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Normas de la democraciaUna de las normas fundamentales de toda democracia, y que ha caracterizado a Chile desde los albores de la república, es la del respeto al Estado de Derecho, que podríamos definir como el respeto de la Constitución y las leyes, por parte de la autoridad. El comentado principio jurídico tiene como alcance histórico el despotismo ilustrado imperante en Europa en el siglo XVIII.
En Chile, encontramos dicho principio en los artículos 6 y 7 de la Constitución actual, que señala que "ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias" puede violarse el Estado de Derecho. Recordamos, a quien no lo sepa, que la norma citada ha estado vigente por casi 200 años en Chile y que nació producto de la anarquía que vivió el país al comienzo de su historia. Gran parte de nuestra tradición republicana se basa en estos artículos.
En razón de ello, y de las recientes acciones de la Presidenta y Vicepresidente del Senado quienes eligieron violar la Constitución y no respetar a la autoridad sanitaria respectivamente, convendría recordarles que el Estado de Derecho precisamente llama a proteger aún más la Constitución cuando las circunstancias son extraordinarias, como las que nos ocupan como país en este momento.
Aceptar cualquier tesis en contrario, es violar la tradición republicana del país, deshonrar la Constitución y merecer ser comparados a nivel histórico con quienes, en momentos graves, eligieron el camino de la anarquía en Chile o el despotismo ilustrado en Europa. A ellos recordamos, es el Estado de Derecho, estúpido.
Valentina Ramírez H.
Pescadores y empresas
¿Es moralmente aceptable que una ley tramitada en todas las instancias democráticas del país, es decir plenamente aceptada por la mayoría de los representantes de la ciudadanía en el Parlamento y visada por los órganos legislativos y jurídicos del gobierno, pueda ser revocada por un órgano externo de tenor administrativo, como el "Tribunal Constitucional", creado por la Constitución de 1980?
Si la ley de la jibia, que en algo permite a los pescadores menores subsistir frente a la pesca industrial, de suyo fue un logro de sangre sudor y lágrimas en un Congreso generalmente de poca empatía con el sector laboral, ¿puede nuevamente volver a cero por un órgano integrado en su mayoría por ex políticos de un sector favorable al poder económico?.
Son resabios de esa entelequia constitucional del Estado que otorga poder ilimitado y antidemocrático a pequeños grupos de poder, en toda circunstancia, provocando la ira y la reacción de los movimientos sociales.
Gaspar Millas del Río
Protestas en EE.UU.
No dejan de sorprender las manifestaciones y protestas que han surgido masivamente en EE.UU., escenario que ha sido catalogado como el peor estallido racial en 50 años. Pero al realizar una lectura detallada sobre las políticas que se han construido en torno a la población afrodescendiente, es posible observar un énfasis hacia la criminalización, segregación y violencia, que se ha traducido en el desarrollo de estereotipos y prejuicios que estimulan el menosprecio por la dignidad humana de las personas afrodescendientes.
Si bien el crimen de George Floyd ha despertado un amplio rechazo hacia la violencia racista, la sociedad estadounidense enfrenta un nivel de polarización que probablemente agudice las situaciones de conflicto, complejizando aún más los escenarios de solución.
Habrá que ver si las instituciones actuales están preparadas para asumir un proceso de transformación social de esta envergadura
Jorge Vergara Académico Escuela Psicología Universidad de Las Américas
Basura en calles de Osorno
Me sumo a la carta publicada hoy en este medio por el señor Rodrigo Fabián Hernández Arias sobre las personas que arrojan restos de jardines y basura en calle Germán Hube. Lo mismo sucede en sitios y calles de diversos puntos de Osorno, como en un terreno vacío, que pertenece a particulares, ubicado en Diego de Almagro con La Pincoya, donde vecinos del mismo sector arrojan desperdicios de todo tipo: restos de poda, bolsas con pasto, ropa, electrodomésticos, entre otros. Hay gente que no le interesa el bienestar del entorno, sólo su espacio privado (patio, jardín y el frontis de su casa). Son individualistas maleducados que no aportan nada a la ciudad. Ya es hora de frenar estas conductas.
Miguel Bernales