Carolina Collins/Agencias
Se podría decir que Justin Timberlake acumula un historial de polémicas relacionadas al Super Bowl. El domingo, el artista volvió a protagonizar el show del entretiempo del evento deportivo, 14 años después de la controvertida aparición junto a Janet Jackson en 2004, cuando fue objeto de críticas tras haber dejado al descubierto un pecho de la cantante.
Y con el show que dio el domingo en el descanso en la final del Super Bowl, con el que hizo vibrar a más de 70 mil personas en el estadio U.S. Bank de Minneapolis, el intérprete, de 37 años, volvió a desatar una controversia.
Esta vez la razón fue el homenaje que rindió al fallecido Prince. En su presentación, que duró casi 14 minutos, Timberlake desplegó todo su repertorio de éxitos y aprovechó la ocasión para presentar al público algunos temas de su recién estrenado disco "Man of the Woods".
Pero fue el tributo que realizó en su natal Minneapolis al autor de "Purple Rain" lo que lo puso al ex 'N SYNC al centro de una nueva polémica.
La controversia
Iluminado por un halo de luz violeta, Timberlake trajo de vuelta a Prince, fallecido el 21 de abril de 2016, a través de un holograma que apareció mientras interpretaba al piano el tema "I Would Die 4 You".
Pero pese a ser uno de los momentos estelares de su actuación, el artista no pudo evitar la polémica, luego de que la familia de Prince acusara que no había autorizado el holograma. A eso se sumaron las críticas de los seguidores de Prince, que denunciaron a través de las redes sociales que al fallecido artista no le habría gustado verse homenajeado de esa manera.
En vida, el oriundo de Minnesota manifestó varias veces su deseo por mantenerse al control de su obra y figura, algo que lo hizo protagonizar varias polémicas, así como por su postura contra la piratería y el streaming, lo que lo enfrentó con el sello Warner Bros.
Fue en una entrevista con la revista "Guitar World" que Prince se refirió específicamente a la idea del uso de alta tecnología para revivir a artistas fallecidos. "Esa es la cosa más demoniaca imaginable", dijo. "Todo es como es y debería ser. Si tuviera que tocar con Duke Ellington, habríamos vivido en la misma época", agregó el artista, quien enfatizó que "toda esa realidad virtual ... es realmente demoníaca". "Y no soy un demonio ... Para evitar que suceda ese tipo de cosas es otra razón por la que quiero el control artístico", explicó el músico.
Le polémica por el uso de la imagen de Prince surgió en los días previos al evento deportivo, cuando trascendió que se usaría un holograma suyo en el espectáculo de Timberlake. De hecho, familiares del cantante fallecido en 2016 por una sobredosis de calmantes dijeron antes del show, el sábado, que no se les había pedido permiso y que no lo autorizarían.
La prometida de Prince, la cantante Sheila E, escribió que "Prince me dijo: nunca permitas que nadie me haga un holograma. ¡No sería agradable que eso sucediera!". Pero finalmente en el escenario en el estadio U.S. Bank de Minneapolis apareció el holograma del artista, tal como había ocurrido antes con otros artistas fallecidos, como Michael Jackson y el rapero Tupac.
Pelea entre ambos
A lo anterior se sumó como causa de críticas el desencuentro entre el fallecido músico y Timberlake en 2006. Fue entonces que Prince criticó el single del ex 'N SYNC "Sexy Back", quien a su vez le respondió con un verso de su canción "Give It To Me" en el que canta "no me odies solo porque no se te ocurrió". Posteriormente, en enero de 2007, la disputa se reavivó, luego de que Timberlake le bajara el micrófono a Prince durante la entrega de los Globos de Oro, algo que fue interpretado como una burla por su baja estatura física.
Timberlake responde
Tras las críticas en su contra, Timberlake respondió ayer asegurando que antes de usar la imagen de Prince conversó con su amigo personal y percusionista de The Roots, Questlove, quien le habría dado su aprobación. "Questlove es la enciclopedia de la música, pero también como un guardián de Prince, así que si tengo el visto bueno de Questlove, estoy bien", dijo según "Vanity Fair".