Correo
Marx tenía razón
Esta semana me he convencido que Marx tenía razón cuando señaló que "Salvo el poder, todo es ilusión". En el lapso de cinco días hemos escuchado a un representante del Poder Ejecutivo afirmar que pronto se iniciará un proceso constituyente, sea cual sea el resultado de un plebiscito para decidir el cambio de la constitución; a una representante del máximo tribunal del Poder Judicial defender a otra jueza, con un argumento del cual se deduce que en las decisiones de los jueces no puede existir el error, la negligencia, ni el dolo; y a un representante del Poder Legislativo que elude la fiscalización sanitaria, afirmando que el tiene más autoridad que los fiscalizadores porque lo eligió el pueblo. Entonces, podemos concluir que, como lamentablemente afirmó Marx, la democracia en Chile es sólo una ilusión.
Enrique Alvayay Castro
Fe en tiempos de pandemia
Durante estos días hemos visto con asombro cómo las calles de nuestras ciudades se han llenado de personas haciendo filas para adquirir diversos bienes y servicios. En estos tiempos de pandemia, la fe ha sido un pilar fundamental para quienes somos creyentes. Me llama profundamente la atención que podamos hacer filas para satisfacer un sinfín de necesidades y que no podamos entrar a un templo. No le pido a las autoridades que permitan abrir de par en par las puertas de las iglesias y volvamos a tener los diversos oficios que en ella se ofrecen, simplemente les pido un momento de oración y recogimiento en nuestros templos, ya que muchos encontramos consuelo en Dios en tiempos difíciles como los actuales.
Carlos Sebastián Castro
Los niños primero
Es lamentable el conflicto que el tema ha suscitado entre el ministro de Educación y el Colegio de Profesores, siendo difícil de entender la actitud de rechazo asumida por este gremio. ¿Dónde está el compromiso con la educación de los niños?
En estos casi 6 meses nos hemos dado cuenta de que la educación a distancia ofrece valiosas herramientas para complementar el proceso de enseñanza y pudiera ocupar un lugar importante en la escuela, pero las clases presenciales son irreemplazables.
El cara a cara del profesor con el alumno no tiene comparación. La formación integral a la que aspiramos para nuestros niños y jóvenes requiere del contacto directo con los profesores. De la calidad de esta interacción puede depender en gran medida el compromiso del estudiante con su enseñanza. Muchos aprendizajes pueden lograrse a distancia, pero esto no siempre es posible, en particular los referidos al desarrollo de habilidades y destrezas.
Y es en el contexto escolar donde se produce el encuentro entre estudiantes, fundamental para la socialización, el desarrollo socioemocional, el sentido de pertenencia y la formación de identidad. La Unesco y otras organizaciones han declarado que el cierre de las escuelas es una amenaza no solo a la educación, sino que también al bienestar de niños y jóvenes.
Si se cumplen los protocolos correspondientes, el único conflicto que veo es niños que desean aprender con profesores que no están "ni ahí" con entregarle una educación de calidad a los niños.
Verónica Santana B., profesora
Vacunas y estudios clínicos
En 2015, Chile se posicionó como líder latinoamericano con 62,4 estudios clínicos por millón de habitantes. Ese mismo año se promulgó la Ley 20.850, cuyo texto resultó negativo para los patrocinadores de estudios clínicos al introducirse 14 artículos nuevos al Código Sanitario.
El punto más delicado radica en que "los titulares de las autorizaciones para uso provisional con fines de investigación (en este caso una vacuna), serán responsables por los daños que causen con ocasión de la investigación, aunque estos se deriven de hechos que no se hubieren podido prever o evitar".
El Código dice que "acreditado el daño, se presumirá que éste se ha producido con ocasión de la investigación y que la acción para perseguir esta responsabilidad prescribirá en el plazo de 10 años". Si transcurrido un tiempo un voluntario sano participante de una investigación con vacuna sufre cualquier enfermedad, podrá responsabilizar al estudio de lo ocurrido y recurriría a tribunales.
No pretendemos sostener que los titulares de las autorizaciones queden exentos de responsabilidad civil, pero si la idea es atraer la investigación clínica, este artículo del Código debe modificarse, asimilar las condiciones a estándar internacional y morigerar el tono intimidatorio que se advierte en casi todos los artículos aquí aludidos. En palabras simples, nuestro país no invita a invertir en investigación clínica, por el contrario, la ahuyenta.
Manuel José Irarrázaval y José Manuel Cousiño, académicos de la U. San Sebastián