Congregación Franciscana deja su convento de calle Prat tras 222 años de presencia
PARTIDA. La decisión se debe a la baja presencia de frailes. Los únicos tres religiosos que permanecerán a cargo de la parroquia, que seguirá funcionando de manera normal, buscan un arriendo para trasladarse a vivir. La partida coincide con proyecto del Minvu para restaurar el edificio y ocuparlo para personas vulnerables y adultos mayores.
Desde la repoblación de Osorno en 1796, la Congregación Franciscana ha sido parte de su historia, radicados en un convento ubicado en calle Lynch con Prat, frente a la plazuela Yungay.
Aunque conversando con ellos mismos, señalan que su presencia en la ciudad supera los 400 años, ya que se instalaron para la fundación en 1558, aunque unos años después debieron dejar el lugar debido a la destrucción y abandono de la naciente urbe.
No obstante, y más allá del tiempo, la situación de la orden ha cambiado mucho y en Osorno el número de frailes es cada vez menor.
Es por ello que los tres religiosos que viven actualmente en el convento decidieron dejar el lugar para vivir en las afueras de la ciudad y entregar el inmueble para un nuevo proyecto del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que irá en directo beneficio de la comunidad osornina. No obstante, la parroquia San Francisco seguirá funcionando de manera normal, atendida por los tres religiosos franciscanos.
Partida
René Pessenti llegó en enero y es el fraile más nuevo de la casa, como él le llama.
Según cuenta el religioso, la congregación ha cumplido un rol importante dentro de la comunidad. Primero tuvo su historia como misión; luego como comunidad educativa, también llamada seminario menor, donde se produjo el incendio de 1943; y, luego funcionó como parroquia.
Actualmente sólo queda la casa religiosa, donde viven los franciscanos y "se atiende el templo, donde hay misas, confesiones, retiros espirituales y se realizan los sacramentos, lo que se mantendrá tal cual", dijo René Pessenti.
Además, el religioso explicó que la situación actual de la iglesia y, por ende, de los Franciscanos, ha llevado a la decisión de dejar el lugar.
"Nos enfrentamos a una nueva realidad con falta de personal y, por lo mismo, con nuevos desafíos. No es lo mismo que antes, cuando había auge de frailes. Es urgente una resignificación, es decir, repensar el lugar donde vivimos, porque no podemos seguir manteniendo la infraestructuras, es insostenible", enfatizó el fraile, agregando que en un comienzo pensaron hacer una casa de reposo para enfermos mayores o sacerdotes, pero no se logró.
Por ello están en el desafío de reubicar su presencia, "desplazarnos, salir de acá, ya tenemos una misión cumplida. No vamos a desaparecer de la diócesis, pero sí nos reubicaremos en la periferia. Estamos buscando un lugar para arrendar y no ha sido fácil, porque está muy caro en Osorno", aseveró el fraile.
Según detalló René Pessenti, la Congregación Franciscana cederá el lugar al Minvu en comodato para que realice el proyecto social de subsidios de arriendo, el que permitirá que quienes arrienden paguen una parte y el Gobierno otra. No obstante, el Gobierno le entregar mensualmente un monto de dinero a la Congregación Franciscana, del cual aún no hay montos definidos.
Proyecto
Restaurar y rehabilitar barrios patrimoniales es parte de un nuevo proyecto del Gobierno en conjunto con el Minvu, el cual busca hacer habitable estos barrios y, sobre todo, ofrecer un nuevo hogar a personas de escasos recursos y en un lugar céntrico.
Este proyecto es llevado a cabo en la Región por el seremi de la cartera, Rodrigo Wainraihgt, quien explicó en qué consistirá.
"Es un símbolo en Osorno, porque no solamente se resguarda el lugar físico, sino que las historias que vienen asociadas; y en segundo lugar, creemos que es primordial darle movilidad social a estos lugares, es decir, que personas de escasos recursos y clase media tengan la posibilidad de vivir en el centro", dijo.
La idea de ubicar a estas personas en el corazón de la ciudad es para descongestionar las calles y ofrecer a familias vulnerables la posibilidad de estar cerca de los servicios básicos, comercio, terminales, entre otros, considerando que generalmente terminan viviendo en la periferia de la ciudad.
Este proyecto consiste en subsidios de arriendo, ya que en general los subsidios para la vivienda son definitivos, lo que según explica Wainraihgt, en muchas ocasiones "determina que familias o parejas jóvenes tengan que vivir en un lugar para siempre y puede ser que en algún momento quieran irse y estén amarrados".
En el fondo, lo que permite este nuevo modelo de vivienda es darle movilidad a quienes opten por el beneficio del subsidio de arriendo.
No obstante, el proyecto también está enfocado en los adultos mayores de escasos recursos.
La conformación del lugar será variada y va desde jóvenes a la tercera edad, "que puedan convivir en espacios comunes como parques, áreas para conversar y conocerse en un lugar que además cuenta una historia y guarda relación con la identidad local".
En cuanto a la fase en la que se encuentra el proyecto, el seremi explicó que "estamos en una etapa de evaluación, se están haciendo los estudios estructurales y de material para ver en definitiva la inversión total y cuáles son los cambios a realizar. Esto debería estar listo entre junio y agosto, y a partir de eso tendremos más certeza sobre presupuesto y plazos".
La edificación
La construcción ubicada en calle Lynch con Prat tiene una larga data. Hace 75 años fue reconstruida luego de un gran incendio ocurrido en 1943, donde fallecieron 15 personas.
Con el tiempo, al inmueble de tres pisos se le agregó un ascensor y hasta el momento, según los expertos, está muy bien mantenido.
Según Alejandra Pavez, arquitecto de la seremía de Vivienda, el lugar tiene mucho potencial.
"Cuenta con una buena estructura de hormigón y pudimos ver las vigas y pilares. Sin embargo, hay que reforzar y cambiar el piso y muros. También hay que actualizar servicios eléctricos y sanitarios, que finalmente son los que sufren más deterioro con los años".
No obstante, asegura que la congregación realiza una buena mantención, "sobre todo de cubierta, lo que hace que el edificio no se filtre ni gotee, por lo tanto se mantiene bien".
Por otra parte, la profesional comentó que se han querido tomar el tiempo necesario para hacer el estudio, porque es un modelo piloto.
Además, destacó el hecho de que en Osorno existe el Plan de Descontaminación Ambiental, que "hace que tengamos que tener mayores exigencias en cuanto a aislación térmica".
Si bien aún falta que estén los resultados del estudio, Pavez cree que la edificación podría dar entre 30 a 33 unidades habitacionales.
"Es urgente una resignificación, es decir, repensar el lugar donde vivimos, porque no podemos seguir manteniendo la infraestructuras, es insostenible".
René Pessenti, Fraile"
"Estamos en una etapa de evaluación, se están haciendo los estudios estructurales y de material para ver en definitiva la inversión total".
Rodrigo Wainraihgt, Seremi de Vivienda"
3 religiosos Franciscanos viven actualmente en la casa ubicada en Lynch con Prat, por lo que se les hace imposible la mantención del lugar y han decidido partir a otro más pequeño.
Julio o agosto de este año deberían estar los resultados del informe técnico que realiza el Ministerio de Vivienda y Urbanismo para restaurar y rehabilitar las dependencias de la congregación.
$4 millones contemplaba el proyecto de restauración y registro de los libros que hay en la biblioteca del convento San Francisco. Sin embargo, no resultó y buscan un lugar para llevarlos.