La ULagos realiza foros sobre acoso sexual y discriminación para crear protocolo interno
REGLAMENTO. La iniciativa que ya se ha implementado en otras casas de estudio busca desarrollar una cultura y generar los canales necesarios para denunciar, investigar y si fuese necesario sancionar conductas contrarias al respeto y la diversidad.
Un reglamento y protocolo para atender y sobre todo prevenir los casos de abuso, acoso y tratos discriminatorios contra las minorías sexuales, es lo que está realizando actualmente la Universidad de Los Lagos (ULagos) a través de su Mesa de Género, que esta semana desarrolló dos foros en las sedes de Osorno y Puerto Montt para avanzar en las respuestas que permitan establecer políticas y normativas internas que delimiten las relaciones de género y poder al interior de la comunidad universitaria.
En ambas jornadas participaron la doctora Daniela Marzi, abogada y directora de la Unidad de Igualdad y Diversidad de la Universidad de Valparaíso, que recientemente implementó este sistema; y Loreto Vargas, estudiante egresada de la carrera de Educación Física de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, quien además es miembro de la vocalía de género de la COFEU (Coordinadora Feminista Universitaria), quien sufrió en carne propia la extorsión y acoso de un docente que le pedía favores sexuales a cambio de aprobar sus asignaturas.
Además, expusieron el doctor Daniel Varela, director del centro de investigación I-Mar de la ULagos y Diana Kiss, secretaria general y coordinadora del programa de Estudios de Género, también de la casa de estudios anfitriona.
La primera institución en generar este marco reglamentario de comportamiento fue la Universidad de Chile, quien sentó un precedente que paulatinamente está siendo imitado por las instituciones que forman parte del Consejo de Rectores.
Testimonios
"En lo personal sufrí hostigamiento de un profesor en la universidad por lo que me empecé a organizar para saber si era la única o no. La cosa es que comenzamos a aliarnos con otras compañeras, porque habían más, para tratar de sacar a este y otros profesores", dijo Loreto Vargas.
"El año 2015 hicimos una gran marcha dentro de la universidad y a partir de eso tratamos de coordinarnos con otras casas de estudio, lo que en consecuencia permitió que comenzamos a trabajar en la creación de un protocolo en 2016", agregó la joven, quien se dio cuenta que se trataba de una situación recurrente no sólo en Santiago y su facultad, sino en otras tantas casas de estudio a nivel país.
"Empezamos a ayudarnos entre nosotras porque no había ningún protocolo hecho acá en Chile, entonces vimos lo que había en el exterior para traerlo acá y ver la forma de adaptarlo. Hablamos con algunas académicas también y así de manera mancomunada, con el aporte incluso de universidades regionales, creamos el protocolo", aseguró la dirigente estudiantil.
Por su parte, la doctora Marzi, de la Universidad de Valparaíso, explicó los pasos que en el caso de su institución permitieron desarrollar este marco regulatorio que de alguna forma consigna un espacio imparcial de denuncia que no existía para abordar de manera seria y profesional las situaciones de acoso y discriminación que puedan afectar tanto a hombres como mujeres.
"Vine a compartir fundamentalmente la experiencia de haber llevado a cabo este proceso de negociación junto con las autoridades de la universidad, que este caso fue el rector Aldo Valle y la secretaría general, quienes asumieron para este periodo la implementación de una política de género y en particular de un reglamento de prevención y sanción del acoso sexual", explicó Marzi.
La iniciativa comenzó luego de un proceso investigativo similar al que está haciendo la ULagos con la creación de la Unidad de Igualdad y Diversidad, donde se estableció un gran calendario para abordar el tema en todas las facultades, considerando a los estudiantes, los funcionarios y los académicos, para así en un plazo de un año y medio instaurar el protocolo que el pasado entró en vigencia.
"La idea era un poco resaltar la importancia de conseguir esos consensos, porque estas políticas se caricaturizan mucho, en el sentido de que vamos a estar casi como una policía moralista persiguiendo a la gente, o que cualquier cosa será considerada como acoso, pero cuando se ven en concreto cuáles son las conductas que están prohibidas, son cosas sumamente razonables", sostuvo la académica de la Región de Valparaíso, sobre los cuidados y pasos necesarios para unificar criterios junto con brindar más garantías a los denunciantes.
Protocolo
En ese sentido, el protocolo desarrollado por la UValpo consiste en una plataforma web donde la persona afectada se identifica y relata la situación sufrida dando cuenta de los hechos y las personas involucradas.
Posteriormente, la solicitud es recogida por un equipo multidisciplinario integrado por abogados, sicólogos, asistentes sociales y miembros de la Unidad de Igualdad y Diversidad que resuelve y entrega un informe técnico a un tribunal interno, que en base al reglamento establecido decreta las respectivas sanciones.
En el caso de una falta grave constitutiva de delito, el tema pasa directamente a fiscalía pública donde además se genera un sumario interno que podría culminar con la destitución del eventual agresor.
Lecciones
Diana Kiss, secretaria general y coordinadora del programa de Estudios de Género de la ULagos, señaló que la iniciativa surge más bien por la inquietud de los estudiantes que "están teniendo una situación de vulnerabilidad respecto a nuestra integridad y no solamente de las mujeres, también de las diversidades sexuales".
Frente a eso, Kiss expresó que "nos dimos cuenta que necesitamos una normativa, reglamento o protocolo que resguarde los procedimientos para sancionar cuando corresponda y motivar un clima de respeto", que también incluye al personal administrativo y académico.
"Entonces, por una parte está la demanda de los estudiantes, del estamento administrativo, de los académicos y también la demanda internacional de la Organización de Universidades Interamericanas, de avanzar en temas de género (...) sin tener que esperar a tener un caso grave para tomar este tipo de medidas", sentenció la secretaria general.
Por último, Soraya Hogas, asistente social especializada en temas de género y ex alumna de la ULagos, que sufrió acoso por parte de un profesor en su época estudiantil, valoró este proceso.
"Las temáticas de género hoy día son transversales en todo tipo de trabajo y de relaciones humanas. La violencia de género se instala desde relaciones asimétricas de poder, por lo que en todo lugar donde hay jerarquías puede ocurrir. Me parece importante lo que ha hecho la ULagos", dijo Hogas, añadiendo que "como ex alumna haber sufrido y denunciado públicamente esta conducta no pude conseguir nada, porque los protocolos no estaban establecidos y tampoco existían leyes".
"La violencia de género se instala desde relaciones asimétricas de poder, por lo que en todo lugar donde hay jerarquías puede ocurrir. Por ello me parece importante lo que ha hecho la ULagos".
Soraya Hogas, Experta en violencia de género"
"Nos dimos cuenta que necesitamos tener una normativa para sancionar cuando corresponda y motivar un clima de respeto".
Diana Kiss, Secretaria general de la Ulagos"
es el plazo que se autoimpusieron en la ULagos para crear el protocolo. Un año
entró en vigencia el 2018