La ley 20.500 sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública, promulgada a inicios del 2011, consagra el involucramiento activo de los ciudadanos en aquellos procesos de toma de decisiones públicas que tienen repercusión en sus vidas. De esta manera, el Estado reconoce a las personas el derecho de participar en sus políticas, planes, programas y acciones.
Es muy conveniente e imprescindible, hoy por hoy, que podamos participar en la elaboración de políticas que tendrán efecto en nuestra vida. Como dijo Abraham Lincoln en su famoso discurso de Gettysburg en el año 1863, "la democracia representativa es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".
Por positiva que sea la participación ciudadana, debe acotarse a límites razonables. Existen materias que sólo deben ser abordadas por quienes tienen el conocimiento y la preparación idónea. Nadie consideraría correcto que un médico decida mediante votación de sus pacientes el procedimiento a seguir en una cirugía.
Lo mismo sucede en temas propios de la ciudad. Los urbanistas son profesionales formados en un conjunto de conocimientos que proporcionan las bases fundamentales para resolver los problemas de las ciudades. Estudian disciplinas tan diversas como la arquitectura, la ingeniería civil, de transporte, las ciencias políticas, la ecología, la geografía, la economía, el derecho, la sociología, la historia, la antropología, la lingüística, la semiótica, etcétera. Sólo así se está preparado para acometer la trascendental tarea de diseñar el espacio donde habitaremos.
Es posible que la irresponsabilidad de muchos programas televisivos que encumbran a nivel de experto muy rápidamente a cualquier opinólogo, confunda a la audiencia. Quizás la irrupción de las redes sociales, tan buenas para mantenernos conectados, a su vez nos desinforman, ya que, como cantaba Carlos Gardel: "ahí vale lo mismo un burro que un gran profesor".
Nos enfrentamos a grandes problemas en temas de salud, vivienda, pensiones, medio ambiente, seguridad y tantos otros. Es hora de escuchar a quienes tienen el conocimiento. Volvamos a confiar en quienes han dedicado su tiempo a estudiar. Seguramente nos dirán que no hay recetas mágicas. Es la verdad, pero mientras antes enmendemos el camino, mejor.
Alicia Vesperinas ingeniero civil estructural, presidente CChC Osorno