Paola Rojas

Una de las tradiciones de Fiestas Patrias que ya está arraigada en el centro de Osorno es el carnaval de cueca que recorre la calle Lynch, actividad que deleitó este sábado a centenares de transeúntes que circulaban al mediodía por el tradicional barrio comercial, hora en que muchos osorninos aprovechan su día libre para hacer sus compras en el sector.

Más de 10 grupos de cueca de la ciudad se fueron uniendo para entregar el baile nacional en cada esquina de esta concurrida calle, lo que además fue acompañado de vasos con chicha de manzana, típica de esta zona, que se repartían a los espectadores que eran peatones y comerciantes de este antiguo sector de la ciudad.

Tradición que crece

Mario Uribe, presidente del Comité de Seguridad y Desarrollo de Lynch, explicó que esta actividad tiene por nombre Festival Folclórico de la Cueca Chilena, el cual ya lleva diez años celebrando en el mes de septiembre en el sector.

Uribe recordó que el origen de la actividad fue un pasacalles por tres años y así se fue agrandando; la municipalidad los comenzó a apoyar con un camión para la "ramada móvil", que es el escenario que se desplaza con los músicos.

Detalló que el vehículo engalanado, por segundo año fue abordado por el conjunto musical "Alma Chilena", quienes en ningún momento dejaron de tocar cuecas. Comenzaron en el cruce de Lynch hasta que la fiesta concluyó en la plazuela Yungay.

"Es un gran esfuerzo para ellos porque aproximadamente por tres horas y media van cantando arriba del camión", manifestó el comerciante.

Agregó que a medida que van avanzando por las seis cuadras que comprende el carnaval, se van uniendo grupos de cuequeros, que este año fueron al menos diez.

Reconocimientos

Uribe destacó que este año el municipio donó para este festejo un total de 19 premios para honrar a los vecinos que fueron elegidos como los más colaboradores en la gestión del comité, apoyando además en cuanto a resguardar la seguridad del sector.

Dentro de los 19 comerciantes que recibieron un reconocimiento este año está Andrés Segovia de Mundo Plástico. Trabaja con su local por 22 años en el barrio, sobre el cual aseguró que desde esa época ha cambiado mucho y para mejor, en cuanto a la seguridad y también este tipo de actividades recreativas, que ayudan a marcar la identidad particular del lugar.

"Estas actividades, así como la instalación de la estatua de Martín Vargas, le dan un gran realce al barrio. Ahora viene un mayor hermoseamiento y esto va en ayuda para todos", detalló el locatario.

También fue galardonada la propietaria de la "Ferretera Siglo XXI", Jéssica Barría, quien luego de participar en el recorrido bailando cuecas, manifestó que los comerciantes del Lynch están levantando el barrio entre todos.

"Estamos todos motivados para que Lynch viva y este reconocimiento es para todos los que van a las reuniones, participan y están en todas las actividades. Desde niña que bailo cueca, pero cuando una se casa y tiene hijos lo deja un poco de lado, pero bailar cueca es mi pasión", precisó.

También recibió un premio Marcela Soto, de la tienda de calzados Dreams, quien además trabajó sirviendo al público la chicha para el esquinazo: "Este reconocimiento es inesperado. Nuestros productos son de excelente calidad y lo que la gente no encuentra en el centro siempre lo va a encontrar en calle Lynch", remarcó.

"

Estoy deseando reflexionar, detenerme por un rato y sanar, porque es importante".

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