"La declaratoria de patrimonio debiera ir de la mano con un incentivo económico"
Entusiasmo y convicción derrocha el arquitecto Paulo Arce, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) sede Osorno, al referirse al primer proyecto patrimonial que está desarrollando la delegación.
El profesional explicó que durante el primer año de operación, el objetivo es armar un catastro de los elementos patrimoniales que existen en la ciudad.
Pero más allá de esta iniciativa, y en el marco del Día del Patrimonio Cultural que este año se festejó ayer y hoy, Arce realizó un balance a nivel local sobre esta materia que, a su juicio, "no son sólo incluye casonas o edificios, sino que es todo aquello que permite recuperar un momento histórico de nuestra memoria o trayectoria como ciudad, que pueden ser edificaciones industriales; habitacionales; lugares históricos o sectores que recuerdan un determinado momento en el tiempo".
-¿Cómo evalúa la situación de las edificaciones patrimoniales en la ciudad de Osorno?
-Hay hartas intervenciones y el problema que tienen los elementos patrimoniales es que, una vez declarados monumentos nacionales o de interés histórico, no es posible intervenir de ninguna manera ni tampoco darles un destino distinto al que ya tiene. Por lo tanto, el propietario en vez de recibir un beneficio respecto de su propiedad, tiene una carga.
Debe mantenerla, pero nadie le aporta para ello, pese a ser un patrimonio de todos los osorninos y chilenos.
-¿Y qué ocurre con aquellas que no tienen esa declaratoria?
-Algunas tienen una intervención importante y pierden carácter producto de esto. Prueba de ello es una casa que estaba en Freire con Baquedano, que tenía dos torreones. Lo primero que hicieron fue cortarla a la mitad. Luego desarmaron lo que quedaba. Entonces, si la hubiesen declarado monumento, el dueño quedaba atado de pies y manos. De lo contrario, se puede intervenir y solamente queda al libre albedrío del propietario.
-Se han registrado intervenciones en pos del progreso, en obras como la construcción de la Nueva Mackenna...
-El Club Osorno y la Radio La Voz de La Costa fueron dos elementos importantes que desaparecieron, pero en virtud de eso se ganó continuidad en la ciudad y un lado de los edificios que no se veía. Qué queremos hacer de esta ciudad es importante, pues no sacamos nada con construir y mantener si no sabemos para dónde vamos. Debemos tener la visión de la ciudad.
-Como presidente de la Cámara y arquitecto, ¿cree que esa visión existe?
-Falta mucho para construirla.
responsabilidad de todos
-¿Quién debe alzar la voz por la intervención de las casas patrimoniales?
-Le corresponde a todos los ciudadanos y organizaciones, al propietario que, si tuviera acceso a mantención de su vivienda por el interés patrimonial que ésta posee, no tendría que venderla. La declaratoria de patrimonio debiera ir de la mano con un incentivo económico que permita potenciarlo.
-¿Qué otra acción hay que tomar?
-Hay que incentivar a la ciudadanía a tener conciencia sobre el valor de tener historia.
-¿No debiera crearse una instancia para abordar este tema?
-Podría haber una dentro o fuera de la municipalidad, presidida a lo mejor por el alcalde, con distintos gremios y actores que puedan conformar un equipo de visualización del patrimonio local. Nosotros, precisamente, estamos tratando de hacer eso con este proyecto.
-¿Otra medida podría ser, por ejemplo, una ordenanza municipal orientada al rescate patrimonial?
-El Plan Regulador contempla algunas casas, pero nada aparte de eso. Además, hay un programa piloto del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que entrega financiamiento para intervenir viviendas y mejorarlas, con el acuerdo del propietario. En Puerto Varas hay un ejemplo que tuvo como fin ser un trampolín para mejorar la situación del barrio.
PROYECTO
-¿Qué fin persigue el proyecto patrimonial de la Cámara?
-La idea es saber con qué contamos en la ciudad de Osorno: casas con valor histórico y arquitectónico, edificios de viviendas unifamiliares y de empresas que impulsaron el desarrollo de la industria, calles o barrios. Con esa información trataremos de armar recorridos turísticos, para dar a conocer esas obras, al menos uno en el primer año.
Queremos que sea un aporte a la ciudad, al turismo y al gremio, para saber qué elementos hay e intentar conservarlos y saber dónde invertir. El plazo es de un año renovable. Tenemos el apoyo del Sernatur, la Universidad de Los Lagos, El Austral de Osorno y nos reuniremos con el municipio, pues es vital que se incorporen.
-¿Cuál es el rol de la Cámara en esta materia?
-Es una asociación gremial que alberga empresas constructoras y la idea es ayudar a nuestros socios a mantenerse en el tiempo, a hacer empresas sustentables y tener buenas prácticas para sus trabajadores.
También, y cada vez más, tratamos de aportar a políticas públicas, con visiones nuevas y teniendo un rol asesor. No todas las autoridades son permeables a eso, pero siempre estamos tratando de llegar con nuestra mirada.
CONCIENCIA y rentabilidad
-¿Hay acciones de rescate patrimonial por iniciativa de privados, tal como la Casa Günther al lado del Casino, en Rahue Bajo?
-Eso es absolutamente discrecional por parte del dueño. De igual forma, el propietario de la casa del frente decidió pintarla de rosado.
Da lo mismo el color, lo importante es que lo hizo. Tiene ropa colgada y un taller de bicicletas, pero tiene un valor porque es una casa bonita y antigua que se podría recuperar. Lo bueno que tiene, es que la puso presente en un lugar. Antes no se veía. Además, muestra la voluntad de gente que no tiene recursos, pero puede hacer una pequeña acción por el patrimonio poniendo el acento dentro de la ciudad, en un edificio que es importante.
-¿Existe conciencia en Osorno de la importancia del patrimonio?
-No. Es como cuando uno mira de reojo. Está presente, pero no en primera línea...
Y si lo estuviera para el ciudadano, autoridades, municipalidad, Colegio de Arquitectos y de las cámaras de la Construcción, Comercio y Turismo, eso traería un valor que llamo la "rentabilidad de la ciudad". Ese valor agregado de las ciudades es el patrimonio arquitectónico, los sectores y calles antiguas, y los ríos también.
Si tuviéramos conciencia de eso, la ciudad tendría una mayor rentabilidad, que se traduce en que venga más gente, que haya más trabajo y más comercio.
"La idea es saber con qué contamos en la ciudad de Osorno: casas con valor histórico y arquitectónico, edificios de viviendas unifamiliares y de empresas que impulsaron el desarrollo de la industria, calles o barrios".
"El propietario en vez de recibir un beneficio respecto de su propiedad, tiene una carga. Debe mantenerla, pero nadie le aporta para ello, pese a ser un patrimonio de todos los osorninos y chilenos"."