Monseñor Francisco Valdés
El 23 de septiembre de 1908 se abrió una ventana de luz para el sur austral de Chile con el nacimiento del "Siervo de Dios" en Santiago, monseñor Francisco Valdés Subercaseaux, que al parecer su ADN lo tenía en La Araucanía junto a sus hermanos mapuches. Este futuro capuchino sintió desde muy joven el llamado de San Francisco de Asís para que fuera el guía de los más desvalidos de este sacrificado país y así ayudar con la Doctrina de Jesús al mejor y único arquitecto de mundo, a que los fieles seguidores del Unigénito Hijo de Dios sirvan a sus hermanos y amen a Dios por sobre todas las cosas.
El Padre "Panchito", como lo llamaban sus fieles, se entregó en cuerpo y alma a defender y guiar a su grey desde que fue sacerdote capuchino. Lo consagraron como el primer obispo de Osorno en 1956, en donde realizó una encomendable labor llena de sacrificios y desvelos por sus hermanos desvalidos.
Entonces tuvimos la suerte de conocerlo personalmente y puedo dar fe de que era un curita para admirar y respetar por su sencillez y su estoico comportamiento con la sociedad. Don Francisco Valdés no solamente se preocupaba de lo espiritual, sino también de lo material en un buen sentido, ya que esto llevó a nuestra bella Catedral que adorna la plaza de Armas.
Pero el Siervo de Dios fue mucho más allá. Cuando los chilenos y argentinos estuvimos a punto de emprender una guerra fratricida, este humilde hombre le pidió al Santo Padre que evitara un derramamiento de sangre.l He ahí la figura salvadora del Cardenal Antonio Samoré, quien viajaba desde Roma a Buenos Aires y de ahí a Santiago, y con la ayuda de Dios nos salvamos de una guerra que nos separaría.
Por lo tanto, le ruego a mis hermanos osorninos que nos acompañen los días 4 de cada mes, en donde se celebra una santa eucaristía en la Cripta de la Catedral de Osorno por el descanso eterno del alma de don Francisco Valdés y que sea canonizado a la brevedad . De esta manera podríamos agradecerle a este humilde capuchino todo lo que nos entregó por la paz y tranquilidad.
Duberlí Guerrero Rosas
Saqueos en Osorno
La mayoría de los chilenos ya dio a conocer su descontento en estas sucesivas marcha de apoyo al remedo de una serie de injusticias sociales y económicas que sufrimos gran parte de la población. Que el gobierno de turno haya recogido el guante y trate de mejorar la actual situación, ojalá y así sea. Pero de ahí a que esto se transforme en una guerra de terror, saqueos, robos y amedrentamientos, por parte de una minoría, ya se transforma en un caos que hay que frenar de una vez por todas.
Como ejemplo, el servicentro Petrobras de Ramírez con Pérez ha sido saqueado tres veces, destruyendo toda su infraestructura y robando todo lo que han podido. Pero lo que más aterra es el amedrentamiento hacia las personas que allí trabajan, insultándolos y amenazándolos con prenderle fuego al servicentro con ellos en su interior (cosa que no me cabe duda harán). Resultado: se desalojó el negocio, abandonándolo a la suerte de los vándalos, que rajaron las mangueras de abastecimiento de combustible y que a la postre incendiarán sin medir el catastrófico resultado para los vecinos del entorno.
De todo esto se ha dado aviso a las autoridades civiles y de seguridad. Estos últimos detuvieron a un par de menores de edad, que seguramente ya están en la calle esperando el próximo asalto. Me imagino que no esperaremos como Nerón tocando la lira mientras arde Osorno.
Víctor Hinostroza Gericke
Descuentos en librería
Miércoles 30 de octubre de 2019, 11:30 am, Osorno. La librería "Qué Leo" de Osorno figura convertida en un cuartel de guerra, un búnker para el fin del mundo. Cualquier despistado pensaría que la librería cerró y que ahora, en proceso de reconstrucción, le han puesto unas planchas de zinc por fuera, para poder trabajar en su interior.
Sin embargo, unos rayados sobre las planchas de zinc te sugieren buscar la puerta y entrar: "Somos igual a la tía del Kiosco", "#continuamos luchando" y "piensa y luego actúa". Una vez adentro, clientes y vendedores se mueven en un clima de soterrada extrañeza. No sólo por la situación general que conmociona al país y a la ciudad, sino además porque los libros, por cierre del local, están con descuentos que van desde el 10% hasta el 50%.
¿Habrá alguna relación entre los hechos acontecidos en el país y en la ciudad con el cierre del local? ¿Será uno consecuencia del otro?
César Gómez Rodríguez
Discapacitados y crisis social
¿Cuántos aprendieron a leer y escribir en la escuela especial como para expresarse verbal y por escrito en una situación como la que estamos viviendo, aunque más de alguno portaba credencial de discapacidad leve? ¿Qué pasó con ese curriculum educativo para con esos alumnos?
¿Qué pasaría si ese curriculum ordenara en los últimos años de educación especial (no olvidar que el alumno puede estar hasta los 26 años) que se le preparara, por ejemplo, como reponedor de supermercado, o si su discapacidad es física, que tal o cual supermercado manejara uno o dos espacios para cajero en silla de ruedas) ¿Cuántas de esas personas, ciegas por ejemplo, no pueden desplazarse por Osorno? (sin veredas accesibles por ejemplo)
Y de estas mismas personas ciegas, ¿cuántas han accedido a capacitación y luego de eso a un trabajo formal? ¿Cómo llegarían los que se trasladan en silla de ruedas usando movilización colectiva? Y sólo hablamos de algunas discapacidades, sin abordar, por ejemplo, el mundo de los autistas.
¿Cómo puede hacer conciencia una madre de un pequeño autista en un aula con 30 alumnos, de que su hijo necesita un ambiente y trato adecuado a él y que le va a permitir, sin dudas, sacar adelante las tareas que se le soliciten? Pero debe estar en esa sala de clases y debe ser atendido, amado y escuchado.
Las personas con discapacidad de Osorno tienen mucho que decir. Y lo han estado diciendo directamente a las autoridades, locales y nacionales. Ellos deben volver esa mirada que siempre estuvo tan lejana; deben volverla a quienes conforman estas instituciones de y para la discapacidad, y que sufren todos los males que se han enumerado en estas semanas, inequidad, pobreza, injusticia, pero aparte de eso, lo viven desde la indiferencia, son invisibles a la sociedad.
Una vez más, la voz de las personas con discapacidad queda silenciada por quienes no han sabido o no han querido considerarlos sus iguales.
Miriam González Martínez, madre de discapacitada
"No claudicaremos"
Felicitaciones al jefe de Zona de Carabineros, Patricio Yáñez, por su artículo "No claudicaremos" (Carta al Director publicada en la edición del pasado sábado.
Carabineros merece respeto y respaldo de todos los chilenos que aman la tierra que nos vio nacer. Gracias por vuestro trabajo y valor con el que están enfrentando este "caos".
María Luisa Sanhueza