Alcaldesa de Octay busca evitar nuevo desborde en Cascadas para no repetir tragedia de Santa Lucía
PREVENCIÓN. Durante el verano pueden producirse deslizamientos de tierra debido a las lluvias y el calor, tal como ocurrió en la villa ubicada en Palena. Sernageomin califica la zona del balneario como punto riesgoso.
Producto del aluvión ocurrido en la Villa Santa Lucía de Palena, el cual ya registra 14 víctimas fatales, se han encendido las alarmas respecto a posibles episodios similares que pudiesen ocurrir más al norte en la Región, específicamente en la provincia de Osorno.
Precisamente a comienzos de enero de este año, la inusual cantidad de lluvia que cayó en la provincia -especialmente en la comuna de Puerto Octay- provocó un desborde del río Blanco que dejó a cuatro familias damnificadas y originó profundos socavones en el balneario de cascadas. En total 28 residentes debieron ser evacuados de sus casas.
Trabajos
Frente a ello la alcaldesa de la comuna lacustre, María Elena Ojeda, señaló que "estoy preocupada por unos trabajos que desde la semana pasada estaba haciendo el MOP, respecto a los cuales la gente tenía reclamos porque decían que estaban haciendo harto destrozo en sus parcelas. Envié al jefe de obras para que viera y se le solicitó al MOP que mandara gente a solucionar el problema. El tema es que la lluvia que cayó del sábado al domingo hizo que todo lo que se había trabajado con las máquinas se viniera abajo".
La jefe comunal recalcó que "habrá que hacer todo de nuevo, pero yo estoy atenta permanentemente de lo que pasa en el lugar, porque ya vivimos una situación compleja en enero y sería muy lamentable que volviera a ocurrir producto de un trabajo mal hecho".
Prevención
El director regional de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Alejandro Vergés, explicó que "nosotros nos basamos en los antecedentes que nos remite Sernageomin (Servicio Nacional de Geología y Minería) que es nuestro referente técnico. A través de ellos disponemos de estudios que determinan el riesgo de las zonas por diferentes variables".
En cuanto a las áreas que se ubican cerca de Osorno se cuentan Cascada y Petrohué, "que están considerados como riesgosas. A partir de ahí participan activamente los municipios generando planes de contingencia para enfrentar estas variables".
Debido a la emergencia en Palena no fue posible ubicar a los altos cargos regionales del Sernageomin, sin embargo, desde la institución llaman a la concientización y educación de la población frente a los riesgos de catástrofes climáticas, aunque recalcan que son un organismo técnico que no cuenta con atribuciones para obligar a la gente asentada en zonas de riesgo a salir de ahí.
Análisis
La directora provincial de Vialidad, Heisy Rubio, explicó que justamente Cascadas sigue siendo el punto más complejo respecto a deslizamientos en esta zona.
"En el caso específico de aluviones sí, que es distinto a lo que ocurre en el invierno por la caída de lluvia, porque esos no están relacionados a fenómenos cordilleranos de la isoterma, sino que a inestabilidad del suelo", detalló la profesional, en alusión a la caída de material desde los cerros en el camino al mar, donde se han cortado caminos producto de desprendimientos.
En paralelo, el diputado por el distrito 25 Fidel Espinoza (PS), pidió al intendente Leonardo de la Prida que "en los próximos 60 días se aboque a dejar un estudio en la Región de Los Lagos, antes de que entreguemos el gobierno, que a través de un mapa permita determinar cuáles son los lugares que a futuro puedan registrar estos eventos".
"Habrá que hacer todo de nuevo, pero yo estoy atenta permanentemente de lo que pasa en el lugar, porque ya vivimos una situación compleja en enero"
María Elena Ojeda, Alcaldesa de Puerto Octay"
Deslizamiento
Según Onemi, los aluviones corresponden a un tipo de movimiento brusco de tierra mezclado con agua. Se caracterizan por sus flujos rápidos y violentos capaces de arrastrar rocas y otros materiales que descienden por una quebrada o lecho de río. Estos ocurren cuando el agua se acumula rápidamente en el suelo a raíz de una lluvia intensa o deshielos repentinos. Estas corrientes fluyen por una quebrada, destruyendo todo a su paso con poca o nula advertencia. Pueden extenderse varios kilómetros desde su punto de origen, aumentando considerablemente de tamaño a medida que arrastran árboles y rocas que encuentren en su recorrido.