"Vamos a construir viviendas sociales en los mejores suelos dentro de las ciudades"
Junto con abordar la crisis de allegados, anuncia 50 mil soluciones habitacionales más y foco en regiones. Dice que ya no se construirá en la periferia, para lograr integración social, y promete "nunca más cajas de fósforos de 30 metros cuadrados".
Justo 100 días después de asumir como ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward habla de su intención de darle un sello a su administración en una cartera vital por su impacto social. La profunda crisis económica producto de la pandemia ha repercutido con especial virulencia en este sector, con muchas familias que han debido dejar sus hogares para irse a vivir con parientes o derechamente instalarse en campamentos.
Ward reconoce que "la mirada de la vivienda va a cambiar con la pandemia y es un aprendizaje que aún está en desarrollo".
-Hay una crisis económica evidente que hizo que mucha gente cambiara su situación de vivienda, pasando de arriendo a allegados o a campamentos o tomas.
-Bueno, sí, han sucedido varios fenómenos muy complicados y que es necesario enfrentar. Primero, el allegamiento. Hay muchas personas que se han ido a vivir con familiares porque no han podido seguir pagando una vivienda propia o pagar el arriendo. También el hacinamiento, algo que no es nuevo, pero que ha aumentado producto de la llegada de migrantes y de la crisis económica. Eso ha implicado el aumento de tomas y campamentos. El último catastro del ministerio tiene ya un tiempo, lo estamos actualizando, porque lo que ha ocurrido en los últimos meses en Chile es dramático. Y si bien el tema de las tomas y campamentos no es únicamente un problema que tiene que ver con vivienda, en parte importante sí. El hecho de que personas se instalen en terrenos de terceros y pongan una vivienda precaria y se queden viviendo en un campamento es una decisión que tenemos que analizar y ver sus causas, por qué está ocurriendo. Eso es algo que estamos haciendo y por eso el Presidente nos mandató por ejemplo a profundizar la política de arriendo, para ayudar a las personas que están imposibilitadas de seguir pagándolo por estar sin trabajo.
-Hace tiempo que se venía hablando de una burbuja inmobiliaria. ¿Se ajustarán los precios de arriendos y viviendas producto de la pandemia?
-Nosotros esperamos que ocurra un ajuste porque, efectivamente, hay una burbuja inmobiliaria en materia de precios de suelos también. Hay una serie de bienes de consumo que en los últimos años han ido bajando y son más asequibles para las personas, pero con la vivienda y el suelo eso no pasó. Entonces, es también un factor a considerar al momento de tomar decisiones a futuro. Sí esperamos que exista una corrección desde el mercado a la baja en los precios.
-¿Hay algún plan especial para que los migrantes puedan tener un acceso más fácil a la vivienda?
-Sí, hemos descubierto algo que por supuesto existía, pero que se ha profundizado en los últimos años, y es que existe un número importante de personas hacinadas en la Región Metropolitana, especialmente migrantes. Por eso estamos trabajando en un plan que va principalmente enfocado en migrantes, porque son ellos los que muchas veces caen en esta situación de estar viviendo en piezas o lugares en patios traseros de algunas viviendas que no tienen las condiciones mínimas de dignidad para un ser humano. Estamos sacando una a una a esas personas de esos lugares y a través de un subsidio de arriendo llevándolas a un sitio seguro. Desde la solidaridad, uno intenta apoyar primero a sus compatriotas, pero no podemos olvidar a personas que han decidido vivir en Chile y hacer de esta su patria.
-Un documento del Hogar de Cristo cuantificó en 10 años el retroceso en la lucha contra la pobreza. ¿Y en vivienda?
-Estamos retrocediendo en muchos aspectos, porque las personas están más vulnerables. La pandemia nos ha mostrado a millones de familias que han entrado en una situación de vulnerabilidad y probablemente antes de la pandemia ni siquiera entendían el significado de la palabra vulnerabilidad. Estamos hablando de muchas familias que nunca buscaron acceder a beneficios del Estado, que accedían a través de la banca a créditos con los cuales podían subsistir. Pero eso ha ido cambiando. Hay un millón 800 mil personas que han perdido su trabajo. Hay muchas que han visto reducidos sus ingresos de forma importante. Entonces eso también tiene un problema desde el punto de vista de la vivienda. En Chile existe un déficit cuantitativo, es decir, una falta de cerca de 450 mil viviendas. Pero también cerca de un millón y medio de viviendas, vale decir, una de cada cuatro, requieren algún tipo de reparación. El Presidente lanzó hace un par de semanas el plan de recuperación económica y social, como Minvu queremos transformarnos en uno de los pulmones de ese plan y creemos que el corazón de este plan van a ser las regiones.
-¿De qué forma?
-Estamos hablando de 400 mil soluciones habitaciones de aquí al 2022. Son 122 llamados a licitación en todo Chile.
-¿Qué tipo de acciones incluye este plan en regiones?
-Básicamente a través de aportes adicionales que son fruto de un acuerdo transversal del Congreso. Al Minvu se le asignaron 1.378 millones de dólares para ir en ayuda de las familias que requieren una vivienda y también para realizar obras urbanas. La generación de empleo es una de las claves o ejes del plan junto con la inversión púbica el apoyo a las pymes y la desburocratización del Estado. Pero básicamente lo que vamos a hacer es aumentar los DS19, que es el decreto en virtud del cual el ministerio facilita la construcción de viviendas con integración social. Vamos a aumentar en 50 mil las viviendas en todo Chile. Es una muy buena noticia, porque es tremendamente necesario. En materia de soluciones habitacionales estamos hablando del doble. Me refiero con esto a cuando el ministerio construye o repara viviendas. Estas 50 mil son adicionales a las 150 mil que ya estábamos construyendo.
-¿Qué estándar tendrán esas viviendas?
-Nos tocó participar hace unas semanas en la demolición en un proyecto que se llama Villa Jorge Alessandri de Antofagasta de viviendas que fueron construidas hace cuatro décadas y que tenían un poco más de 30 metros cuadrados. Lo que hemos resuelto es un nunca más a viviendas que le faltan el respeto, que vulneran la dignidad de las personas. Por eso estamos duplicando su superficie. En Chile las que se construyen tienen en promedio 60 metros cuadrados y eso implica prácticamente el doble de lo que se hacía antes. Nunca más viviendas que parecen cajas de fósforos, nunca más a viviendas de 30 metros cuadrados. Estamos multiplicando por dos el respeto, la dignidad y la superficie de las viviendas.
-¿Y su ubicación también está considerada en este nuevo estándar?
-Eso es fundamental, porque durante décadas lo que se hizo en Chile fue pensar en el número de viviendas y no pensar en la calidad o ubicación de donde están emplazadas. Eso también se acabó, por eso estamos trabajando en el concepto del "banco de suelos", que en el fondo gestionan los suelos que tiene el Estado para que los mejores en las ciudades sean destinados a viviendas sociales. Esa es la definición que estamos tomando y es el sello que vamos a dejar como actual administración. Vamos a construir viviendas sociales en los mejores suelos dentro de las ciudades, para que tengan el mejor equipamiento, el mejor acceso al transporte público, el mejor sistema de áreas verdes, de tal modo que el concepto de integración social sea una realidad. Nunca más viviendas en las zonas periféricas.
-¿Debiera estar la vivienda en la discusión del proceso constituyente?
-Pienso que sí, que de tomarse la decisión de parte de la ciudadanía en el plebiscito de octubre de iniciarse el camino a una nueva Constitución, lo que corresponde es que repensemos muchas garantías fundamentales que muchas veces se confunden con aspiraciones sociales. En el caso de la vivienda lo que debemos garantizar es el acceso universal al techo. Cuando uno le entrega una vivienda a una persona o una familia le cambia la vida para siempre. Y desde las políticas públicas debemos entenderlo de una vez por todas.