Las conductas que delatan la existencia de un ciberacosador y cómo mitigar sus acciones
COMPORTAMIENTO. Idiosincrasia, rasgos de personalidad o esconderse en el anonimato, serían los principales motivos para "trollear" a otros en la web.
Ciberacoso o acoso virtual, derivado del término en inglés "Cyberbullying", es el uso de medios de comunicación digitales con el fin de molestar a otros mediante ataques personales, divulgación de información confidencial, o falsa, efectuado por uno o más individuos.
Videos reconocidos por todos en las redes sociales, como la dislexia de un niño, la filtración de fotos íntimas de decenas de famosos y, el más reciente, la mujer que el pasado jueves confundió el lugar de estacionamiento de su vehículo, se viralizan rápidamente por internet provocando la burla de miles de cibernautas.
Factores del bullying
Dominique Karahanian, psicóloga y académica de la Universidad Mayor, analizó los factores que llevan a que situaciones como las mencionadas anteriormente despierten cierta hostilidad en los críticos que se esconden detrás de la pantalla de un computador o un celular, quienes, muchas veces, desconocen el trasfondo del contenido que se difunde en la web.
"La idiosincrasia chilena y el tema de la burla siempre ha estado; lo grave tiene que ver con que hay un 'esconderse en el anonimato' y desarrollar la capacidad de hablar de otros sin saber porqué, ni conocer el trasfondo de la historia que se viraliza. El concepto de que 'nadie me va a pillar, por tanto puedo descalificar y decir del otro lo que se me ocurra' es la raíz del problema del bullying o el "trolleo" que predomina hoy en día", afirmó Karahanian en entrevista con este medio.
Según la especialista, las personas que agreden o se burlan de otros a través de internet tienen un alto nivel de insatisfacción en sus vidas, tienen mucho tiempo disponible y forman parte de un círculo vicioso que funciona bajo esta lógica: "Hay una sensación de injusticia y una especie de cadena que funciona de forma 'perversa'; el que está sobre mí me violenta y por lo tanto yo sigo violentando a otros", dijo la psicóloga, quien también consignó que Twitter es la red social donde más se hace bullying, ya que "cualquier persona puede crear una cuenta falsa, inventar algún e-mail, ver perfiles que no estén privados y escribir lo que se les antoje, diferente a Facebook donde hay un nombre y un apellido de por medio".
Ser un "ciberacosador"
La académica indica que el límite de lo público y lo privado diferencia a una persona "burlesca" de una que, derechamente, hace bullying. "Si hay una situación que a la persona le parece llamativa y decide subir el video a la web, o no, es también con el propósito de ser visto y admirado. Ante este escenario, hay que cuestionar las éticas personales y decir: ¿Está bien que yo haga esto?, ¿Se las consecuencias que va a sufrir la persona a quien "trolleo"?
Tal como el bullying forma parte de la idiosincrasia del chileno, acorde a Karahanian, ya que funciona en base a la ironía y al sarcasmo, como sociedad "hay que plantearse un desafío enorme y avanzar en la materia. También es fundamental educar bien a las personas desde la niñez: prepararlos para que aprendan a enfrentar situaciones difíciles, a defenderse con argumentos sin necesidad de caer en la descalificación a otros y entregarles mecanismos para ser más empáticos".
Luego de que una persona sufre bullying a través de internet, ya sea por filtración de fotos, registro de una caída o haber sufrido un "chascarro", el proceso de aceptar que la situación realmente ocurrió y tomarse el tiempo para reconstruirse personalmente y superar el temor a la vergüenza y al escrutinio público, es esencial.
Ante este caso, la psicóloga aconseja que aquellos quienes fueron "trolleados" deben tener en cuenta que el ataque no fue personal: "Si hoy fuiste tú, mañana va a ser otro quien se va a caer o va a decir una palabra divertida. Es importante tener una red de apoyo", dijo la profesional, quien recibe preguntas en su web www.psicologianarrativa.cl.
Antes de internet
La burla, según la académica, se remonta a la época del denominado "pelambre", mucho antes que existiera internet y las redes sociales.
"Ahora son los celulares, las tablets y los computadores, pero años atrás los baños de los colegios, los bancos y las cartas anónimas estaban llenos de mensajes de odio y burla hacia los demás, al igual que las llamadas en la década del 80. Esto ha sido desde que el mundo es mundo, sólo que la herramienta ha cambiado", afirmó Karahanian.