Esta semana, en la Municipalidad de Osorno, bajo la organización de la Universidad de Los Lagos, se desarrolló la Jornada de Reflexión sobre la Reforma Agraria en la Región de Los Lagos, conmemorando de esta manera los 50 años de la Reforma Agraria.
Llama profundamente la atención que, siendo catalogada como una jornada reflexiva, todos los expositores e invitados a ponencias hayan compartido la misma visión utópica e históricamente distorsionada de la Reforma, mostrando solamente los supuestos beneficios de la misma y lo maravilloso que habría sido para la agricultura y los ciudadanos de la zona.
Como asociación gremial no podemos dejar pasar esta falta de respeto a una realidad histórica que para muchos distó enormemente de la visión sesgada presentada en esta jornada, siendo uno de los episodios más traumáticos y desastrosos que recuerde nuestro país.
No es posible que como expositores solamente hayan sido convocados ex funcionarios de los gobiernos que la impulsaron y la aplicaron: Rafael Moreno, funcionario de Cora (1964-1970), y Jaques Chonchol, ministro de Agricultura del Gobierno de Salvador Allende.
Lo que no se mostró en esta jornada fue el enorme impacto provocado a las personas y familias, y la violencia que a partir de este proceso se desencadenó en Chile. A partir de este evento, fuerzas políticas altamente ideologizadas comenzaron a promover el odio y la lucha de clases, generando usurpaciones violentas de predios, y posteriormente de cualquier medio de producción (fábricas, industrias y empresas de servicio). Ello llevó a graves atropellos a los derechos humanos, forzando a numerosas personas al exilio, a fuerza de abusos, golpizas, persecuciones y hasta asesinatos; siendo todo esto justificado por las autoridades políticas del momento.
Es importante que la ciudadanía se informe y se empape de la realidad de las personas que perdieron sus hogares y trabajos siendo víctimas de atropellos a los derechos humanos, y no se queden solamente con instancias que plantean una visión parcelada. La Reforma Agraria fue uno de los hechos que sin duda genera una profunda división, abriendo aún heridas que todo Chile lleva años tratando de sanar.
Dieter Konow, presidente
de Aproleche Osorno