La historia de entrega y pasión del arreglador de caballos osornino Guillermo Mondaca
VOCACIÓN. Desde muy niño conoció el mundo del rodeo. Hoy es un experimentado jinete y preparador; todo un mérito dentro de una industria cultural que cada vez cobra más fuerza.
A seis kilómetros de Osorno, en Caipulli, la acostumbrada lluvia de septiembre cubre las praderas del fundo criadero "Río Claro". Como cada mañana, a eso de las 8 horas, Guillermo Mondaca Sasso va a las pesebreras. Tras 30 minutos de ejercicio, la yegua "Como Fiera" recibe una ducha y va al descanso, mientras su collera "Cuculí", es preparada para correr.
"Uno nunca termina de aprender, porque no todos los caballos son iguales, hay que tener mucha paciencia, usar sicología y darles mucho cariño para entenderlos", asegura el preparador, quien por estos días se alista para la fecha del rodeo regional en la ciudad, donde competirá junto a Nicolás Fröhlich.
Con 46 años de edad, Guillermo Mondaca Sasso es un experimentado jinete y preparador de caballos, cuya carrera profesional refleja una vida cruzada por la pasión por los equinos y el rodeo, el cual año tras año reúne a miles de chilenos en las medialunas. Una industria cultural que, a lo largo de todo el país, involucra a criaderos, clubes, asociaciones, veterinarios, artesanos, ayudantes, jinetes y arregladores.
Primeros años
Nacido en Talca, y con apenas un año de vida, Mondaca llegó en compañía de sus padres Guillermo y María Elena, a Río Negro, al fundo La Mina, en Quisquelelfún, propiedad de Fernando Briones.
Con los años, Mondaca retornó al Maule para titularse como Técnico Agrícola en la Universidad Santo Tomás y así cumplir la promesa hecha a su padre de obtener un título, "pero siempre quise ser arreglador", confiesa. Hoy vive en Caipulli junto a su esposa Cecilia García y su hijo Fernando (13).
De su padre, que también fue arreglador, heredó el arte de adiestrar a un caballo.
"Cuando era pequeño, me amarraban los tobillos a la montura", dice de una niñez donde poco a poco fue adentrándose en el mundo del rodeo; ahora sus hermanos Patricio y Cristian también son arregladores como él.
Con tan sólo 11 años, Guillermo hizo su primera competencia en Lonco Toro, Llanquihue, con Fernando Briones hijo. "No recuerdo muchos detalles, pero para lo que esperaba, nos fue bien. Hay que recordar que en esos años las competencias en Osorno y Llanquihue eran de un tremendo nivel y nosotros cumplimos una actuación ordenada. Los amigos de la familia nos felicitaron".
Trayectoria
Su carrera deportiva partió en Santiago en 1999, trabajando para Jorge Silva, con el mérito de clasificar por primera vez al Champion de Rancagua en compañía de Fernando Serrano. En esa época también preparó a su primer caballo "Taquillazo", luego vendido y finalista en Rancagua. Después, Guillermo Mondaca trabajó como preparador en lugares como Las Cabras, Chillán, Parral y Curacautín.
Siempre con la idea de retornar al sur, en 2011 se instaló en el campo de Fernando Serrano en Paillaco; en 2013, durante unos meses, colaboró con Lalo Epple y Carlos Schwalm; y entre 2014 y 2015 fue preparador para Carlos Cornelius en "La Carmelita".
Eso, hasta que llegó al criadero Río Claro, del reconocido preparador y ahora criador Ricardo "Cacaro" De La Fuente.
En Caipulli, Mondaca armó equipo con Nelson Gómez y Danilo Retamal, encargados de las pesebreras, alimentación y asistencia; además del apoyo del veterinario Felipe Mohr. A ellos se suman "Cacaro" De la Fuente, su yerno Luis Fröhlich y su nieto Nicolás.
Como preparador, Guillermo cuenta con una decena de caballos adiestrados completamente por él, vocación donde prima los años vividos junto a su padre. "Aprendí mirando a mi padre y cuándo él me veía perdido, siempre me apoyó, todo lo que soy se lo debe a él", enfatiza.
Sobre su relación con "Cacaro", señala que mantienen una amistad de años, primero a través de su padre y ahora siendo el que prepara los caballares.
"Nos unen muchos lazos, salimos a competir casi todos los fines de semana, compartimos la jornada diaria y la misma pasión por los caballos, entonces, no es la típica relación jefe-empleado, sino que nos vamos dando la mano uno a otro", dice.
Caballo chileno
Actualmente prepara a ocho caballos en Río Claro; para el rodeo presentará cuatro en la primera fecha de Osorno y seis en octubre.
Explica que el caballo chileno resulta "ágil, liviano y muy inteligente, bien adaptado al rodeo y con el tiempo se ha ido refinando cada vez más".
Adiestrar un caballo es un proceso que comienza con el amansamiento del animal joven, lo que puede demorar hasta tres años y medio; de ahí sigue la preparación que realiza el arreglador durante el invierno (mayo-agosto) cuando no hay competencia; la preparación puede demorar hasta cinco años.
"El caballo aprende todo por repetición. Uno le explica el primer día, al segundo entiende mejor, al quinto día hace las cosas bien y luego sólo hay que recordarle cómo debe actuar. Uno es jinete, sicólogo, arreglador y preparador físico", señala.
Es un trabajo muy exigente y donde debe estar atento al comportamiento del animal. "Uno sabe si el caballo tomó agua o no. Hay preocupación porque algo les molesta, son como un bebé que llora y no puede decir por qué. Y también tienen sus momentos de complicidad en que uno mira al caballo y en la mirada sabe lo que siente".
Bienestar animal
La Federación Nacional de Rodeo mantiene un reglamento que impide el maltrato tanto de novillos como de caballares. En cada atajada, los animales que pesan entre 300 y 400 kilos chocan contra una pared acolchada.
"La idea es desestabilizar al novillo tocándolo en la parte baja del vientre, pero si cualquiera de los animales sangra, se detiene la corrida e incluso si el problema continúa, la collera debe retirarse de la competencia", explica Mondaca.
Insiste en que el trato es no lastimar al caballo ni al novillo y estar atento al bienestar animal. "Cada día uno ve a su caballo y si lo encuentra enojado se pregunta ¿por qué lo está?. La única diferencia con los humanos es que ellos no tienen lenguaje y no existe maldad, sólo reaccionan por temor o defensa. La vida de un arreglador es su familia y sus caballos, por eso a ellos los tratamos como si fueran nuestros hijos".
Mondaca dice que actualmente muchos jóvenes están ingresando a las competencias con "una visión más profesional del rodeo".
"En comparación con los años '90, los jóvenes de hoy son más 'vivos', las 'cachan' todas y cada vez van surgiendo nuevos clubes y gente que compra caballos para competir. Creo que el rodeo tiene cada vez más fuerza", concluye el arreglador.
1999 comenzó su carrera profesional el jinete y arreglador nacido en Talca y criado en Osorno, Guillermo Mondaca; hoy es preparador en el fundo y criadero Río Claro, de Ricardo "Cacaro" De La Fuente.
2 colleras con yeguas montarán Guillermo Mondaca y Nicolás Fröhlich este 18 de septiembre en la medialuna de Osorno. Las yeguas son "Maroma" y "Encimera", y "Cuculí" y "Como Fiera".
5 años puede demorar la preparación de un caballo para competir en el rodeo (si incluye descansos), trabajo que exige "gran paciencia, mucha sicología y cariño", según Guillermo Mondaca.