Bladimiro Matamala
Las vigas de los costados del templo y parte del piso que es de mañío, será posible rescatar en un primer análisis, según se obtiene del plan de reconstrucción que acaba de iniciar la comunidad de Purranque de la siniestrada Iglesia San Sebastián, templo que fue afectado por un incendio la madrugada del 7 de febrero de 2016.
El siniestro caló hondo entre los sacerdotes, autoridades y vecinos de las distintas comunidades cristianas que se han unido para emprender la difícil tarea, siendo un bingo solidario el beneficio más reciente que efectuaron este sábado 8 de julio en el gimnasio del Colegio Preciosa Sangre, según contó Horacio Velásquez, presidente de la comunidad cristiana de la población Carrasco. Sobre el avance del plan habló el vicario de la parroquia, sacerdote Claudio Varas.
"Comenzamos la primera parte de este proceso utilizando los servicios de una empresa de Osorno, preocupados primero de sacar todos los escombros. Y nos fuimos dando cuenta que aquello que quedó en pie casi en su totalidad estaba dañado. Por otro lado, ha sido necesario emprender obras transitorias en la techumbre que nos permita iniciar las faenas este invierno, cambiando las cerchas e instalado algunas planchas", dijo.
Empresa y recursos
El sacerdote informó que se espera a fines de este mes el resultado de la licitación para determinar la empresa que se hará cargo del proyecto definitivo de reconstrucción.
"La idea es no parar y ni le cuento la cantidad de escombros que hemos sacado, donde queda en evidencia la magnitud de los daños. En fecha próxima sostendremos una reunión donde vamos a definir con algunos profesionales que nos están apoyando, la segunda parte de este proceso que será la reconstrucción misma, lo cual pensamos se extenderá por lo menos un año", agregó.
El padre Claudio Varas dijo que se mantiene el proyecto original y que se espera tener claridad en los próximos días sobre el costo total de la obra.
"Tenemos una base que es el seguro que asciende a los 166 millones de pesos, pero estimamos que vamos a necesitar mucho más", concluyó.
En diciembre de 2016 se reunió la comisión técnica compuesta por el ingeniero civil Jorge Domínguez, la arquitecto constructor Teresita Méndez y el arquitecto y Premio Nacional de Arquitectura, Edward Rojas, con los sacerdotes de la Congregación de la Preciosa Sangre, más el arquitecto designado por la municipalidad de Purranque, Francisco Fernández. En la ocasión, efectuaron una visita al siniestrado establecimiento y en una primera evaluación constataron la magnitud de los daños provocados por las llamas.
Dos torres
Y con relación a la propuesta arquitectónica para la nueva iglesia, se argumentó que desde su fundación el edificio ha estado constituido por 2 cuerpos separados: la nave central y la torre-pórtico. El hecho arquitectónico ha caracterizado la vida (y la destrucción) por separado de la iglesia, causado por incendios y terremotos que la han removido.
Tomando como referencia este antecedente, se propone separar una vez más las dos partes. Por un lado, recuperar y restaurar la nave central, y por otro, construir un volumen que sea reinterpretación contemporánea de los diversos momentos arquitectónicos de su fachada, porque es aquello que los habitantes mantienen en su memoria.
Asimismo, se aconseja efectuar un levantamiento crítico y evaluación técnica de lo existente, de manera tal que la nave central recuperada y restaurada sea el punto de partida de la reconstrucción.
Todo ello significa una intervención similar a la del terremoto de 1960, es decir, se recupera la nave y se le incorpora un pórtico.
Tanto en la rehabilitación del edificio patrimonial como en el nuevo volumen, las maderas serán tratadas con pinturas ignífugas y xilófagas que velen por la seguridad y durabilidad de las mismas.
"Sobre el pórtico iría el símbolo de la Congregación de la Preciosa Sangre y también se incorpora una hornacina (forado en la pared) vidriada, con una imagen de madera de San Sebastián, patrono de la iglesia de Purranque", indicaron.
Y para el interior se propone retirar las planchas de madera aglomerada y revestirlo en madera nativa para recuperar la luminosidad y destacar la belleza del espacio arquitectónico.
Influencia chilota
Respecto a la creación de la iglesia San Sebastián, se señala que el 5 de mayo de 1922 se colocó la primera piedra de la entonces capilla en un terreno donado por el precursor de la ciudad, Tomás Burgos Sotomayor, trabajos que se iniciaron a fines de 1923 y que concluyeron en 1927. Fue bendecida por el obispo Guido Beck de Ramberga, donde en aquella época Purranque dependía del Obispado de Ancud.
Esto tiene importancia por cuanto la tipología arquitectónica del edificio católico tiene como referencia la "escuela" de las iglesias de madera de Chiloé, con una nave central y una torre en su fachada.