Sergio Silva

Catorce carabineros lesionados, uno de ellos con impacto de proyectil; un depósito de gas saqueado y una caseta de seguridad del Centro de Salud Familiar (Cesfam) con daños, fue el resultado de los actos de violencia que se registraron luego del intento frustrado de desalojo de 25 familias desde una toma ilegal situada a un costado de la Ruta U-400 al mar, en la población Quinto Centenario.

Tras los enfrentamientos que comenzaron la mañana del miércoles 19 y que se extendieron durante gran parte de la jornada de ayer, con el corte del tránsito por la ruta al mar (ver página 5), Carabineros intentó en varias oportunidades restablecer el orden, no obstante, fueron superados por los manifestantes violentos, lo que obligó a pedir refuerzos de Puerto Montt, con personal del Gope y Fuerzas Especiales.

Pese a ello, la turba logró que la policía se retirara del lugar, sin cumplir el objetivo de habilitar el tránsito en la vía.

"Nuestro deber es restablecer el orden público y evitar que salgan personas lesionadas. Nos retiramos del lugar, ya que no contamos con los elementos disuasivos necesarios. Pedimos apoyo al Gope y Fuerzas Especiales, porque había mucha gente lanzando objetos contundentes e incluso disparos. Por seguridad opté retirar al contingente. Había múltiples sectores con barricadas, pero aún queda restablecer el camino a la costa", señaló el prefecto (s) Miguel Herrera.

El oficial policial indicó que hay diversas órdenes para desalojar terrenos y ya se ha concretado más de una decena.

"Lamentablemente, el municipio en esta ocasión no contó con los medios suficientes para concretar de manera rápida el desarme de las construcciones ligeras. Nuestra función es resguardar la seguridad de las personas que hacen esta labor y, al verse intimidados, tuvimos que resguardarlos y retirarlos del lugar para que no sean atacados. A las 7 de la mañana había sólo una persona en el campamento y se estaba concretando de manera normal hasta las 8.30 horas, cuando llegaron las demás familias", dijo el comandante Herrera.

Heridos

Un subteniente de Carabineros resultó con lesiones leves al recibir un impacto de perdigón en su rostro, con compromiso en una de sus orejas, lo que dejó en evidencia el uso de armas de fuego hechizas por parte de los manifestantes violentos, razón por la que se debió pedir apoyo para disolver el movimiento.

Sería el hecho de mayor complejidad registrado durante la jornada del miércoles, lo que además dejó a otros 13 uniformados con lesiones de diversa índole. Tras retirarse del lugar, los manifestantes comenzaron a instalar barricadas.

"No hay civiles heridos, pero 14 funcionarios quedaron con lesiones tras el actuar agresivo de estas personas que mantienen alterado el orden público con el corte de la vía principal al mar", dijo el jefe de la Tercera Comisaría, capitán Germán Ramírez, al entregar un reporte de los heridos.

Saqueo y daños

Sin embargo, esta situación no fue el único hecho lamentable, ya que en las cercanías del lugar donde se realizaría el desalojo hay una distribuidora de gas que fue saqueada. Su dueño y familia intentaron defender el negocio.

"Una turba ingresó y se llevaron cilindros de gas, que incluso amenazaban que iban a poner en medio de las llamas de las barricadas. Junto a mi familia nos dedicamos a defender el negocio y no pudimos dormir, por el miedo a que volvieran. Logramos conversar y les manifesté que entendía sus demandas, pero el punto principal es que las autoridades no hacen las cosas bien y quienes terminan siendo las víctimas somos los que trabajamos de manera honrada", señaló Guido Naguil, muy afectado, quien además agradeció a sus vecinos que salieron a prestarle apoyo durante la situación.

Los funcionarios del Centro de Salud Familiar (Cesfam) de la población Quinto Centenario también fueron víctimas de los daños, ya que un grupo de sujetos a rostro cubierto ingresó la madrugada de ayer al recinto de salud para robar tres cámaras de vigilancia, además de destruir la caseta del personal de seguridad y prender fuego.

"Había una funcionaria en el turno de seguridad, quien logró conversar con los vándalos y sacar sus pertenencias. Luego quemaron un basurero con especies y destruyeron los vidrios del recinto. Es un hecho que lamentamos", comentó el recién asumido director del recinto, Roberto Bravo.

Por su parte, Pablo Garcés, segundo director de la Asociación de Funcionarios de la Salud Municipalizada, junto con lamentar los destrozos, indicó que comprende las demandas de las familias, ya que muchos son pacientes del recinto. También agradeció a quienes reaccionaron tras los actos violentos que afectaron la tranquilidad de los residentes del barrio.

"Agradecemos a los residentes del sector que ayudaron a la funcionaria de seguridad y permitieron que los antisociales salieran, lo que demuestra el cariño y cuidado que tienen hacia el recinto de salud", sostuvo Garcés.