La Unión Europea (UE), Estados Unidos y la OTAN cargaron ayer contra Rusia, luego de que Holanda y el Reino Unido la acusaran de intentar perpetrar cíberataques contra organismos internacionales y, en concreto, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), con sede en La Haya.
Holanda anunció ayer que el pasado abril expulsó a cuatro funcionarios del Departamento Central de Inteligencia de Rusia (GRU, en ruso) cuando preparaban un ataque cibernético contra la red de internet de la OPAQ.
Los supuestos agentes, que llevaban consigo 20 mil dólares y 20 mil euros en metálico, habían realizado exploraciones en persona en la sede de ese organismo internacional, estacionaron su vehículo cerca del edificio y abrieron el maletero para manipular un "equipo de alta calidad" destinado a piratear conexiones wifi de forma remota.
La ministra de Defensa holandesa, Ank Bijleveld, explicó que la operación se produjo el pasado 13 de abril y decidieron anunciarlo ahora tras la información publicada ayer por el Gobierno británico, que acusa a los servicios secretos rusos de llevar a cabo una serie de ataques cibernéticos mundiales.
Reacciones
Las instituciones de la UE tienen "serias preocupaciones" por el "acto agresivo" de Moscú, señalaron en un comunicado conjunto el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el máximo responsable del Consejo de la UE, Donald Tusk, y la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se sumó a la catarata de reacciones occidentales de alto nivel y declaró, por su parte, que "Rusia debe detener su patrón de comportamiento imprudente, incluido el uso de la fuerza contra sus vecinos, el intento de interferencia en los procesos electorales y las campañas de desinformación generalizadas".
También el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, en el marco de una cita ministerial de la OTAN celebrada en Bruselas, calificó el supuesto ataque como el "último episodio en un patrón global de comportamiento temerario e irresponsable por parte de Moscú".
En un comunicado conjunto, los Primeros Ministros de Holanda y Reino Unido, Mark Rutte y Theresa May, respectivamente, indicaron que la inteligencia militar de Rusia está desarrollando operaciones cibernéticas inaceptables dirigidas contra organizaciones internacionales de todo el mundo.
"Con las operaciones que hemos hecho públicas se pone de relieve que el servicio de inteligencia militar ruso, el GRU, está desarrollando operaciones cibernéticas inaceptables. Están dirigidas a organizaciones internacionales de todo el mundo, incluida la OPAQ", advirtieron.
Respuesta rusa
Rusia, por su parte, ha negado a través de su embajada en Londres cualquier intento de atacar digitalmente la OPAQ, organismo cuyos expertos estaban llevando a cabo el pasado abril (coincidiendo con la detención de los funcionarios rusos) investigaciones clave sobre el uso de armamento químico, que involucraban a Moscú y a sus aliados.
"Estamos ante un nuevo elemento de la campaña anti-Rusia del Gobierno del Reino Unido", declaró en un comunicado un vocero de la embajada rusa, que aseguró que intentar responsabilizar al Kremlin de una serie de ciberataques en todo el mundo entre 2015 y 2017 responde a una campaña de "desinformación".
Poco después, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, señaló desde Moscú que las acusaciones vertidas por Occidente contra Rusia responden al hecho de que "la espionajemanía está ganando impulso".
Por otro lado, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, aseguró que su país estudiará "la esencia de las alegaciones presentadas por Holanda" antes de determinar sus pasos a seguir. "Por ahora sólo tenemos las primeras informaciones sobre este asunto. Por eso, me abstengo de comentar el fondo de esas acusaciones", señaló.
Eso sí, denunció que el tema de "los piratas informáticos" y "los ciberataques" rusos ha ganado en los últimos tiempos "popularidad" en ciertos grupos que tienen una "opinión negativa" sobre Rusia.
"Este tema ha adquirido tal magnitud, que la misma presentación de las acusaciones hace dudar de su fundamento", señaló, y acusó a los países occidentales de empecinarse en describir a Rusia ante la opinión pública como "el enemigo" de Occidente.
Agencias antidopaje
Aparte del intento de ataque a la OPAQ, EE.UU. acusó ayer a siete supuestos miembros del GRU de perpetrar cíberataques contra agencias antidopaje en un intento de socavar los esfuerzos internacionales para exponer el escándalo de los atletas rusos.
"Entre los objetivos de la conspiración se encontraba la divulgación de información robada como parte de una campaña de influencia diseñada para socavar, tomar represalias y deslegitimar los esfuerzos de las organizaciones internacionales antidopaje", informó el Departamento de Justicia en un comunicado.
El director del FBI, Christopher Wray, aseguró que los acusados llevaron a cabo estas prácticas "como funcionarios del Gobierno ruso", y los culpó de "dañar a víctimas inocentes, a la economía de EE.UU. y a organizaciones mundiales".
EE.UU. apunta a China por injerencia
A pesar de las graves denuncias de ayer en contra de Rusia por parte de Occidente, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, insistió en que China está tratando de interferir en las elecciones legislativas del próximo mes en EE.UU. y declaró que "lo que están haciendo los rusos palidece en comparación" con la intervención china en el sistema político del país norteamericano.