Gobierno en silencio
A la fecha, la aprobación del gobierno ha sido un constante dolor de cabeza en el palacio de La Moneda. Algunos más pesimistas, como la encuesta Pulso Ciudadano, que otorgó un 7% y otros más optimistas, como Cadem, que endosó 13%, la cifra sigue siendo baja. El Presidente Piñera enfrenta la difícil tarea de proseguir su gobierno, que recién en marzo próximo cumplirá la mitad de su período.
¿Cómo gobernar con baja aprobación? Gobernar en silencio, sin elevar las expectativas ni con anuncios rimbombantes. El Presidente deberá reposar en sus ministros y colaboradores, evitando exabruptos o vocerías innecesarias. Puesto que, como aseveró el filósofo Confucio: "¿uno que no sepa gobernarse a sí mismo, cómo sabrá gobernar a los demás?".
José Luis Trevia
¿Se acabaron las vacaciones?
Regresar al trabajo luego de las vacaciones puede ser un proceso complejo para algunas personas. Dependiendo de sus características individuales, así como también de las características de contexto laboral en el cual se desempeñan. En algunos casos, es recurrente experimentar síntomas tales como lentitud para ejecutar las tareas, insomnio, irritabilidad, cambios de humor y desinterés en lo que se está haciendo, evidenciando claramente que no se ha logrado una adecuada adaptación a las labores habituales de un trabajo.
Se debe considerar que, en el periodo de vacaciones, por lo general, las personas modifican sus rutinas y sus horarios en un contexto asociado a la libertad, al descanso y al relajo, siendo en ocasiones muy difícil volver a adaptarse a una jornada que contempla horarios, responsabilidades y metas.
En situaciones donde se hace difícil volver a laborar, se recomiendan una serie de acciones que ayudan y permiten una mejor adaptación. Por ejemplo, se sugiere considerar 2 a 3 días de descanso en el hogar antes de reintegrarse al trabajo, para poder modificar los horarios de sueño a los que se acostumbra durante el año.
Una vez que se retoman las funciones, se debe recordar que no es posible solucionar todos los pendientes acumulados durante el periodo de descanso, estas tareas deben ser asumidas en forma gradual y priorizando aquellas de carácter urgente.
Durante la primera semana, tome unos minutos durante el día para conectarse con su respiración, intente mantener una inhalación y exhalación profunda tomando consciencia de este proceso básico que, sin duda, le generará una sensación de relajo.
Por último, recuerde que no sólo en vacaciones se puede ser feliz, es necesario aprender a valorar todos aquellos momentos del día en los que se puede generar una emoción positiva, en este sentido, resulta eficaz establecer, de manera frecuente, estrategias de autocuidado de tipo recreativas que le permitan disfrutar en otros contextos.
Ivonne Maldonado Académica de la Escuela de Sicología Universidad de Las Américas
Obligación de defenderseAnte el anunciado aumento de la violencia terrorista-delictual para marzo, cabría comentar que los gobernantes deben saber prever lo peor y tener el coraje y el valor para adoptar las medidas necesarias a fin de evitar que ello ocurra, por duras que estas medidas sean.
Lo peor sería que quienes están promoviendo la insurrección revolucionaria en curso logren sus objetivos de derrocar a la autoridad legalmente constituida y de hacerse con el poder total, para así desmantelar la institucionalidad que nos rige -que establece las bases de una sociedad libre- y sustituirla por otra colectivista, igualitarista y estatista; la que lleva en sí el germen del totalitarismo.
El Gobierno no debe dejarse amedrentar por los pocos que persiguen esos objetivos y debe cumplir sus funciones esenciales: conservación del orden público, protección de los derechos de las personas y promoción del bien común. Para ello el Estado cuenta con el monopolio de la violencia física legítima; violencia que no sólo es legítima cuando es aplicada por la autoridad legítima, sino que es justa, cuando es adecuada para lograr mediante ella la restitución del orden exigido por el bien común.
El Estado tiene la obligación de resguardar el orden institucional de la República y de defenderse con todos los medios a su alcance, aunque para ello sea preciso adoptar medidas extremas. Salus populi suprema lex est -la salvación del pueblo es ley suprema- era el primer principio del Derecho Público Romano.
La historia sólo condena a los pueblos que renuncian a defenderse.
Adolfo Paúl Latorre Abogado