finales de defensa permanente ante los embates alemanes que no tuvieron éxito.

Pese al triunfo, el Inter tiene muy difícil su futuro en la Champions. Para seguir en este torneo, además de ganarle al Shakhtar el próximo miércoles debe esperar que el Mönchengladbach le gane de visita al Real Madrid. Eso le permitiría pasar como segundo del grupo a la siguiente fase.

Si el equipo de los chilenos gana y el Madrid no pierde, lo más probable es que los lombardos pasen a la Europa League por diferencia de goles. No ganar significará la eliminación de ambos torneos.