Crónica El Austral
Lanzado hace un año y medio, el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) se ha consolidado como el espacio donde todos los eslabones han podido acceder a información global clara del sector, lo que ha contribuido a transparentar su funcionamiento y a mejorar las confianzas.
Esta fue la razón por la cual el Consorcio Lechero invitó a Jorge Giraudo, director ejecutivo de la instancia, para exponer su experiencia en el Simposio de Empresarios Lecheros realizado esta semana en Osorno.
El trabajo del OCLA coincide con uno de los ejes centrales de la Agenda de Desarrollo Sustentable del Sector Lácteo Chileno, que estableció el Consorcio Lechero y que busca favorecer la transparencia y mejorar la disponibilidad de información para los diversos actores en el mercado lechero nacional.
Jorge Giraudo, quien además fue presidente del Consejo de Administración de la empresa láctea argentina SanCor Cooperativas Unidas Limitada, detalló que el observatorio aporta información para todos los actores de la cadena, en especial productores primarios e industria.
"Esto permite apreciar en contexto cómo evoluciona el sector en producción, elaboración y comercialización (ventas, precios etcétera), dando solución a un problema de transparencia del mercado", indicó.
-¿Este observatorio ha permitido disminuir la tensión que existe entre productores e industria, presente con distintos grados de intensidad en el mundo entero?
-Es un proceso en curso, porque son muchos años de tensiones. Incluso, en los países más desarrollados sigue existiendo esa tirantez en la relación, la que se suple solamente en los esquemas cooperativos, donde el productor tiene una participación adicional en el negocio. Otros elementos de tensión están dados por los márgenes que aplica la cadena comercial y finalmente por el rol del Estado, a través de la presión impositiva que ejerce sobre toda la cadena.
-¿Cómo lograron el compromiso de toda la cadena para que cada eslabón aporte su información?
-Hubo que hacer un trabajo muy arduo. Por ejemplo, para la elaboración de los costos de producción se recurrió al Inta (homólogo del Inia chileno) y hubo además un gran desarrollo en la Dirección Nacional de Lechería, que depende del Ministerio de Agroindustria, donde se empezó a recabar mucha información. Hoy tenemos casi el 100% de la información de producción, precio y demás, con lo cual generamos diferentes análisis.
-¿Conoce la Agenda de Desarrollo Sustentable del Sector Lácteo Chileno?
-Me han comentado y nos parece una idea genial, porque es el gran desafío que tiene la lechería a futuro, sobre todo porque América del Sur tiene un gran potencial por sus condiciones naturales, pero para eso hay que prepararse, conocer los errores de otros países y tratar de solucionarlos, sobre todo en materia de cuidado del medio ambiente. Tenemos tiempo para hacerlo, porque somos una región verde y limpia.
Consejo
-¿Qué recomendaría a Chile para que llegue a constituir un observatorio como el que tiene Argentina en la actualidad?
-Primero, Chile debe alcanzar consensos en toda la cadena. Nosotros tuvimos éxito en lograr esto para que todos los actores aporten información, que esta sea utilizada y se genere confianza. Para que ocurra lo mismo acá, debe participar el sector primario y el industrial en su totalidad y esto último, en el caso de Chile, es más sencillo que en Argentina, ya que hay menos actores, mientras que nosotros tenemos una gran atomización. En segundo término, que el Estado intervenga lo menos posible, aunque sí debe colocar el marco de referencia y aportar información para que sean los jugadores sectoriales quienes se muevan. Esta es la única manera, porque sin un consenso generalizado, comienza un decaimiento en la entrega de información y el Observatorio deja de cumplir su función.
El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina produce como insumos para la cadena más de 200 gráficos que van desde la producción primaria hasta el mercado internacional que se actualizan mes a mes.
Además, bimestralmente un panel de especialistas invitados desarrolla un Informe de Coyuntura de alrededor de 20 páginas con antecedentes de producción, elaboración, consumo, stocks, ventas mercado doméstico, exportaciones y política sectorial.