El cardenal Errázuriz analizó la visita papal y la presencia del obispo Juan Barros
DICHOS. El religioso envío una carta a la Conferencia Episcopal de Latinoamérica.
Mediante una carta enviada a los presidentes de las Conferencias Episcopales de Latinoamérica, el cardenal Francisco Javier Errázuriz abordó la visita del Papa Francisco a Chile en enero pasado, la baja participación de los fieles en algunos encuentros y la presencia de Juan Barros, el obispo de Osorno, en la mayoría de las actividades papales.
Durante su visita a Chile el Papa Francisco defendió a Barros en reiteradas ocasiones y señaló a los periodistas que "no había ninguna prueba en su contra". Tras la visita, envió a Chile al obispo Charles Scicluna para indagar los cuestionamientos a Barros por parte de los denunciantes de Fernando Karadima.
Envío de carta
El National Catholic Reporter, medio de comunicación estadounidense especializado en temas relacionados con el Vaticano, reveló parte del contenido de la misiva del cardenal, texto en donde apunta a Juan Barros al mencionar las complejidades ocurridas durante la visita del Papa. Según Errázuriz, el obispo de Osorno "no percibió la magnitud del problema" y "no evitó las entrevistas grupales". Además, en la carta el cardenal agrega que Barros dio la impresión de que consideraba las entrevistas "una oportunidad favorable para difundir su visión de las cosas y para defenderse de las acusaciones".
Según Errázuriz, la visita del Papa "demostró una debilidad" de la conferencia de obispos chilenos: "Fuimos acompañados por un joven y valioso periodista, pero sin la experiencia profesional y la autoridad necesarias para dialogar con periodistas y agencias de noticias". El cardenal lideró la arquidiócesis de Santiago durante 12 años, hasta 2010, período en el cual recibió varias denuncias contra Karadima. Según su declaración como testigo ante la justicia por la demanda civil presentada por los afectados, Errázuriz reconoció que en un inició no las creyó: "La fama del padre Karadima era extraordinaria".