Correo
El Estado chileno
Las prácticas ejercidas por parte de nuestro Estado han producido la destrucción de esa imagen que teníamos o queríamos creer, del "Estado weberiano", es decir, autónomo con poderes y medios extraordinarios para dominar. Claramente, tal como un queso emmental, presenta vacíos y se convierte para muchos habitantes del país en un estado ausente, lo que es sumamente peligroso. La pandemia y el estallido social sólo han desnudado la pérdida de presencia y eficacia en las fronteras internas ya sean tangibles (barrios) o intangibles (poder). La única vía de solución es una reforma profunda que requiere un nuevo pacto político y social.
Carlos Rungruangsakorn, doctor en Ciencias Sociales y miembro del Grupo de Investigación del Rol del Estado Chileno de la Universidad Autónoma de Chile
Exclusión
No es fácil ser padre o madre, menos en medio de una crisis sanitaria y económica. Imagine por un momento estar en estos días con la angustia de perder el empleo, tener la necesidad de generar ingresos aún en la informalidad, ser responsable de adultos mayores que están aislados, saber que el pequeño negocio ya no va más, o que lo que tenía con tanto esfuerzo fue arrebatado por delincuentes una mañana después del toque de queda.
Imagine un padre o una madre lidiando con enseñar materias a los niños que ni siquiera ellos llegaron a conocer, viviendo en un lugar en que no hay escuela remota o ni siquiera internet, teniendo que convivir con balazos y fuegos artificiales, cuidándose de no hablar fuerte, preocupado de que ninguno de sus hijos salga ni por un momento, no tanto por temor al coronavirus, como por caer víctima de una pelea entre narcos.
Marcelo Sánchez, gerente general de Fundación San Carlos de Maipo