Osorno registra la segunda tasa de donantes más alta del país
SOLIDARIDAD. La unidad de Procuramiento y Trasplante de Órganos y Tejidos del Hospital Base San José de Osorno llegó a un índice de 17,3 por millón de habitantes, mientras que Aconcagua alcanzó 18,7. Enfermeras de este equipo relataron cómo funciona esta instancia y derriban mitos acerca de estas donaciones, que pueden salvar una vida o mejorar su calidad.
Un total de 79 personas han podido vivir más, gracias a los órganos donados por parte de osorninos, desde 2005 a 2019. Y, sólo entre fines de 2017 y el año pasado, otros 81 pacientes de la región mejoraron ostensiblemente su calidad de vida, debido a que recibieron transplantes de tejido corneal, óseo o de membrana amniótica.
Esas cifras humanizan las muy positivas estadísticas de la unidad de Procuramiento y Transplante de Órganos y Tejidos del Hospital Base San José de Osorno, que el 2019 tuvo una tasa de 17,3 donantes fallecidos por millón de habitantes.
Dicha tasa, además de ubicarla largamente por sobre la tasa nacional de 10,4, la posiciona en el segundo lugar entre los servicios de salud del país en este ámbito, bajo el 18,7 de Aconcagua y sobre el 16,3 de Valparaíso/San Antonio, según información publicada por el Ministerio de Salud el pasado viernes 3.
Asimismo, los datos correspondientes al principal centro asistencial del Servicio de Salud de Osorno también muestran, en este último quinquenio, tasas sobre el promedio nacional.
Por ejemplo, en 2018, este recinto presentó una tasa de 13,4 que duplicó el 6,6 del país; mientras que en 2017 esta provincia llegó a una tasa de 20,1, el doble del 10.0 nacional. Y, si bien el 2016 sólo alcanzó un 4.3 por millón de habitantes, inferior al 7.9 nacional, el 2015 este servicio había tenido una tasa de 13, muy superior a los 7.1 por millón de habitantes del país.
Y, en la comparación 2010-2019 de la cantidad de donantes con respecto de otros servicios de salud, con una población provincial que en Osorno era de 230 mil según el Censo 2017, esta provincia registró 22 casos, misma cantidad de Valdivia, pero que tiene 60 mil habitantes más que nuestra zona. Y, en el mismo lapso, Puerto Montt tuvo 20 donantes, pero la provincia cuenta con más de 408 mil personas.
En cuanto a los últimos cinco años, la tendencia muestra a Osorno liderando con 16 donantes, versus 15 de Puerto Montt y 11 de Valdivia.
Testimonio
Erika Schmitt es una de las osorninas que fue trasplantada, gracias a que la familia de un hombre de 59 años respetó la voluntad que él había manifestado, en cuanto a dar vida después de fallecido.
Esta mujer de 72 años, que presentaba un cuadro de riñones poliquísticos, está consciente de la gran suerte que tuvo ya que, tras un año y medio de espera, el órgano compatible apareció dos meses antes de que empezara a dializarse.
Y mayor aún fue su fortuna, si se considera que tenía un sistema inmunológico de alto riesgo por sus elevados anticuerpos, lo que podría haber elevado la posibilidad de rechazo del órgano, lo que finalmente no ocurrió.
Añadió que tras ser trasplantada en un recinto privado de salud de la Región Metropolitana, "mi cuerpo aceptó inmediatamente el órgano e incluso los médicos estaban sorprendidos", recordó.
Contó lo emocionante que fue para ella recibir el riñón, por lo que quería contactar a la familia para agradecerles, pero no la dejaron y nunca supo quién fue su donante.
La osornina insta a que la gente tome conciencia de la importancia que tiene la donación de órganos, tema en el cual opinó que el gobierno tiene por delante una gran tarea, ya que indica que la ley de donación de órganos no está bien hecha.
Es enfática al expresar que "si un paciente quiere dar un órgano, debería respetarse su decisión y no que la familia después se niegue a acatarla".
Con emoción, recordó que "ahora tengo dos cumpleaños: mi nacimiento y el 16 de noviembre, día en que recibí el riñón, y lo celebré con quienes me cuidaron. Estoy feliz, me siento muy bien y no he tenido problemas", destacó Erika.
Equipo
La paciente también valoró el gran apoyo del personal de la unidad de Procura de Órganos, quienes la controlan y, hace algún tiempo, le entregan el tratamiento de inmunosupresores que deberá tomar de por vida, el que recibe gratis en el Hospital San José.
El equipo está liderado por su jefe, el médico Ricardo Iturbe y además lo integran el también médico Francisco García (subjefe), Rebel Parada (enfermera encargada) y Valentina Soto (enfermera clínica).
Rebel Parada explicó que procura es la extracción de órganos sólidos y vitales: corazón, pulmón, hígado, riñones y páncreas; además de tejidos corneal, óseo, membrana amniótica, piel y válvulas cardíacas.
Destacó que "aparte de procurar órganos, también contamos con un programa de tejidos y somos el único hospital de nivel sur que lo tiene. Los órganos salvan vidas, pero los tejidos mejoran la calidad de vida, como por ejemplo la córnea que permite ver", subrayó.
Rebel acotó que desde fines de 2017 trabajan en el programa de tejido corneal, mientras que en noviembre 2018 empezaron con el de membrana amniótica y a mediados de 2019 partió el de tejido óseo, labor que a la fecha ha beneficiado a 25, 34 y 2 personas de la zona, respectivamente.
Valentina Soto contó que la meta ministerial 2019 eran dos donantes por millón de habitantes y llegaron a 4, por lo que alcanzaron la tasa de 17,3.
"Estamos contentos por la solidaridad que han tenido la comunidad os osornina, al hacer este acto de amor que puede ayudar a otras personas a vivir", comentó Valentina.
Mitos
Rebel Parada añadió que sólo el 2% de las personas que fallecen en un hospital por muerte encefálica puede ser donante.
Y cuando ello ocurre, en un contexto de enorme dolor, con gran empatía y tacto miembros de esta unidad se acercan a los familiares para solicitar la donación de órganos y tejidos.
Pero la respuesta no siempre es positiva, algunas de estas veces por el desconocimiento que existe en algunas personas.
"Por ejemplo, si hablamos de la córnea, algunos creen que le vamos a sacar el ojo. Pero la ley estipula que, por este acto de amor y altruismo, no tendrá ninguna alteración anatómica ni siquiera por la extracción", aclara Rebel.
La encargada expresó que, si bien todos somos donadores universales, salvo que alguien lo manifieste por escrito, en una parte la ley indica que "en caso de duda fundada, se consultará a la familia", por lo que en última instancia, puede decir que no, pese a la voluntad del fallecido.
"Ahí está el punto crítico de la donación, porque muchas veces hay familias que no saben qué quería el paciente y prefieren no hacerlo. Por eso, hay que conversar en familia sobre este tema tan importante", enfatizó Valentina Soto.
"Si un paciente quiere dar un órgano, debería respetarse su decisión y no que la familia después se niegue a acatarla"
Erika Schmitt, Osornina transplantada de riñón
79 personas han podido seguir viviendo tras recibir, desde 2005 a la fecha, órganos donados por osorninos que expresaron su voluntad en vida, la que pese al dolor fue respetada por sus familiares.
17,3 donantes fallecidos por millón de habitantes es la tasa que alcanzó el 2019 la unidad de Procuramiento y Transplante de Órganos y Tejidos del Hospital Base San José de Osorno.
2 meses antes de empezar a dializarse, apareció el riñón compatible que necesitaba la osornina Erika Schmitt. Ha pasado poco más de un año y dice que está feliz y no ha tenido problemas.