Vecinos de Los Ángeles se movieron al son del chamamé y el asado al palo
PURRANQUE. Al ritmo de danzas, música y delicias gastronómicas, los lugareños de la zona rural tuvieron una grata jornada de entretenimiento en el marco de las ferias costumbristas.
El trayecto hacia Los Ángeles, a casi diez kilómetros de Purranque, tenía el típico verde sureño en sus campos, tras las lluvias de los últimos días, ya que últimamente predominaba el amarillo, producto del calor de la época estival.
Y precisamente la caída del vital elemento para el día de ayer era el temor de los organizadores de la penúltima feria costumbrista de la temporada en suelo purranquino, ya que podría atentar contra la masiva presencia de público en la denominada "Fiesta de la Gastronomía".
Afortunadamente, si bien estuvo nublado, el siempre oscilante tiempo sureño fue benevolente con la comunidad, que pudo realizar un evento con excelente convocatoria y una múltiple oferta de delicias gastronómicas y otras sorpresas para los visitantes.
Jornada
A las 13 horas en punto partió la puesta en escena, con la presentación del artistas local José Alfredo, seguido del grupo las Voces Cortealtinas y los bailes de Quilantal.
Este último elenco se encargó de darle más sabor a la instancia, que si bien tenía alta presencia de gente, no todos estaban muy prendidos.
Cueca, bailes argentinos a la usanza de los gauchos y el popular chamamé, donde pudieron participar los visitantes con los bailarines, fueron ampliamente aplaudidos.
Pero no era lo único que tenía esta feria, que contó con la presencia de unas 600 personas aproximadamente.
Mucha comida
Como buen festival de la gastronomía, la variedad de delicias era la tónica. Desde pasteles al siempre infaltable asado de cordero al palo, cuya deliciosa humareda se mezclaba con el incesante tránsito de los comensales, vitrineando y analizando qué comerían. A algunos les costó, ya que la oferta era amplia.
Hortensia Salazar, lugareña, era la más entusiasmada en su stand, denominado "Donde la Tencha".
Dice que lleva más de 30 años en el rubro: "empecé en Purranque y fuimos los primeros en vender empanadas, en la calle no más, a la salida de la iglesia y después empezaron los demás".
Respecto a su presencia en esta feria, Tencha indicó que "lo encuentro fantástico, porque uno de su casa sale a vender y a conocer gente también. Es bonito, se trabaja y se pasa bien".
Similar impresión tiene Olga Barría, de la localidad de Colehual, quien se dedica a la venta de comida rápida y la novedad: una rica merluza con agregado.
Reconoció que comenzó este año y partió vendiendo solamente empanadas fritas, hechas íntegramente por ella y su madre, pero con el correr del tiempo diversificó la carta.
Un dulce problema
Otro de los expositores fue el apicultor Francisco Díaz. Su venta de miel fue un éxito y a un precio módico: tres mil pesos el kilo.
Nacido en Constitución, Región del Maule, posteriormente se fue a Pirque, en la Metropolitana, a dedicarse al negocio de la miel. Sin embargo, el clima y la depredación del ecosistema mermó su producción, por lo que hace dos años se trasladó hasta Fresia en busca de un hábitat que le permita continuar con su negocio.
"Sigue siendo un buen lugar, todavía queda algo de nativo (flora), a pesar de que las autoridades no se han puesto las pilas, porque están acabando con todo en Fresia, es un desastre, los apicultores estamos preocupados", manifestó el microempresario.
Ajenos a estas eventualidades, la organización local mostró su satisfacción sobre la feria que tuvo alta afluencia de público y positivas ventas para los locatarios.
Sandra Álvarez, representante de la junta de vecinos de Los Ángeles, dijo que "este es el segundo año que se desarrolla esta fiesta de forma continua y ahí le estamos dando tiraje para que siga avanzando (...) trabaja gente que vive en el sector y recibimos a los afuerinos de igual forma, dando una buena atención".
personas aproximadamente llegaron a Los Ángeles a la penúltima feria costumbrista de la temporada. 600
de marzo será la última feria costumbrista de Purranque, en la caleta de San Pedro. 24 y 25