Pelé: los 80 años del rey del fútbol
"Dico", autor de más de mil goles y ganador de tres Mundiales, agradece estar con lucidez, pese a sus problemas de salud.
Edson Arantes do Nascimento, Pelé, el rey, cumplió este viernes 80 años. Lo hizo "lúcido", pese a sus problemas de salud, y seguro de haberse "equivocado poco" en una vida marcada por récords que lo situaron en el olimpo del fútbol.
Si de algo tiene absoluta certeza el astro brasileño es que Dios fue "muy bueno" con él en sus ocho décadas de vida, en las cuales conquistó tres Mundiales de fútbol, más de 1.000 goles y el título del mejor jugador del siglo XX.
No solo internacionalizó el fútbol, sino que logró que, gracias a su "jogo bonito", el mundo consiguiera situar a Brasil en el mapa. "Con el Santos dignificamos y dimos a conocer al mundo el nombre de Brasil. Hasta esa época en muchos lugares del mundo nos preguntaban si la capital de Brasil era Buenos Aires", contó en una ocasión el exfutbolista, quien permanece confinado en su domicilio de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo.
La promesa cumplida
Pelé nació en octubre de 1940 en Tres Corazones, un pequeño pueblo de Minas Gerais, donde durante años pateó descalzo un balón hecho de trapo antes de trasladarse con su familia a Baurú, en Sao Paulo.
Antes de convertirse en mito, Pelé fue "Dico", un niño que limpió zapatos en la calle para ayudar a su padre.
Pelé solía contar que su padre no pudo contener las lágrimas durante el "Maracanazo", como se recuerda a la final del Mundial de 1950 en la que Brasil perdió ante Uruguay por 2-1, y, todavía niño, le hizo el juramento de su vida: "No llores, papá, que yo voy a ganar una Copa del Mundo para ti".
Tan solo ocho años después, en 1958, con 17 años, cumplió su promesa. El eterno "10" fue pieza clave en la final del Mundial de Suecia, en la que Brasil se impuso por 2-5, con dos goles del adolescente Edson.
Brasil coronaba a su nuevo rey, un maestro en el arte de marcar goles y un regateador nato que mostró al mundo que el fútbol también era cosa de pobres y negros.
Con la selección, después de la gloria en 1958, Pelé disputó el Mundial de Chile 62, pero celebró el título fuera de la cancha por una lesión. Inglaterra 66 fue un torneo para olvidar, de nuevo lesionado por las duras entradas de los rivales y con Brasil eliminada, pero el delantero volvió con más fuerza en México 70, cuando muchos no creían que a sus 30 años sería el gran bastión de esa Copa del Mundo.
Dedicó prácticamente toda su carrera al Santos brasileño, equipo en el que jugó casi dos décadas y ganó seis de los ocho títulos de Liga y dos de las tres Copas Libertadores que el club paulista tiene en sus vitrinas, además de los dos únicos Mundiales de Clubes de la entidad.
La leyenda viva del Santos dejó el club en 1974 y se marchó para el Cosmos estadounidense, en el que militó hasta su retirada definitiva, en 1977.
Tras colgar los botines, Pelé, quien se casó tres veces, la última en 2016, y tiene siete hijos reconocidos, fue embajador de la ONU y ministro de Deportes del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-1998).
Probó su faceta de cantante, incursionó en cine y lucró con la publicidad, un negocio que le ha llevado a pasar de puntillas en algunos aspectos controvertidos como el racismo.
El mejor atleta
Su inconfundible talento fue descubierto a los once años por el futbolista Waldemar de Brito, quien en 1956 lo llevó al modesto Baurú y lo presentó como el "niño que será el mejor jugador de fútbol del mundo".
De Brito no estaba equivocado. Décadas más tarde, la FIFA le coronó como el mejor futbolista del Siglo XX, distinción que comparte con Maradona.
Su reconocimiento extrapoló las fronteras de Brasil y cuentan que en 1969, durante un conflicto civil en Nigeria, las fuerzas rivales declararon una tregua para que Pelé y su equipo, el Santos, pudiesen actuar en el país africano.
Problemas de salud
La salud de Pelé se encuentra debilitada. Se ha mantenido recluido en su casa junto a sus familiares y amigos más cercanos y alejado del foco mediático.
Ha estado varias veces en el hospital en el último tiempo y su movilidad es reducida debido a sus problemas de cadera, que lo han obligado a usar silla de ruedas. Fue precisamente esa falta de movilidad la que, según su hijo, le provocó una depresión a comienzos de este año. Pelé, sin embargo, aseguró que estaba "bien".
Lo ratificó hace apenas unos días, a las puertas de sus 80 años, cuando mandó un vídeo para agradecer por todo lo conseguido: "Tengo que agradecer a Dios por la salud de llegar hasta aquí, con esta edad, y lúcido, no muy inteligente, pero lúcido".