RAE analiza validez de palabras como "elle", "funa", "wasapear" y "porfa"
CASTELLANO. Fue creado el Observatorio de Palabras, que ofrece información sobre términos que no aparecen en el diccionario, pero son de uso habitual.
El castellano es un idioma dinámico y habitualmente se está renovando. El organismo que es reconocido por el mundo de habla hispana para desarrollar este trabajo es la Real Academia de la Lengua Española (RAE), que cada cierto tiempo reconoce palabras nuevas consagradas por el uso habitual en ciertos países o modifica la forma en que otros términos se escriben.
Acorde con la era digital que aumentó la importancia de la información online a causa de la pandemia del covid-19, la RAE estrenó hace pocos días su nuevo sitio web rae.es y en él incluyó su Diccionario de la Lengua Española y el Diccionario de Americanismos, entre otros, pero la sección que más ha llamado la atención es el Observatorio de Palabras que, según explica en su presentación, "ofrece información sobre palabras (o acepciones de palabras) y expresiones que no aparecen en el diccionario, pero que han generado dudas: neologismos recientes, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos".
Y ahí es donde se ha concentrado la curiosidad de varios, pues en esa lista hay palabras que muchos dudarían de aceptar como correctas pero que están en estudio por parte de los expertos en el idioma, pese a que se aclara que "esta información es provisional, pues no está contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada en el futuro. La presencia de un término en este observatorio no implica que la RAE acepte su uso".
Entre estos términos agregados recientemente aparece "elle" como parte del lenguaje inclusivo que busca evitar la masculinización o feminización de alguna persona de acuerdo con su género.
De acuerdo con el Observatorio, "elle" es un "pronombre de uso no generalizado creado para aludir a quienes puedan no sentirse identificados con ninguno de los dos géneros tradicionalmente existentes".
Chilenismos
Hay algunas palabras usadas preferentemente en Chile que aparecen en este listado de términos en estudio como "porfa" definido simplemente como "acortamiento coloquial de por favor". Lo mismo que "finde": "acortamiento coloquial de fin de semana".
También se incluye el verbo "funar", que "se recoge en el Diccionario de Americanismos con distintos significados, entre ellos el de 'organizar actos públicos de denuncia contra organismos o personas relacionados con actos de represión delante de su sede o domicilio', propio de Chile".
Desde internet
La influencia de internet también llega a esta lista con términos como "uwu", definido como "un emoticono que se emplea para expresar felicidad o ternura".
Mismo origen tiene "bot", que es detallado como "acortamiento por aféresis de la palabra robot que se usa en referencia a un programa informático que efectúa automáticamente determinadas tareas".
También se agregaron palabras como "spoiler" ("revelar a otra persona algo que no ha visto, leído o escuchado"), "wasapear" ("hablar por Whatsapp") y emoji ("pequeña imagen o icono digital que representa una emoción, objeto, idea").
"Hartazgo pandémico" está validado
Las expresiones "hartazgo pandémico" y "fatiga pandémica" son válidas para aludir a la desmotivación de la población en el cumplimiento de las medidas de protección ante el covid-19, recuerda la Fundación del Español Urgente (Fundéu), promovida por la RAE. En los medios de comunicación se pueden encontrar ejemplos como los siguientes: "La 'fatiga pandémica' conduce al resurgimiento del coronavirus en Europa", "La OMS alerta de los niveles crecientes de 'hartazgo pandémico'" o "Dada la naturaleza compleja de la 'fatiga pandémica', la OMS afirma que se necesita un plan de acción multifactorial". Las razones de esta relajación en la aplicación de las medidas quedan reflejadas en el primer componente de ambos giros, pues "hartazgo" es "acción o efecto de hartar, fastidiar, cansar" y "fatiga" es "cansancio, hastío". Al ser expresiones bien formadas, no es necesario destacarlas, aunque pueden escribirse entre comillas para señalar a los lectores que se están empleando con este sentido específico especial, dice Fundéu, que por lo tanto valida los tres ejemplos entregados.