Hace algunas semanas, la Sociedad Protectora de Animales detectó en Osorno un lamentable aumento del abandono de mascotas, un hecho que fue reporteado por El Austral de Osorno. Ahora bien, desde tiempos inmemoriales se sabe de la existencia de una estrecha relación entre ciertos animales y el ser humano. Es una relación de carácter afectivo y emocional: gatos, perros, aves, etc., son animales que gozan de nuestro afecto.
Un estudio de la Universidad de Portsmouth, Inglaterra, demostró que tener una mascota ayuda a elevar la felicidad de las personas y a cuidar su salud, ya que quienes mantienen la compañía de animales son menos propensos a sufrir enfermedades. Con sólo pasar los dedos por el pelaje o el cuerpo de las mascotas, las personas se relajan y se sienten menos estresadas.
Por su parte, el Dr. Steven Feldman -quien investiga la interacción entre humanos y animales- demostró que un grupo de 69 estudiantes tuvo una notable mejoría en su humor, así como una marcada reducción en sus niveles de estrés y de ansiedad al interactuar con animales. Lo que explica estos efectos benéficos es la activación de la oxitocina, una hormona que afianza los sentimientos del amor, la amabilidad y la confianza en las personas.
El maltrato animal en Chile es una realidad que no se puede negar, por lo tanto, el acto de aprender a cuidar una mascota es una fórmula poderosa para reforzar en los niños el sentido de la responsabilidad, respeto y compromiso con la vida y el bienestar de otro ser vivo, ya que la tenencia de un animal no sólo obliga al joven a cuidar de otra criatura, sino que además, aprende acerca de las necesidades y ritmos de su mascota.
Otra ganancia de la tenencia responsable de animales es que junto con reafirmar en los niños actitudes y sentimientos positivos -como la tolerancia y la paciencia-, también refuerza sus habilidades para interactuar con otros jóvenes, convirtiéndose esta experiencia en una fuente de satisfacción emocional. Algunos niños dejan, incluso, de practicar el bullying en contra de sus compañeros cuando entienden el daño y la aflicción que provoca en otros el uso de la agresividad o el maltrato.
También está el caso de las personas adultas y enfermas, quienes, al tener cerca a sus mascotas, se sienten mejor de sus dolencias y ansiedades, pueden relajarse y tranquilizarse de una manera notable, logrando elevar su nivel de inmunidad ante las enfermedades. ¿Se puede pedir algo más?
Franco Lotito C., académico,
escritor e investigador