Merkel descarta acuerdo para el Brexit "a cualquier precio"
EUROPA. El 1 de enero entrará en vigencia el divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea. La canciller advirtió que sería mal ejemplo hacerlo sin seguir el pacto.
Agencias
La canciller alemana Angela Merkel se mostró expectante por que la negociación de la relación futura con Reino Unido llegue a buen puerto, pero advirtió a Londres que la Unión Europea (UE) no necesita "un acuerdo a cualquier precio".
En un encuentro digital con parlamentarios europeos, la canciller aseguró que espera "un buen final" para la negociación del Brexit y reconoció que algunos socios están "intranquilos", porque se está acabando el tiempo para las tratativas formales entre Bruselas y Londres.
"Hemos dejado claro que no necesitamos un acuerdo a cualquier precio", afirmó la canciller, que sin embargo consideró que sería "de interés para todos" llegar a un acuerdo con Reino Unido.
"De todos modos, espero que todavía lleguemos a una solución contractual. Nosotros, Gran Bretaña y los estados miembros de la UE, somos países que se basan en los mismos valores, y no sería un buen ejemplo para el mundo si al final no logramos elaborar un acuerdo", dijo Merkel.
Agregó que en caso de que no se alcance una solución consensuada con el Gobierno del primer ministro Boris Johnson, la UE tomará las "medidas necesarias".
Si no hay acuerdo, el día de Año Nuevo traerá un gran cambio, con la imposición de aranceles y otras barreras al comercio entre el Reino Unido y la UE de la noche a la mañana.
Eso perjudicará a ambas partes, pero la carga recaerá sobre todo en Gran Bretaña, que realiza casi la mitad de su comercio con la UE.
"El llamado a tomar medidas de contingencia de algunos países miembros se está volviendo cada vez más fuerte", dijo Merkel. "Esperaría el mayor tiempo posible con esto; deberíamos concentrar todas nuestras fuerzas en la última fase de las negociaciones", agregó.
Largo camino
Tras acordar las términos de la salida de la UE, Londres tenía aún que negociar con Bruselas cómo iba ser su relación futura, un proceso que ha topado con diversos problemas en los últimos meses, entre ellos la decisión del Gobierno británico de poner en duda parte de lo pactado con relación a Irlanda.
Merkel deseó éxito en estas negociaciones a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al negociador comunitario para el "brexit", Michael Barnier. Aunque Von der Leyen dijo la semana pasada que no puede asegurar que habrá acuerdo.
Angela Merkel apuntó además que la cumbre europea del 10 y 11 de diciembre próximos será clave.
Barnier viajó el pasado viernes a Londres para retomar los contactos de cara a una semana que se prevé clave para alcanzar un acuerdo.
El negociador comunitario precisó entonces que persisten "las mismas divergencias significativas", es decir, las relativas a las garantías para asegurar la competencia justa entre empresas británicas y comunitarias, a la pesca y a los mecanismos para resolver disputas sobre el futuro acuerdo.
En los últimos días se han logrado algunos avances sobre las ayudas de Estado y progresos en áreas secundarias como los transportes, la energía y la cooperación policial y judicial, pero el Reino Unido y la UE siguen sin cerrar el pacto.
El próximo 1 de enero, la legislación comunitaria habrá dejado de aplicarse en territorio británico y el Reino Unido será de forma definitiva un país tercero.
Antes de fin de año, no solo debe lograrse el pacto, sino también se debe realizar la ratificación en Reino Unido y la Unión Europea para que el hipotético acuerdo entre en vigor el primer día de 2021.
Irlanda arremete contra Reino Unido por poco avance
El Gobierno irlandés ve "ridículo" que el Reino Unido culpe a la Unión Europea por la falta de avances. "Aún es posible lograr acuerdo, pero si podemos, debemos cerrarlo esta semana, se está agotando el tiempo", explicó el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Simon Coveney. Insistió en que la UE ofreció al Gobierno británico "un periodo de transición mucho más largo" y, "después de rechazarlo, ahora culpan" a Bruselas de la "incertidumbre" que rodea a este divorcio: "Es ridículo", zanjó.