Crean el microrrobot autónomo más pequeño: es del tamaño de un insecto
INNOVACIÓN. El equipo de la Universidad del Sur de California que logró la invención más pequeña y liviana es liderado por el ingeniero chileno Néstor Pérez-Arancibia.
Redacción
La creación de microrrobots autónomos de menos de un gramo, capaces de realizar comportamientos complejos, sigue siendo un gran desafío en robótica. Esto se debe en gran parte a la falta de microactores que permitan altas densidades de trabajo y sean capaces de utilizar fuentes de energía específicas comparables a las de la grasa animal (38 megajulios por kilogramo).
Actualmente, la gran mayoría de los microrrobots entran en funcionamiento por accionadores eléctricos, producto de la baja energía específica de las baterías a pequeña escala (por debajo de 1,8 megajulios por kilogramo). Además, casi todos los robots móviles subgramo capaces del funcionamiento sostenido permanecen conectados a fuentes de energía externas a través de cables o campos electromagnéticos.
Sin embargo, un equipo de investigadores en Estados Unidos de la Universidad del Sur de California, liderado por el académico chileno Néstor Pérez-Arancibia, presentaron a RoBeetle, un robot de rastreo autónomo del tamaño de un insecto de 88 miligramos que es impulsado por la combustión catalítica de metanol, un combustible con alta energía específica (20 megajulios (MJ) por kilogramo (kg).
El diseño y realización de RoBeetle es el resultado de combinar la noción de NiTi-Pt controlable, un micromúsculo artificial catalítico basado en el del mecanismo de control mecánico integrado a escala milimétrica (MCM). "A través de experimentos atados en varios prototipos robóticos y la caracterización del sistema de las propiedades termomecánicas de su conducción músculos artificiales, obtuvimos los parámetros de diseño del MCM que permitieron a RoBeetle lograr la autonomía arrastrándose", detallan los investigadores en un artículo publicado en Science Robotics.
Para evaluar la funcionalidad y el rendimiento del robot, el equipo realizó una serie de pruebas de traslado: el robot arrastrándose bajo dos condiciones atmosféricas diferentes y en superficies con diferentes niveles de rugosidad, escalando inclinaciones con diferentes pendientes, transportando cargas útiles, y locomoción al aire libre.
Músculo artificial
En el estudio, los investigadores reconocen que las máquinas biológicas todavía superan a sus homólogas robóticas en casi todos los aspectos, incluyendo la conversión de energía, comportamiento y el control. "Los microrrobots a escala de insecto más avanzados, por ejemplo, aún no han alcanzado las capacidades observadas en las abejas y los escarabajos", aseguran en la publicación.
"En los últimos veinte años, se han desarrollado muchos microrrobots impresionantes. Sin embargo, (...) la mayoría de los microactuadores desarrollados hasta la fecha son eléctricamente impulsados y, por lo tanto, para funcionar sin ataduras, inevitablemente, requieren el uso de las baterías, que todavía exhiben densidades de energía relativamente muy bajas", explica Pérez-Arancibia, quien es ingeniero mecánico.
"La grasa que da poder a los insectos es de unos 38 MJ/kg. Inspirado por estas observaciones sobre la relación entre el poder y autonomía, me interesé en las tecnologías de microactuación no eléctricas. Así que, financiado por la Fundación Nacional de Ciencia (NSF), mi estudiante de PhD. Xiufeng Yang (primer autor del artículo) y yo, desarrollamos un nuevo tipo de microactuador que (...) puede ser impulsado por la combustión catalítica controlada de combustibles con altas densidades energéticas, incluyendo hidrógeno, metanol, butano y propano", detalla el académico. "Esencialmente, en nuestro trabajo presentamos este nuevo microactuador, que funciona como un el músculo artificial se extiende y contrae", agrega.
El microrrobot autónomo realizado por los investigadores es el más pequeño (mide 15 mm de longitud) y ligero capaz de funcionar de manera sostenida que existe hasta la fecha, según comenta Pérez-Arancibia.
88 miligramos
15 pesa el microrrobot autónomo realizado por el equipo que lidera el chileno Néstor Pérez-Arancibia.