Lepra: infectividad de la bacteria es baja y se requiere de un contacto prolongado
ENFERMEDAD. Manchas pálidas en la piel y problemas en las muscosas nasales son los primeros síntomas que aparecen con esta patología. Su período de incubación puede ir de los cinco a los 20 años. Ayer se confirmó un caso en la Región de Los Ríos.
Punto de debate y contingencia ha sido estos días la lepra, una enfermedad causada por una bacteria llamada "Mycobacterium leprae", que según el Ministerio de Salud (Minsal) oscila entre uno a dos casos al año en Chile. Ayer, de hecho, el Instituto de Salud Pública confirmó la positividad de un paciente extranjero residente en la Región de Los Ríos
La patología, conocida desde tiempos bíblicos, fue objeto de estudio del médico holandés Gerhard Armauer Hansen, que logró describir la bacteria recién a mediados del siglo XIX.
La ministra de Salud, Carmen Castillo, pidió terminar con la discriminación sobre los casos de lepra en dos personas extranjeras, pues es preciso apuntar que existe poco conocimiento y muchos mitos sobre esta antigua enfermedad.
Luis Vergara, biólogo y jefe del Laboratorio de Ciencias de la Universidad San Sebastián, expresó que los síntomas iniciales de la lepra no son muy específicos, pero que aparecen manchas pálidas sin sensibilidad en la piel, tambien conocidas como lesiones anestésicas. "También se pueden ver afectadas algunas mucosas, particularmente las nasales", mencionó.
El también doctor en Microbiología agregó que dentro de los síntomas también se pueden desarrollar manifestaciones neurológicas y, dependiendo de cómo evoluciona la enfermedad, puede ocasionarse un daño mayor que implica; por ejemplo, deformación de rostro o reabsorción de los huesos de los dedos.
De acuerdo al debate y a los diversos juicios xenófobos por el caso de lepra de una persona haitiana, que en los últimos días ha causado gran revuelo noticioso en medios de comunicación y redes sociales, el experto hizo hincapié en que "ésta es una enfermedad absolutamente tratable y en el país existen todas las condiciones para su diagnóstico y tratamiento".
Según este mismo contexto, Vergara explicó que en Chile la lepra es una enfermedad de notificación obligatoria y son muy pocos los casos reportados. "En Chile continental no existen reportes de casos autóctonos (pacientes infectados en el país) y los pocos casos reportados corresponden a personas que han vivido algún tiempo en el extranjero en zonas donde la lepra es más común, no necesariamente inmigrantes," aseveró.
Nivel de infección
Mientras algunas enfermedades son altamente infecciosas y causan altos niveles de transmisión, la lepra queda más al margen de esta situación. El microbiólogo detalló que la infectividad de esta bacteria es baja y se requiere de un contacto estrecho y prolongado con un paciente infectado para que exista real riesgo de infección.
De esta manera el especialista planteó que "el mecanismo de transmisión no se conoce bien, pero se considera que sería de persona a persona por vía respiratoria o, eventualmente, a través de lesiones en la piel. Esto último poco probable".
Al mismo tiempo, Ximena Aguilera, directora del Centro de Epidemiología y Políticas de Salud de la Universidad del Desarrollo, sumó a la información anterior que la lepra se adquiere por el contacto estrecho con pacientes multibacilares no tratados, probablemente, a través de la mucosa respiratoria o de gotículas nasales y orales.
"El período de incubación, entre el contagio y el inicio de síntomas, es prolongado porque la bacteria es de crecimiento muy lento; en promedio es 5 años, pero puede ir de 1 a 20 años", recalcó.
Tal como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, la lepra es una patología crónica y, al mismo tiempo, una enfermedad transmisible. De acuerdo a esto, la experta mencionó que no todos los que están en contacto con un enfermo sin tratamiento se pueden contagiar. "Para que ocurra el contagio también importan el estado inmunitario de las personas y las condiciones ambientales en las que se da el contacto con los enfermos", afirmó.
Igualmente, Aguilera agregó que los factores genéticos también juegan un rol relevante. Según esto, se ha reportado una alta proporción de personas (95%) que son inmunes a la enfermedad, lo que quiere decir que aunque se expongan a enfermos no se van a contagiar. "En cuanto a las condiciones ambientales, la mejoría en las condiciones de vida ha llevado a la reducción espontánea de la enfermedad", recalcó.