El grado de evolución de las sociedades puede ser medido por distintos y variados estándares, como los índices macroeconómicos o el ingreso per cápita, u otros que apuntan más al desarrollo humano, como los que se refieren a la calidad de vida de las personas. Así también podría ser medida la evolución y progreso de una sociedad como la nuestra, según el grado de amparo que ofrece a su población más vulnerable, como los niños, adolescentes y personas de la tercera edad o adultos mayores.
En materia de protección a la infancia y adolescencia, Chile ha avanzado estos últimos años adecuándose a los estándares internacionales que proponen organismos multilaterales especializados como la Unicef. No es casualidad entonces que los antiguos "juzgados de menores" dieran paso a la nueva justicia de familia, representada por los tribunales de familia, lo que trae consigo no sólo otro concepto para dimensionar el problema, sino también una idea más integradora para comprender y poder solucionar los conflictos de naturaleza familiar.
La gestión pública en niñez y adolescencia en nuestro país también ha dado pasos para ir mejorando, aunque la polémica crisis del Sename demostró que ha habido vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes, por lo que existe aún una importante deuda social que cubrir en este ámbito. No sólo una futura ley de garantías a los derechos de la infancia es necesaria, también lo es hacer efectivo un sistema de protección integral de la niñez y adolescencia, al cual concurran y aporten todas las instancias públicas vinculadas a esta temática, tal como se está haciendo en la provincia de Osorno al establecerse un trabajo intersectorial con la red Sename, coordinado entre el Servicio de Salud, la Municipalidad, el Senda, el propio Sename y el Tribunal de Familia, todos juntos como partes de un sistema que es mucho más que la suma de sus componentes.
Un enfoque sistémico para abordar temas tan centrales e importantes como éste permite comprender que todas las instituciones que participan, están conectadas unas a otras y que los resultados que se obtienen son un incentivo para seguir trabajando en conjunto, de manera permanente, y dejar de verse separadas unas de otras.
Jaime Sotomayor Neculman Abogado, Magíster en Gestión Pública