La Asociación Gremial de Cooperativas del Sur de Chile se reunió recientemente con el nuevo subsecretario de Economía, Ignacio Guerrero, y el nuevo director del Departamento de Cooperativas, Eduardo Gárate, en una jornada altamente productiva, delineando como un fin común el desarrollo de las regiones y el progreso del país.

Pensando en este objetivo, las cooperativas están llamadas a cumplir un rol fundamental. En primer lugar, siendo Chile un país con recursos limitados, el modelo cooperativo sirve para aunar capitales financieros en torno a una causa común, y adicionalmente pueden acoger a miles de voluntades con aportes técnicos y profesionales, dándole vida y sustento a un enorme volumen de iniciativas regionales.

De trascendental importancia será el hecho que las utilidades generadas en estos proyectos serán repartidas entre los socios participantes y, en consecuencia, permanecerán en las regiones donde se implementen los proyectos cooperativos. La estructura cooperativa se adapta a proyectos de todo tipo, donde, sin embargo, es imprescindible el profesionalismo, la excelencia y la ética en la formulación, desarrollo y funcionamiento de los mismos, debiendo estar siempre en un lugar de privilegio el interés de la cooperativa por sobre el interés personal.

Un lamentable ejemplo es lo que ocurre en el rubro lácteo, donde la producción nacional disminuye todos los años, presentando 1,5 millones menos de cabezas de ganado bovino. Potenciar la estructura cooperativa en el sector lechero se hace hoy indispensable. También se harán todos los esfuerzos para contar con los recursos financieros necesarios para colaborar con un impulso a las pymes, que requieren de un apoyo para implementar nuevos proyectos y/o potenciar los existentes, logrando con esto una oferta de miles de puestos de trabajo que permitirán cristalizar el desarrollo de las regiones y el país entero.

Estamos optimistas, pues vemos un cambio sustancial en el criterio para efectuar los nombramientos de nuestras autoridades, pues se privilegia ahora el profesionalismo, la formación técnica y la excelencia en sus nominaciones. Tenemos ahora un aire fresco que con su brisa, el sol y la transparencia, pueden brindar esperanzas de progreso y desarrollo. El país lo necesita con dramática urgencia, ya que todos soñamos con un Chile mejor.

Fernando Becker, presidente de Cooperativas A.G.

Si no surgen mayores contratiempos, lo que siempre es probable cuando se trata de inversiones de magnitud, en el mes de octubre ya debería estar en funcionamiento el puente mecano que instalará el Ministerio de Obras Públicas (MOP) en la zona de Cancura, luego que el 23 de junio pasado se desplomara el viaducto que unía a las comunas de Osorno y Puerto Octay y que arrojó una víctima fatal y seis personas lesionadas. La obra demandará una inversión de $1.700 millones, tendrá una extensión de 100 metros y, aunque existe amplio interés de parte de la comunidad local y de los usuarios de la ruta, no está definido todavía el sitio exacto en que se montará, aunque se asume que tendrá que ser en un lugar distinto al que se encontraba el puente que colapsó, a fin de dejar el lugar despejado para la futura construcción definitiva.

Como no es inusual en el país que las soluciones temporales se conviertan finalmente en permanentes, existe legítima inquietud en la opinión pública y en las propias autoridades regionales acerca del puente definitivo que deberá erigirse en Cancura, sobre todo si el panorama de las arcas fiscales ya está mostrando signos de disminución de recursos para la inversión pública, comenzando, por ejemplo, por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional. Por más moderno, seguro y adaptable que pueda ser el puente mecano, una ruta de alta vocación turística como la que lleva a Puerto Octay y el lago Llanquihue se merece un viaducto como tal que ofrezca plenas garantías para durar por muchos años.

Por cierto, tanto el puente mecano que se erigirá de aquí a octubre como el definitivo que se supone lo debiera reemplazar en unos años más, exigirá también que se aclare la eventual influencia que produjo la extracción de áridos en el río Rahue y, consecuentemente, la fuerza y dirección del caudal, en el desplome del puente. Para ello será crucial la investigación que realiza el Ministerio Público, que si bien indaga las responsabilidades penales en la caída, claramente arrojará luces respecto del rol de las faenas extractivas y la responsabilidad de los órganos del MOP y de los municipios de Osorno y Puerto Octay a la hora de la fiscalización.