Guerra de memos entre republicanos y demócratas por el Rusiagate en EE.UU.
POLÉMICA. Los opositores a Trump en el Comité de Inteligencia en la Cámara quieren hacer público su propio informe, luego del documento liberado el viernes pasado que descubre el papel de la campaña de Hillary Clinton en el financiamiento de las pequisas.
El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos empezó ayer a considerar una votación para determinar si hace público un memo elaborado por la oposición demócrata en esa instancia y que supuestamente tira por tierra y/o contextualiza los principales supuestos del memo hecho publico, el viernes pasado, por la mayoría republicana de ese comité que denuncia graves sesgos políticos en la forma en que el FBI y el Departamento de Justicia comenzaron la investigación sobre los supuestos vínculos entre la campaña de Donald Trump y el gobierno ruso, el comocido como Rusiagate.
El documento hecho público el viernes con la autorización final de Trump, a pesar del rechazo del FBI y del Departamento de Justicia, asegura que la investigación original del caso, que comenzó con las pesquisas sobre un ex asesor de campaña de Trump de nombre Carter Page, se basa casi íntregramente en un reporte elaborado por un ex oficial de inteligencia británico y fuente hasta hace poco del FBI que fue, en realidad, encargado y financiado por el Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) y el equipo de campaña de Hillary Clinton, la ex candidata presidencial demócrata y rival en las elecciones de noviembre de 2016 del ahora Presidente, el republicano Donald Trump.
El Presidente Trump ha reivindicado los hallazgos del memo republicano como prueba de que la investigación sobre la supuesta colusión entre su campaña y Rusia en 2016 no es más que "una caza de brujas" motivada por fines políticos de sus rivales demócratas. Actualmente, la investigación esta en manos de un fiscal ad-hoc, Robert Mueller, quien puede ser despedido en cualquier momento por Trump si el Presidente así quiere proceder. Esto último, a pesar de todo, parece poco probable que ocurra, ya que no haría más que intensificar las sospechas y acusaciones de obstrucción a la justicia contra el Presidente estadounidense.
Críticas opositoras
La oposición demócrata ha fustigado la desclasificación del memo y asegurado que los hechos que incorpora y la forma en que los presenta son selectivos para manchar el conjunto de la investigación de los supuestos nexos entre la campaña de Trump y Rusia. En los días previos a la liberación del memo, el Departamento de Justicia dijo públicamente que tenía "graves preocupaciones" con respecto al contenido del documento. En esa ocasión dijo que había omisiones y problemas de acuciosidad. Los demócratas destacan que Carter ya era investigado por el FBI desde el año 2013 como un posible agente al servicio de los rusos, así como que el asesor que mayormente motivó las pesquisas policiales fue, en realidad, otro ex colaborador de la campaña de Trump de nombre George Papadopoulos. Este último reconoció haber mentido al FBI sobre sus contactos con representantes rusos y actualmente colabora con la investigación que lleva adelante Mueller. Papadopoulos, sin embargo, no ha reconocido colusión.
HECHOs NO DESMENTIDOs
El hecho que el reporte central que sirvió para solicitar permiso para investigar a Carter fue encargado y financiado por los rivales demócratas de Trump no ha sido desmentido (tiene que autorizarlo una corte especial para estos fines) . Del mismo modo, está bastante probado que el ex agente de inteligencia británico que elaboró el documento en cuestión mostró fuertes sentimientos contrarios a la candidatura de Trump y a favor de su rival en las elecciones del 2016, Hillary Clinton.
La mayoría republicana en el Comité de Inteligencia, hasta ahora, ha bloqueado la liberación del "contra-memo" demócrata. Sin embargo, estaba previsto que el comité en pleno se reuniera al final del día de ayer para considerar si lo hacían público, según consignaba el sitio web del comité . Esto tendría que producirse a través de una votación.