Que el obispo de Osorno Juan Barros "sin duda alguna" debe dar un paso al costado y abandonar su cargo, afirmó ayer el Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati.

Tras reunirse con presbíteros de la arquidiócesis de Santiago para discutir la carta que el Papa Francisco envió a la Conferencia Episcopal, el cardenal manifestó su opinión respecto a la situación de Barros, acusado de haber encubierto los abusos sexuales cometidos por el ex Párroco de El Bosque, Fernando Karadima.

Ezzati, uno de los obispos que en mayo viajarán al Vaticano para reunirse con el Pontífice, dijo que la carta que envió Francisco, el pasado 8 de abril, pone a la Iglesia ante "un escenario muy doloroso". "El abuso, aunque haya sido uno solo, siempre reviste una máxima gravedad (...) es un tema gravísimo y creo humildemente que en la Iglesia de Chile y en la sociedad chilena, la conciencia de esa situación gravísima está muy presente", sostuvo.

"Creo que es una falta muy grave que se haya engañado al Santo Padre, que alguien haya pretendido engañarlo. Desde lo más hondo de nuestra consciencia y de mi consciencia, quienes hayan cometido esta falta necesitan reconocerla, arrepentirse y reparar el mal, si es que lo han hecho", pronunció Ezzati, en referencia a lo expuesto por el Pontífice en su misiva. En ella, Francisco afirmó haber recibido información errada con respecto a las acusaciones contra el obispo de Osorno, quien participó de la mayor parte de sus actividades durante su visita a Chile en enero pasado.

"No sé quiénes, cuántos, ni cómo han informado al Santo Padre. Solamente puedo decir que lo que hemos informado personalmente y como Conferencia Episcopal, y le puedo asegurar que no lo hemos engañado", aseguró el religioso.

Y a pesar de que, al ser consultado por su opinión sobre la situación de Barros respondió que "sin duda alguna" debiera "dar un paso al costado", Ezzati enfatizó que lo que suceda con él es de exclusiva responsabilidad del Pontífice.

"En mi opinión, sin duda alguna, por el bien del pueblo de Dios", declaró, añadiendo que "yo no soy juez para decir si él incurrió o no, pero el bien del pueblo de Dios pide de parte de él la disponibilidad, como el bien del pueblo de Dios, si me lo pide a mí también debiera estar dispuesto a eso".

Monseñor Ezzati rebatió las palabras del cardenal Francisco Javier Errázuriz, quien dijo, la semana pasada, que no le correspondía informar al Papa sobre la situación de cada país.

Barros está enfermo

A las pocas horas y mediante un comunicado, el Obispado de Osorno informó ayer que el obispo Juan Barros presenta problemas de salud y pidió orar por él.

"Se informa que nuestro obispo (Juan Barros) está con alguna dificultad en su salud y se agradece la comprensión y oraciones. A la vez que reitera su permanente disponibilidad a las orientaciones del Santo Padre", fue la breve información que entregó la diócesis.

Aunque no se entregaron mayores detalles acerca de la dolencia que afecta al sacerdote, esto ocurre precisamente el día en que el cardenal Ricardo Ezzati dijo que "a mi juicio y por el bien del pueblo de Dios y de la Iglesia, el obispo Barros debiera dar un paso al costado".

Ezzati había convocado más temprano a una asamblea extraordinaria al clero chileno, con el fin de analizar la carta del Papa Francisco a la Conferencia Episcopal, donde el Pontífice se refirió crudamente al informe sobre los testimonios en contra del obispo de Osorno por supuesto encubrimiento en el caso Karadima, entre otros temas que afectan a la Iglesia Católica chilena.

Una significativa convocatoria tuvo a lo largo del país la primera marcha nacional convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que se organizó en contra del lucro, el endeudamiento producto del Crédito con Aval del Estado (CAE)y la educación sexista".

Los dirigentes estudiantiles cifraron en 120 mil las personas que marcharon en Santiago y en más de 200 mil en todo país, mientras que la Intendencia Metropolitana aseguró que hubo 30 mil personas en la capital.

Los dichos del ministro

La primera convocatoria desde que asumió el nuevo Gobierno estuvo marcada por los dichos del ministro de Educación, Gerardo Varela, quien en los días previos a la marcha, que fue convocada el 8 de abril, dijo que si él legislara "no pondría penas de cárcel para la gente que gana plata".

A los dichos del ministro se sumaron sus otras expresiones en materia de educación sexual, cuando comentó que "mis hijos son unos campeones, necesitan más de tres parece", al ser consultado respecto a la instalación de dispensadores de condones en todos los colegios.

Previo a la marcha, el vocero de la Confech y presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales, Rodrigo Rivera, criticó los dichos de Varela, los que -aseguró- "no contribuyen a generar un ambiente para el diálogo".

"subir el nivel"

"Necesitamos que el ministro le suba el nivel a la discusión, porque las terribles declaraciones (del martes) y el resto de las declaraciones que ha dado durante el último mes claramente no contribuyen a generar un ambiente para el diálogo", agregó el dirigente estudiantil.

"Siempre hemos estado dispuestos al diálogo, eso es un tema importante para el movimiento estudiantil. El problema es que esos diálogos tienen que ser con altura de miras", sentenció Rivera.

La primera marcha estudiantil del año se replicó en ciudades como Concepción, Valparaíso, Iquique, Valdivia, Chillán y Rancagua.

Llamado de blumel

Las declaraciones del ministro Varela encendieron los ánimos previo a la marcha no sólo entre los estudiantes, sino también en la oposición, al interior del oficialismo y en el Gobierno mismo.

Desde RN su presidente, Mario Desbordes, le llamó a ser más cuidadoso en sus dichos y, según consignó ayer "La Tercera", el propio Presidente Sebastián Piñera le citó a La Moneda la tarde del miércoles para abordar el tono de sus declaraciones.

El ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gonzalo Blumel, se refirió ayer a la polémica y afirmó que todos los miembros del gabinete deben ser "extremadamente responsables".

"Yo creo que en esto: los ministros, las ministras, todos tenemos que ser extremadamente responsables en nuestra actuación, pero también somos personas, somos seres humanos de carne y hueso, con días buenos, con días malos y nos podemos equivocar, podemos cometer errores", aseguró el secretario de Estado, en declaraciones citadas por "Cooperativa".

El titular de la Segpres agregó que "lo importante es rectificar rápidamente y asimilar que cuando, uno cumple una función pública, se debe a esa función pública y a las responsabilidades que el Presidente de la República a uno le ha encomendado".