Prevención frente al ciberacoso
En tiempos de aislamiento social sube el uso de medios digitales para comunicarse, pero también se elevan los riesgos... Hoy, más que nunca, estar atentos ayudará a prevenir el daño irreparable que situaciones como el bullying y el grooming pueden causar...
Inquietud existe en la Superintendencia de Educación por las cifras nacionales relacionadas con un aumento del ciberacoso entre escolares. De acuerdo a datos entregados hace pocos días por esa repartición, el maltrato a estudiantes bajó en un 21% (aunque de todas maneras son más de 12 mil denuncias en el país) y el bullying u hostigamiento a través de medios digitales aumentó en un 7,1%.
Si bien esta alza registrada en 2019 es menor a las de años anteriores, los expertos señalan que hay posibilidades de que se incremente debido al contexto actual de trabajo y estudio a distancia en que nos encontramos; el cual permite muchas más horas de uso de tecnología y de presencia en redes sociales, sin tanto control o cuestionamiento.
El peligro asociado es que existen múltiples prácticas riesgosas que realizan los jóvenes a través de los espacios digitales (como el envío de mensajes y fotografías de connotación sexual a destinatarios no siempre seguros, por ejemplo), que los exponen no solo a problemas entre condiscípulos, sino a otros actores -adultos mayoritariamente- que usan esos espacios para engañar y buscar víctimas.
En este contexto es muy importante reforzar los programas de prevención desde los mismos establecimientos educacionales, pero también reiterar alertas para que las familias fortalezcan su rol protector. Es necesario que los adultos -padres y apoderados- se informen sibre qué redes están utilizando sus hijos e hijas, quiénes son sus amigos a través de ellas, qué datos buscan o los efectos que las interacciones que tienen en ellas causan en sus comportamientos. Hoy, más que nunca, estar atentos ayudará a prevenir el daño irreparable que situaciones como el bullying y el grooming pueden causar.
Es preciso - se decía entonces y se repite hoy con mayor razón- no desestimar la alta incidencia que tienen las malas experiencias vividas en internet sobre la salud mental de los adolescentes, siendo incluso un factor ligado a casos de suicidio. Recordar el triste ejemplo emblemático de Katty Winter sirve de aval para ese argumento, lamentablemente.