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El miedo de contraer el virus que ha matado a miles de personas en el mundo está lejos de terminar. Y las historias que más conmueven son las de abnegadas madres que han padecido la enfermedad y que han tenido que recurrir a las residencias junto a sus pequeños hijos que también han sido víctimas del virus. Ellas relatan lo complicado de vivir la pandemia, no obstante, han dado una ardua lucha para salir adelante.
Ventilación
Jacqueline Marileo, de 33 años, quien vive en la localidad de Antemo, distante a 30 kilómetro de Osorno, se encuentra en la residencia sanitaria ubicado en el ex Hogar Estudiantil de Rahue Bajo junto a su pequeña hija Anaís, de un año y 11 meses de edad.
"La verdad no tengo idea cómo me contagié o quién me contagió. Yo sé que mi papá también se comenzó a sentir mal, con síntomas como resfrío y yo también. Al tiempo comencé con escalofríos, mareos y nunca me había sentido así, como que me estaba ahogando y se me iba el aire. Por ello fui al Hospital de Misión San Juan y me trasladaron en ambulancia a Osorno. Y cuando me hicieron el examen, se detectó que tenía covid-19", comentó la mujer, a quien le confirmaron el diagnóstico el 5 de octubre.
Vive junto a su hija y marido, pero sus padres tienen la casa en el mismo terreno y también viven sus hermanos, de los cuales algunos resultaron contagiados porque están a pocos metros de distancia.
"Estuve en la residencia, pero como en un momento me sentí tan mal, el personal de acá me llevó al hospital. Estaba tan grave que estuve en la UCI con ventilación mecánica porque no podía respirar y después pasé a la UTI, aunque afortunadamente me recuperé rápido y después de eso me trasladaron nuevamente a esta residencia sanitaria para realizar la cuarentena junto con mi hija. Me sentía muy mal porque mis pulmones estaban llenos de líquido. De verdad sentía que me iba a morir", expresó la mujer.
Cuando estuvo hospitalizada, su marido se quedó con la hija de ambos en la residencia sanitaria de Rahue Bajo y después de algunos días se volvieron a encontrar.
"Mi hija es muy apegada a mí, entonces para mi marido igual fue difícil cuidarla porque fueron días complicados. Me emocioné bastante cuando la volví a ver. Pensé que cuando me viera iba a correr de felicidad a abrazarme, pero no pasó nada (se ríe)", dijo la paciente.
El domingo pasado su marido e hija fueron dados de alta y volvieron a su hogar, pero Jacqueline tuvo que quedarse algunos días más para cumplir con la cuarentena y luego reunirse con ellos nuevamente.
"De a poco me voy sintiendo mejor, aunque a veces no tengo fuerzas para hacer algunos movimientos. Lo peor ya pasó, porque estar en la UCI fue terrible. Ahí solo llegan los pacientes que están demasiados graves. Lo único que quiero ahora es salir para estar con mi familia", dijo la mujer, quien comentó que tras vivir en carne propia la enfermedad, dijo que deberá extremar las medidas sanitarias.
Enfatizó que la atención en la residencia fue excelente, porque en todo momento estuvieron preocupados de ella, su hija y marido; y no solo por contar con un techo y comida, sino también le brindaron contención para afrontar un momento tan delicado.
Preocupación
En el Hotel de la Villa Olímpica se encuentra Joseline Monsalve, de 24 años, junto con su hijo Isaac Delgado, que tiene 3 meses de vida.
La mujer no sabe de qué manera contrajo el virus y, al igual que muchos, comenzó a sentirse debilitada y su pequeño hijo también. Y si bien lo atribuyeron a un resfrío común, acudieron un par de días de los primeros síntomas al Servicio de Urgencia del Hospital Base San José de Osorno.
"Fui al hospital porque mi hijo se sentía mal, ya que se veía decaído, estaba con ojeras, tenía mucha mucosidad y después de eso comenzó con diarrea, así que me preocupé y le hicieron el examen. Al día siguiente dieron el diagnóstico donde me informaron que había salido positivo. Tras ello nos hicieron el examen a mí y al papá de mi hijo y también salimos positivos", señaló la paciente que vive en un campamento en la ciudad.
Solicitó la posibilidad de permanecer junto con su pequeño hijo en alguna de las residencias sanitarias porque sabía que podrían estar mejor atendidos que en su hogar. La hermana del marido de Joseline, llamada Katherine, también se contagió, por lo que realiza la cuarentena en la misma residencia y se acompañan para que los días no sean tan monótonos.
Katherine es de Santiago y llegó a la ciudad a ver a su familia y fue en Osorno donde se contagió, por lo que la estadía en la ciudad se extendió más de la cuenta, ya que dio positivo.
Sobre el estado de salud de su hijo, la madre dijo que "de a poco se ha ido sintiendo mejor, aunque en los primeros días que llegamos acá no dormía bien producto de los síntomas de esta enfermedad, pero ya está durmiendo mejor. Ahora solo le están dando paracetamol en caso de que presente fiebre, pero nada más que eso. Yo estoy aún con mucho dolor de cabeza y malestar insoportable en la nariz. Los primeros días andaba muy agitada, me cansaba muy rápido, pero de a poco eso se ha ido pasando".
La madre de Isaac dijo que la estadía en la residencia sanitaria en la Villa Olímpica ha sido muy positiva, porque las han atendido bastante bien, con varios controles al día y se
"No nos podemos relajar porque es muy complejo tener la enfermedad. De verdad uno se siente pésimo".
Ivanna Vargas Osornina contagiada de covid-19