El transporte intercomunal opera con el 25 por ciento de su servicio
CRISIS. Empresarios del rubro realizan un sistema de turnos para funcionar de manera equitativa y obtener ganancias, debido a la baja demanda de pasajeros producto de la pandemia.
"Vine a realizar unos trámites a Osorno, pero ahora vuelvo a casa porque con esta situación que estamos viviendo, son pocos los buses que trabajan".
A Puerto Octay se dirigía ayer, tras permanecer por unas horas en la ciudad, María Becerra, antes de abordar el bus con destino a su comuna.
Desde que se anunció la emergencia sanitaria en el país, que en el caso de la provincia se agudizó tras decretarse cuarentena total a fines de marzo en Osorno, el rubro del transporte de pasajeros se vio seriamente perjudicado, primero porque era prácticamente imposible ingresar a la ciudad desde las comunas aledañas, por el cordón sanitario, y porque además había temor de viajar en un bus ante la posibilidad de contagio.
El presidente de la Asociación del Transporte Rural de Osorno, Manuel Peña, comentó que a nivel provincial se ha restablecido sólo el 25 por ciento del servicio.
En el detalle, Peña comentó que Puerto Octay está trabajando con tres máquinas que hacen 6 horarios, 3 de salida y 3 de vuelta, mientras que a Las Cascadas hay una sola máquina que trabaja en dos horarios.
A la ciudad de Entre Lagos, en Puyehue, hay 4 máquinas con dos horarios por bus, que suman 8 viajes en total.
"En Entre Lagos hay 20 máquinas que tienen más de 50 salidas diarias y en Puerto Octay es lo mismo, con 16 máquinas y salían cada 15 minutos, por lo que la situación es terrible", señaló Peña.
En el caso de las comunas de Purranque y Río Negro, la operatividad de máquinas es menor a 40 por ciento, mientras que en San Pablo se están realizando salidas en horarios intercalados, que son cada una hora aproximadamente, desde las 8 a las 18.30 horas.
Peña sostuvo que "me atrevería a decir, y bien optimista, que hemos restablecido en un 25 por ciento los servicios en relación a una época normal, ahora sin considerar que hay sectores que le llamamos ramales, que son caminos alimentadores como Pichidamas o Las Quemas, donde no hay servicio".
Agregó que la baja cantidad de servicios se debe a la escasa demanda de pasajeros, argumentando que ello sucede por el temor a contraer el covid-19, pero también porque están suspendidas las clases y hay personas que trabajan desde sus casas, sumado también a que la gente no está viajando simplemente para pasear.
Peña comenta que los empresarios del transporte de pasajeros se han tenido que organizar y efectuar turnos para que así todos puedan trabajar de manera equitativa para generar ingresos.
"Esta situación ha perjudicado a todos los que trabajamos en este rubro y por lo mismo estamos prestando el servicio de esta manera. Además, nosotros estamos muy expuestos a contraer la enfermedad y por nuestra seguridad también operamos así", dijo.