Conflicto eclesial
Frente a lo acontecido últimamente en nuestra Iglesia, donde no hay obispo, sacerdote, religioso o religiosa, diácono y fiel laico que lamente profundamente la situación por la cual nos toca vivir y enfrentar, quisiera mencionar algunas ideas: el Papa fue claro con el escrito que se les entregó a los obispos chilenos en el primer encuentro en Roma, que plantea: "la solución a este doloroso problema no radica en la tentación de querer salvarnos a nosotros mismos ni volvernos en expertos cazadores de chivos expiatorios". Este último tiempo hemos sido testigos de una "carnicería eclesial", en la cual se persiguen culpables a lo más "circo romano" y donde un grupo de personas autodenominada los "puros y cátaros" eclesiales son los encargados de dictaminar si "viven o mueren" o son entregados a la suerte del juicio del pueblo.
Por otro lado está el relato de que alguien quiere instaurar la lógica del juego del "empate", el discurso de los vencedores y derrotados, los que estaban "en la verdad y los que no", la mediocridad de la dialéctica de los que están a favor o en contra de tal o cual obispo, la puesta en oposición con condimentos de resentimientos y odios del pueblo de Dios subyugado al poder siniestro de la "alta alcurnia" jerárquica, en que el laicado sometido quiere liberarse y empoderarse en su rol.
Creo que está bueno para un relato mítico épico y para cierto "manifiesto", pero aquí no va al caso como modo de solución al problema. El llamado que hizo el sucesor de Pedro a los obispos a re-centrarnos en Cristo y re-encantar a las personas a través de una Iglesia profética, creo que no es solo un llamado a los miembros de la jerarquía, sino que a todo el pueblo de Dios, entendiendo la lógica del mismo Papa: "todo esto nos exige seriedad y corresponsabilidad para asumir los problemas como síntomas de un todo eclesial" y donde "solo podremos solucionarlo si lo asumimos colegialmente, en comunión".
Si Jesucristo asumió en la Encarnación toda nuestra debilidad y nuestro pecado para redimirlo y volvernos hacia al Padre y nosotros que nos decimos seguidores de Él, ¿seremos capaces de asumir como Cuerpo Eclesial los dolores, las angustias, pecados y los sufrimientos de algunos hermanos, para iniciar una conversión que nos conduzca hacia el Padre?, o ¿seguiremos en la lógica del hermano mayor apuntando con el dedo enjuiciador?.
José Manuel Rozas Navarro
Movimiento feminista
Se están implementando medidas para lograr la igualdad de género. Creo que más allá del debido respeto y consideración a toda mujer, es artificioso promover dicha igualdad en base a leyes y reglamentos, puesto que hombres y mujeres tienen características diferentes, haciendo complementarios a ambos sexos.
Son procedentes las normas para proteger los derechos femeninos, pero es antinatural pretender igualar a mujeres con hombres.
Lo que verdaderamente importa en la materia en cuestión es que cultivemos incesantemente en público y en privado el trato mutuo honesto y honroso, erradicando conductas indignas o reprochables.
Comencemos contrarrestando el exceso de violencia intrafamiliar que abunda en nuestro país, así como conductas inapropiadas que son habituales en no pocos jóvenes.
Patricio Farren Cornejo
Patrimonio cultural
La celebración del Día del Patrimonio Cultural no deja de sorprender con las más de 1.500 actividades inscritas y la cantidad de ciudadanos que se suman cada año, lo cual es una señal de que este proyecto, liderado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, rinde frutos en la generación de conciencia, respecto al patrimonio de Chile.
Ejemplo de ello ha sido la convocatoria de las comunidades en la conservación del patrimonio urbano y arquitectónico, cuyo resultado es el incremento de declaraciones de zona típica de distintos barrios. En el ámbito institucional se ha impulsado la protección del patrimonio, desde lo mencionado, bajo el alero del Consejo de Monumentos Nacionales, hasta el trabajo realizado por Sernatur y los gobiernos regionales, en la puesta en valor del paisaje natural y el patrimonio turístico sustentable.
Sin embargo, el reconocimiento al patrimonio por parte de la ciudadanía debe venir acompañado de un accionar consecuente. Desde el Gobierno: una reglamentación que establezca una adecuada planificación que, entendiendo la necesidad de densificar la ciudad y de recuperar barrios en deterioro, controle la pérdida del patrimonio como consecuencia de un desarrollo inmobiliario agresivo. Una adecuada planificación que, a su vez, controle y coordine la suma y descontrol que pueda generar el aumento de las declaratorias de zona típica. Una reglamentación que cuente con recursos e incentivos que faciliten la conservación efectiva de nuestro patrimonio.
Ana María Lisboa Decana de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de la Universidad Central