Palma chilena pasará a ser una especie en peligro de extinción
PATRIMONIO. Conaf envió un informe al Gobierno a causa de la explotación humana que, junto a los incendios, ha minado la presencia de la especie.
La palma chilena (Jubaea chilensis) es una especie reconocida por su gran altitud, que puede sobrepasar los 25 metros, rasgo acompañado por lo esbelto de su tronco, con un diámetro de 1,3 metro en la base. Su carácter autóctono y presencia desde tiempos inmemoriales en la zona central del país, condujo a que la especie fuera declarada protegida, aunque en la categoría de vulnerable, dada la explotación humana de su entorno. Una revisión a su estado de conservación provocó que la Corporación Nacional Forestal (Conaf) solicitara al Gobierno catalogar a la palma chilena como especie en peligro de extinción.
El Comité de Clasificación de Especies, dependiente del Ministerio del Medio Ambiente, aceptó la solicitud del organismo forestal.
Factores de riesgo
El emblemático árbol recibió el rótulo de vulnerable en 2008, dado que su presencia geográfica disminuyó un 50% en los últimos 300 años, fundamentalmente, producto de la tala para la extracción de miel y la construcción de viviendas.
La Conaf sostuvo que este ejemplar enfrenta un escenario aún más complejo, producto de "tres amenazas: la extracción desmesurada de semillas o 'coquitos', la presencia de ganado, que se alimenta de los brotes; y los incendios forestales, que dañan al bosque acompañante", afirmó el director del organismo en la Región de Valparaíso, Héctor Correa.
"Estos factores están provocando un envejecimiento de los palmares del país, al no permitir una regeneración natural o reclutamiento que permita la continuidad de la especie en el tiempo", continuó la autoridad, motivo por el que es necesario incrementar, o modificar, los instrumentos para su protección.
El requerimiento de la corporación "se enmarca dentro de las estrategias adoptadas por Conaf, a partir del trabajo de planificación realizado en el Parque Nacional La Campana, basado en los estándares abiertos para la conservación, cuyo plan de manejo fue terminado recientemente y enviado para su revisión y aprobación este año", afirmó Correa.
El Comité de Clasificación de Especies evaluará la situación actual de 16 hongos y líquenes, 30 animales y diez plantas nacionales, consideradas de interés patrimonial.
Este proceso se extenderá por alrededor de seis meses, para luego dar paso a una consulta ciudadana y el eventual cambio de categoría de conservación.
Importancia biológica
La Jubaea chilensis habita -hasta por mil años- sólo en clima mediterráneo, el que se caracteriza por su escasa extensión. Ejemplos de este tipo de hábitat son los parques Quinta Normal y Bicentenario, en la Región Metropolitana, así como La Campana y algunos cerros de la Región de Valparaíso, señala el sitio web del Museo Nacional de Historia Natural. Sus semillas habrían viajado desde Isla de Pascua.
Este árbol mantiene una relación con su ecosistema a través del tronco, que desprende fácilmente las hojas muertas, sin dejar restos secos que luego sirvan de refugio a roedores, como otras palmeras introducidas.
Los trozos de madera son usados como escalinatas por los mamíferos, con el fin de llegar a los nidos y comerse los huevos y crías de las aves que anidan allí.
Además, la palma chilena florece alrededor de los 30 años de edad, con frutos de agradable sabor, al igual que su savia, factores alimenticios que han provocado su intensa explotación para elaborar miel.
Listas de especies amenazadas
El Ministerio del Medio Ambiente explica en su página web que una especie amenazada es aquella que presenta problemas de conservación, al punto que estos podrían conducir a su extinción en el mediano plazo, es decir, "al menos 10% de probabilidad" en un siglo. Estos seres vivos se han ordenado en Listas de especies amenazadas, a partir de 1960 en el mundo, y 1971 en Chile. Desde entonces se han publicado evaluaciones como los "libros rojos" de la Conaf.
años puede vivir una palma chilena, especie vegetal que en los últimos 300 años ha visto disminuido su hábitat. 1.000
años demora en florecer un ejemplar autóctono. Sus frutos, reconocidos como 'coquitos', son usados en gastronomía. 30