Estatua de Martín Vargas
No recuerdo el nombre de un famoso escultor, que en su momento era muy alabado por una magnífica escultura que acababa de terminar. El personaje con toda modestia respondió: "La escultura siempre estuvo allí en la piedra, yo sólo retiré lo que sobraba".
A Roberto Rosas, escultor de la figura de Martín Vargas, felicitaciones. Porque aparte de sus extraordinarias habilidades, lo hace en el noble material que es la madera, compañera inseparable del ser humano. Y no escuche las ácidas críticas de algunos, que de seguro no tienen sus habilidades y lo que es peor, seguro que para hacer una deben utilizar un tarro duraznero.
Ricardo Cea Vargas, profesor
Congestión en Francke
Por mi trabajo de conductor me desplazo diariamente por diferentes calles de la ciudad de Osorno, pero para circular por la mal llamada avenida Héroes de La Concepción, en el sector de Francke, realmente hay que ser un héroe, una calle digna de un pueblo subdesarrollado, especialmente el aspecto que presenta en días de lluvia; una calle congestionada debido a su horrible mal diseño, especialmente en las proximidades del puente Chauracahuín y que tiene sectores en que la medida desde la solera a la línea de edificación no supera el metro. Una calle que conecta con una carretera rural y distintas localidades con todo lo que ello significa, en cuanto al tránsito de buses rurales, maquinaria agrícola, camiones lecheros, con maderas y otros productos agrícolas y ganaderos propios de la zona, lo que se suma a toda la locomoción colectiva y gran cantidad de vehículos particulares que luchan a diario contra todos estos problemas.
Una calle que tiene una pista de circulación en ambos sentidos con prohibición de adelantar en toda su extensión; una calle que no cuenta con desagües de aguas y con una mínima lluvia se inunda completamente, sin paraderos de locomoción colectiva, y no me refiero al paradero o garita, sino al lugar que va a ocupar físicamente ese bus o colectivo que se detiene a tomar o dejar pasajeros y que actualmente lo hacen en medio de la calle, obstaculizando la circulación de toda la columna que lo hace detrás de ellos. Una calle que no cuenta con bermas ni veredas apropiadas, una iluminación absolutamente deficiente, con el triste y caótico trauma de vivir a diario enormes tacos que se suman a todo lo anterior.
Lo más curioso es que este sector posee el terreno y espacio para contar con una avenida de cuatro pistas de primer nivel, que llegue hasta la altura de la planta de la empresa Prolesur. ¿Qué va a suceder el día en que se produzca una emergencia y tengamos un vehículo en panne, en las proximidades del acceso al puente, donde existe una contención de cemento a ambos lados de la pista? No podría circular ni un vehículo, especialmente de emergencia.
Todos somos testigos de proyectos de mejoramiento de otras vías de la ciudad, las que con deficiencias propias aún prestan un buen servicio. Los pobladores de Francke y Pampa Alegre seguirán esperando tener una calle digna de los tiempos que se viven.
Aquí se puede ver lo poco visionario de nuestra autoridad o de que simplemente les da lo mismo, ya que me cuesta pensar que algunas de ellas vivan o circulen por ese sector.
Luis Concha S.
Idioma español y garabatos
Varios años atrás, el Ministerio de Educación exigía mayor respeto por nuestro idioma base, obligando adicionalmente a los colegios en general la caligrafía y lectura en voz alta de los alumnos menores, para no descuidar desde su base primaria la escritura legible y pronunciación exacta de las palabras españolas. Con el tiempo, la computación se ha encargado de degradar la escritura manual, no así la gramática y ortografía, pero en forma alarmante la pronunciación de nuestro idioma castellano en Chile deja bastante que desear, y nuestra población -a cualquier nivel socioeconómico- ocupa la peor posición latina.
Curiosamente, y en todo medio escrito oficial o particular, se exige cumplir correctamente con las reglas gramaticales castellanas, pero por otro lado se tolera la ordinariez en su pronunciación, y lo que es peor, el garabatos emerge espontáneamente. Si escribimos bien el castellano, ¿por qué no lo hablamos como corresponde?
El Ministerio de Educación debería exigir que nuestro idioma se pronuncie tal como se escribe, pronunciando las "d" y "s", para lo cual la reposición de la lectura obligatoria en todos los colegios a su cargo es absolutamente vital. La invasión del garabato se constituye en una ordinariez inaceptable, y su corrección es responsabilidad de los jefes de familia, no del Estado: Inténtelo.
David Benavente
Informaciones del vóleibol
Qué bien, por fin tenemos información de las actividades de voleibol. Ojalá pronto se repitan otras.
Germán Álvarez Hetz