Encuentro de Orquestas culminó con aprendizajes y emotivos reencuentros
BINACIONAL. Una docena de agrupaciones musicales de Chile y Argentina presentaron ayer, en el gimnasio Aldea Juvenil, un ensamble general que incluyó instrumentos de la Patagonia.
El VII Encuentro Binacional de Orquestas Latinoamericanas (Molpa) reunió a más de 400 adolescentes pertenecientes a grupos tanto de Argentina como de Chile que, durante tres días, compartieron su pasión por la música y al mismo tiempo formaron lazos entrañables en las distintas actividades.
Desde el 26 al 28 de septiembre el gimnasio de la Aldea Juvenil sirvió de sede para la presentación de 11 agrupaciones musicales, gracias a la organización del Colegio Artístico Santa Cecilia y el Movimiento de Orquestas Latinoamericanas de la Patagonia, que abordaron en sus composiciones el tema "El Agua como Derecho".
En medio de ensayos, pasacalles y recorridos por la ciudad el intercambio cultural resultó inevitable. Por ello, los participantes coincidieron en que lo mejor de la experiencia fue la oportunidad de conocerse y, en un futuro, reencontrarse.
Cercanía argentina
La presencia de músicos argentinos es constante en este tipo de encuentros. En esta ocasión viajaron a Osorno desde Cipolleti, San Martín de los Andes, Esquel, Río Turbio, Viedma, Trelew y Plottier.
Durante la mañana de ayer fueron invitados a participar en un recorrido por los puntos turísticos de la ciudad y posteriormente, en la tarde, retornaron al gimnasio para los ensayos del número que presentaron todas las orquestas en conjunto.
Ainara Parra, quien es percusionista de la Orquesta Folclórica Amulen (Cipolleti), contó que en varias oportunidades ha visitado Osorno para unirse a eventos similares.
"Estoy acá con mi orquesta para esparcir nuestra música en otros lados del mundo, además para ayudar a nuestra madre tierra por el tema del agua. Estoy muy contenta de estar acá porque es un hermoso lugar Osorno, igual que Chile, y también de ver a mis amigos de otras orquestas", contó la niña de 12 años sobre sus impresiones al cierre de la jornada.
Aseguró que en los tres días pudo dar a conocer su música en una escuela, escuchar otras presentaciones y visitar nuevos sitios.
"Todos son buenas personas y se han inspirado por la música desde hace varios años. Tienen mucha experiencia con instrumentos, con lo que tocan, y siempre ponen su corazón en ello", agregó.
Para Franco Suárez, de 9 años, esta fue su primera vivencia en la ciudad, aunque hace tres años que se dedica a la música.
Actualmente es uno de los encargados del bombo en la Orquesta Pu Kara (Río Turbio), que se presentó el viernes. "Lo que más me ha gustado es que podemos tocar las orquestas juntas. Es muy lindo estar con otros compañeros, conocí a uno de ellos y estuvimos hablando toda la tarde", expresó.
Reencuentros
En los días que se llevó a cabo este encuentro, a través de talleres, los anfitriones enseñaron el ensamble final a sus invitados y, para ello, se juntaron por instrumentos.
Martina Ávila (18), estudiante de cuarto medio del Colegio Artístico Santa Cecilia, lleva ocho años tocando instrumentos. Desde su perspectiva esta actividad se diferencia de otras porque "cada vez son más generaciones que pasan por acá. Yo aprovecho y me reencuentro con gente que conozco de hace mucho tiempo".
A horas del cierre del evento y tras días de aprendizaje, para muchos lo más difícil será separarse. "Tengo ganas de que no llegue (el último día de conciertos) porque después se irán y todos lloramos", concluyó.