Correo
AFP y pensiones
El sistema previsional de capitalización individual se funda en dos presupuestos: 1°) El financiamiento de la jubilación por ahorro obligatorio del propio trabajador, mediante el descuento del 10% de su remuneración. 2°) La administración de los fondos cotizados y el pago de las pensiones por organismos privados (AFP).
En su momento se estimó como la panacea del antiguo régimen de reparto. Para ejemplarizar sus bondades, se le comparó con un automóvil de alta gama.
No obstante, por diversos motivos, las pensiones resultaron exiguas: bajas remuneraciones, baja tasa de cotización, lagunas previsionales, aumento significativo del promedio de vida de la población, ausencia de mecanismos que mitiguen realmente las pensiones insignificantes, etc. Así, resultó que el estanque de combustible del automóvil del ejemplo no correspondía al de un Mercedes Benz, sino más bien al de una citroneta.
Tal panorama es sabido desde hace años. No obstante, sólo en las postrimerías del pasado gobierno (con mayoría parlamentaria), hubo una iniciativa legal que resultó inoportuna. El proyecto de este gobierno, que no difiere mayormente del anterior, sigue en trámite en el Congreso.
Con todo, lo que ha funcionado bien en el referido modelo son las vilipendiadas AFP, quienes han sido exitosas en su función específica, puesto que el 70% de los fondos previsionales que administran provienen de la rentabilidad producida por su inversión, aspecto que, a su vez, ha tenido el efecto de dinamizar la economía, alcanzando dichas inversiones al 80% del PIB.
En consecuencia, echarle la culpa a la AFP de las bajas pensiones es simple consigna.Jorge Ellenberg N.
Presunción de inocencia
En el marco del caso de Antonia Barra, parlamentarios de oposición y oficialismo presentaron, junto a la familia de la joven, un proyecto que, entre otras cosas, buscaría que todos los acusados por delitos sexuales sean considerados un peligro para la sociedad o la víctima. Por ende, la prisión preventiva sería aplicada como medida cautelar inmediata, atentando contra la presunción de inocencia y el debido proceso.
Si bien estamos absolutamente de acuerdo en que es fundamental resguardar y proteger a las víctimas, aquello no puede significar pasar por alto las garantías penales mínimas que tiene toda persona imputada de un delito. La justicia penal no puede valerse de un simple "mejor prevenir que lamentar".
Y no se trata de ser más o menos feminista, o creer que no hay cosas por mejorar, sino de entender que no podemos responder con leyes pulsionales a problemas que son complejos, violando algo tan básico como que todos somos inocentes hasta que se demuestra lo contrario.
Bárbara Haas
Caso Antonia Barra
Parece increíble que aún en el 2020 se cuestione a la mujer por sufrir una violación, donde la culpabilización de la víctima parece ser la norma.
Si algo bueno podemos sacar de la terrible historia de Antonia Barra, es la fuerza con que las mujeres nos hemos unido y levantado para decir "basta" a una sociedad que nos ha silenciado, objetivizado y minimizado. La rabia nos ha recordado algo que el mismo patriarcado nos obligó a olvidar: el hecho que somos hermanas, compañeras, amigas y confidentes.
Sin embargo, este lamentable hecho también tiene que ser un llamado a los hombres, ya que una gran parte de ellos ha guardado un absoluto, y quiero creer, "respetuoso" silencio. Pues, de no ser así, concluyo que es simplemente pudor, miedo a la culpa o temor frente a la pérdida de privilegios y poder.
He constatado los traumas que padecen muchas mujeres en su sexualidad por eventos pasados del que fueron víctimas. Es ahora cuando más necesitamos que los hombres alcen su voz, porque la creación de una sociedad humana, justa y sana necesita de esa energía.
Gracias al caso de Antonia quedó en evidencia lo profundo que cala aún el patriarcado en todas nuestras instituciones y la real devastación que significa una violación. Gracias a ella, esta causa tiene un nuevo impulso, que incluso invitó a los hombres a levantarse también contra un sistema desequilibrado y nos dio la oportunidad de nivelar las fuerzas, de crear desde el femenino y el masculino consciente un mundo que viva en armonía y que se aboque a la felicidad de todos y de cada uno de nosotros.
Paula González Collado