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encuentran con todas las comodidades necesarias para realizar la cuarentena.
"Nos hacen controles constantes, tenemos las comidas a la hora y la verdad es que nos hemos sentido bien. Sobre la enfermedad, uno decía que eso no me iba a tocar, pero por confiarse demasiado pasan estas cosas. Yo trabajo vendiendo cosas en el centro, entonces siempre andaba con mascarilla, guantes y nunca pensé que esto me iba a dar, pero ocurrió, por lo que la gente debe cuidarse, no relajarse, a cualquiera le puede dar", enfatizó la paciente, que espera que la den de alta lo antes posible para volver a estar en su hogar.
Apoyo
Otra de las pacientes que estuvo en una residencia sanitaria de Osorno fue Ivanna Vargas, de 23 años, quien ingresó el martes 9 de septiembre a una residencia sanitaria junto a su marido e hija Florencia Salazar, de un año y 7 meses, siendo dados de alta después de las Fiestas Patrias.
"Mi hija y yo dimos positivo en el examen de PCR, mientras que mi marido se hizo cuatro y en todos dio negativo. Por el lado de la familia de mi marido contrajimos covid-19 y por decisión nuestra decidimos solicitar si podíamos cumplirla en una residencia sanitaria y nos llevaron al Hogar Estudiantil de Rahue", comentó la inspectora de la escuela Canadá.
Ella tuvo todos los síntomas, tales como pérdida del olfato, secreciones y dolor de cabeza intenso, el que mantiene por momentos hasta el día de hoy. En el caso de su hija, también presentó algunos síntomas como diarrea por un período de 5 días, además de fiebre y vómitos, aunque se le fueron quitando con el correr de los días.
Sobre su paso en la residencia sanitaria, Ivanna Vargas catalogó la experiencia como un sol en medio de la tormenta, porque llegaron a este lugar y los atendieron con mucho amor y cariño, además de las preocupaciones básicas.
"Decidimos hacer la cuarentena en una residencia porque yo no me encontraba en las mejores condiciones físicas y de salud como para hacerme cargo de mi hija y de llevar la casa. Tuve muchos altibajos porque, a veces, estaba bien y después tenía que acostarme, porque no me podía mantener en pie y en ese estado era difícil preocuparme de todo", señaló la ahora ex paciente.
Sus colegas y cercanos estuvieron siempre muy pendientes de su estado de salud e incluso su jefe de área la ayudó para llegar a la residencia, porque le hizo los contactos para que la recibieran junto con su familia.
Agrega que después de vivir la mala experiencia de estar contagiados por covid-19, están muy estrictos con el tema de los hábitos sanitarios, tales como el lavado de manos constante, uso sólo de mascarillas desechables y no de género, y desinfectar de manera periódica su casa.
"No nos podemos relajar porque es muy complejo tener la enfermedad. De verdad uno se siente pésimo. Hay personas que son asintomáticas, pero otras no, por lo que todos tenemos que adoptar las medidas necesarias para evitar más contagios. En esto no hay que relajarse para nada, porque pasamos días muy complicados, pero logramos salir adelante", manifestó la joven Ivanna Vargas, quien agradeció el apoyo y cariño recibido por los funcionarios de la residencia sanitaria de calle Talca, en el sector de Rahue Bajo.