"Todos tenemos que sentir miedo de contagiarnos del coronavirus"
FISCALIZACIÓN. Esta semana anunció que se perseguirá con rigor a quienes no respeten las cuarentenas.
Ya es un rostro reconocible. Bueno, es un decir. Unos ojos, en rigor, porque su cara siempre está tapada por una mascarilla. La subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell Awad (38 años, abogada), ha encabezado desde su repartición el proceso de permisos, salvoconductos y fiscalizaciones de estos que han surgido producto del coronavirus. Así, nos hemos acostumbrado a verla en matinales y noticiarios, con carabineros en esquinas y carreteras, en La Moneda (sola y con la vocera Karla Rubilar) y en portadas de diarios, siempre didáctica, siempre amable. Hasta esta semana, en que se conocieron las bajas cifras de reducción de la movilidad en las zonas con cuarentena, lo que la obligó a golpear la mesa. "No nos va a temblar la mano", dijo, advirtiéndole a los que salen sin permiso o salvoconducto que se les aplicará "todo el rigor de la ley".
-¿Qué siente cuando sale a la calle y ve que la ciudad funciona casi normalmente?
-Estos últimos días he tenido que salir directo a los lugares de fiscalización en la mañana. Y me pasan dos cosas, veo a las personas que están saliendo de sus casas a trabajar para que todos los demás puedan estar en cuarentena, para que el grueso de las personas no se contagie y pueda abastecerse de los servicios esenciales. Pero también me encuentro con otras que no sienten ningún tipo de solidaridad con el resto y andan sin permiso. Algunos de estos salen porque quieren salir y no comprenden que ellos pueden causar la muerte de otros. Me indigna cuando siento que todavía no son capaces de comprender lo que este virus significa y cuántas vidas está costando. Esto me da fuerza para seguir trabajando por esa mayoría que está dando todo.
-¿Cree que la mayoría sí está haciendo el esfuerzo?
-Sí. Ahora, el tema es que el daño que ocasiona esa minoría (que no lo hace) es de alto impacto. El nivel de contagio que genera un individuo puede ser altísimo. En ese sentido, cómo no comprender que una persona puede contagiar a muchas otras, y esas otras a otras.
-Igual, hay mucha gente que no sale porque quiere, sino porque tiene que salir a buscar el sustento de su familia.
-Por supuesto, y eso es una preocupación. Por eso es fundamental todos los esfuerzos que se están haciendo para apoyar a las familias para que eso no tenga que ocurrir. Me refiero a llevar alimentación, al Bono Covid, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Todas las medidas sociales que apoyan a las familias que más lo necesitan hoy día requieren la mayor rapidez de parte nuestra.
-¿Cuál es la excusa más ridícula o indignante que le ha tocado escuchar en las fiscalizaciones?
-Una de las más indignantes fue en un cordón sanitario. Iba una persona con su camioneta y atrás llevaba una moto, que se veía que venía usada, de correr, además con la pinta de haber estado haciendo motocross. Y encima, con permiso adulterado. Y la respuesta de él fue que vivía en otro lado, que estaba trabajando y cuando le preguntamos por la moto dijo que la había comprado ese mismo día. O sea, el nivel de mentira era brutal.
Otro, iba manejando con permiso, pero por alguna razón el carabinero le pidió abrir la maleta del auto y ahí iba alguien escondido. No lo podía creer…
Miedo al covid
-Usted pasa hartas horas del día en la calle. ¿No ha sentido temor a contagiarse?
-Claro. Todos tenemos que sentir miedo de contagiarnos. Estamos viendo la realidad de esta pandemia que ha costado muchas vidas. Me preocupan todas las vidas. Hay que evitar que esto ocurra. Pero creo que todas las personas tenemos que tener conciencia de que esto le puede costar la vida no solamente a uno, sino que a tus seres queridos. En ese sentido es bueno sentir miedo.
-Mantenerse con miedo ayuda a no bajar la guardia…
-El peor de los mundos es pensar que podemos relajarnos, más mirando las cifras de lo que está pasando. Lo que pasó fue muy fuerte en Europa. Debemos tener conciencia de lo que estamos viviendo. No solo nos estamos poniendo a prueba nosotros mismos, a nuestra solidaridad, sino también a nuestro sistema de salud, inclusive nuestra capacidad de acuerdos en materia política. Yo creo que este virus efectivamente nos está desafiando. Para salir adelante debemos tener la voluntad de todos porque todos afectamos el resultado.
Zapatos en cloro
-¿Cuál es su rutina de sanitización cuando llega en la noche a su casa?
-Tengo una cajita con una esponja con cloro y agua. Pongo los zapatos ahí y luego los dejo en la entrada. Trato de desinfectarlos bien para usarlos al otro día.
-¿Y la ropa?
-Entro, me la saco y la meto a la lavadora. Luego me ducho todos los días a llegar.
-¿Y el saludo?
-Es como protocolo desde el día uno el saludo de lejos, y luego hago ese trámite ya contado.
-¿Cuántas mascarillas usa al día?
-Tengo tres o cuatro de género que las lavo todos los días. Cuando tengo que salir a fiscalizar uso mascarillas desechables y las boto, me lavo las manos y uso gel con alcohol.
-¿Guantes?
-No me gustan los guantes porque dan una sensación de falsa seguridad porque lo importante cuando uno usa guantes es que el virus se queda en los guantes y uno después se pasa las manos por la cara o algo así y se va a infectar igual. Por eso prefiero el gel.
-¿Cuán cerca ha estado el virus de usted?
-Tengo tíos, tías y primos contagiados. Todos bien ya, salieron de la enfermedad. No tuve contacto estrecho con ninguno. La verdad es que no he visto a mi familia desde que comenzó todo esto. Ni a mi mamá, mi papá. Y en la oficina menos mal hemos tenido poquitos casos, pero gente que no estaba viniendo, que estaba con teletrabajo. Ha sido bien duro. Por eso es importante mantener la distancia social, usar mascarilla, no confiarse nunca. La clave de esto es estar alerta siempre.
-¿Cómo vamos a ser después de la pandemia?
-Si sacamos todo esto juntos, vamos a seguir demostrando que Chile es un país que cuando es unido pasa cualquier cosa. Somos guerreros. Cuando ganamos la Copa América fue por ser un equipo, no por tener figuras. Cuando hemos sido equipo hemos tenido los mejores resultados. La parte más linda es la que nos ha demostrado esta pandemia, que los vecinos ayudan a sus vecinos, cómo las personas salen a ayudar a los demás. Esa es la esencia del chileno, y eso tenemos que recuperar.
"(En una fiscalización, otra persona) iba manejando con permiso, pero por alguna razón el carabinero le pidió abrir la maleta del auto y ahí iba alguien escondido. No lo podía creer". "Tengo tíos, tías y primos contagiados. Todos bien ya, salieron de la enfermedad. No tuve contacto estrecho con ninguno. No he visto a mi familia desde que comenzó todo esto".
"No somos inmortales"
El llamado de la subsecretaria a los "porfiados" es "a a que sean conscientes de que cada uno de sus actos afectan la vida de los demás, que no somos inmortales. Que la motivación de las personas sea siempre el proteger y no el tenerle miedo a una sanción, que no sea por la multa, sino por la conciencia. Porque este virus mata".