Festival Campesino 2019
Para los que nacimos y nos desarrollamos en esta parte del sur de Chile, llamado Osorno, el Festival del Folclor Campesino lleva años en la vida del espectáculo de nuestra provincia, por cuanto es un evento musical que es ya parte y tradición de nuestra cultura, tanto de la ciudad como del campo. Prueba de aquello son las miles y miles de personas, tanto de la ciudad como del campo, que cada año se congregan no sólo como meros espectadores, sino también con la participación y actividad de la misma gente en los días en que se realiza el festival en su conjunto.
Y eso, el Gobierno Regional, con su intendente (Harry Jürgensen) a la cabeza, lo saben muy bien. Es por ello, basándome en la crónica de nuestro diario local, que encuentro inconcebible e injusto que por un mero trámite burocrático para su financiamiento, Osorno se quede para el año 2019 sin su Festival del Folclor Campesino.
Encuentro más coherentes y verosímiles las explicaciones del representante de dicho evento musical folclórico, que del funcionario del Gobierno Regional.
No quisiera pensar que aquí hay una mano mora que no sé con qué intenciones desean boicotear este espectáculo musical que cada año nos deleita con su festival.
Carlos Angulo Benavides
Sernatur sin autoridades
La disminución de turistas en la Región es evidente, las razones pueden ser muchas, pero considero que una importante es no tener aún nominados a los jefes regional y provincial de Sernatur.
Esta situación complica a los que apostamos por trabajar en turismo. Espero que en la designación de los nuevos jefes se considere su trayectoria relacionada con el turismo, sin compromiso político ni familiar.
Nolbia Vidal Azócar
No más tareas en Osorno
El abuso que se está realizando por parte de los profesores hacia los alumnos es inaceptable. Pienso que si los mismos profesores comentan en la cara de sus alumnos que no soportan el hecho de estar hasta tarde revisando pruebas y tareas, es totalmente contradictorio por parte de estos enviarnos tareas con el típico pretexto de que son para "reforzar los conocimientos", puesto que es muy sabido que sólo la mitad del curso hace la tarea y el resto se dedica a copiarla.
Las autoridades escolares tienen muy claro que gran parte del curso realiza actividades obligatorias del establecimiento luego de clases y, además, tienden a añadir otra recreación deportiva posterior a la ya obligatoria. Si sabemos que los profesores tienen conocimiento que sus alumnos pierden toda la tarde y parte de la noche, se hace evidente que llegan a sus casas aproximadamente a las 8 PM, pero además tienen que relajarse, asearse, alimentarse, socializar y convivir en familia. Se ven obligados a hacer la tarea más o menos a las 11 PM, porque sinceramente no es una prioridad o algo en lo que se piense todo el día.
Por esto pido que se realicen protestas o que se les haga llegar esta información a los establecimientos educacionales de Osorno, prohibiendo la existencia de tareas escolares, para que el futuro de los alumnos no sea tan miserable y amargado, como el de los profesores que arruinan las noches y nos desvelan con las benditas tareas. Se quejan del futuro que le espera al país, pero no saben que ellos mismos lo están "arruinando".
Paloma Charpentier
Impuesto verde y energías
A propósito de la entrevista realizada a Carlos Finat, director de la Asociación Chilena de Energías Renovables, Acera (publicada en El Austral de Osorno el 6 de agosto), concordamos en que tal y como menciona, con la actual forma de aplicación del impuesto verde no existe una reducción efectiva de las emisiones contaminantes, por lo que el mercado eléctrico no se está haciendo cargo del costo que la emisión tiene para la sociedad.
Desafortunadamente, el impuesto verde presenta dos graves fallas en su aplicación, lo que permite que el espíritu de la ley no se cumpla. Estas tienen que ver con la socialización del pago, donde las generadoras que no contaminan han debido repartir el costo del impuesto verde con las termoeléctricas a carbón, además de la compensación del pago, que en algunos casos llega al 90% de lo pagado, lo que resulta irrisorio.
En ningún país del mundo y menos países OCDE como el nuestro, el impuesto verde sufre tal distorsión. Es más, el impuesto verde requiere de una valorización real de los impactos de las emisiones contaminantes sobre la población y el medio ambiente, subiéndolo de los US$ 5 a US$ 30, como en la mayoría de los países OCDE.
El objetivo principal, que es reducir las emisiones contaminantes locales y globales para proteger a las comunidades afectadas por décadas con la contaminación, no se cumple. Invocamos la voluntad del Gobierno para corregir la aplicación y que el impuesto sea un verdadero impuesto verde.
Sara Larraín, directora ejecutiva de Chile Sustentable