Cuesta creer que tan sólo hace algo más de 1.400 años existe el número cero como uno más de los dígitos que nos permiten representar cualquier cifra. Si bien es cierto el concepto "cero", que significa la cantidad nula, la nada, fue usado por los babilonios y los mayas, no fue hasta el siglo VII que el astrónomo y matemático indio Brahmagupta estableció reglas de operaciones matemáticas con él. Hoy, este guarismo se encuentra en toda la información digital, ya que está íntegramente formada por secuencias de unos y ceros.
Hace unos días se supo por declaraciones de las autoridades que el proyecto del relleno sanitario para Osorno partiría de cero. Es decir, dados los problemas que se fueron acumulando, que derivaron en acciones judiciales aún en desarrollo y la paralización de las obras, estamos ante una situación cuyo mejor destino es recomenzar.
Pero ¿se puede partir de cero? Claramente, no. Se cuenta ahora con la experiencia de un proceso fallido. Se sabe cómo no proceder. Partir de cero supondría que todo el tiempo transcurrido (desde 2013 a la fecha) y los miles de millones de pesos gastados no sirvieron de nada y terminaron, paradójicamente, en la basura.
Ya que se deberá rediseñar este proyecto, es preciso preguntarse si la localización es la idónea. ¿Se puede ubicar en otro lugar? El sitio actual está a menos de 3 kilómetros de numerosas viviendas y con poca conectividad. ¿Por qué debe Osorno recibir la basura de casi toda la provincia? ¿No será más barato y justo que cada comuna se haga cargo de sus propios desechos, minimizando así largos traslados? ¿Se puede dar otro destino a los residuos domiciliarios, más allá de depositarlos en un terreno como actualmente se hace? ¿Y el reciclaje? ¿Y la generación de subproductos? Con la basura se puede obtener fertilizantes, biogás, incluso, gracias a la incineración, generar energía para calefacción o iluminación pública, por ejemplo.
Nada de esto será analizado si la autoridad insiste en el proyecto inicial. Estamos ante la posibilidad de hacerlo mejor. Es de esperar que se expongan ante la ciudadanía las razones por las que se optará por una u otra solución para el futuro proyecto. Si el progreso no viene aparejado de mejor calidad de vida, no es progreso.
Alicia Vesperinas, presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) sede Osorno